La oposición busca capitalizar el enojo social y dejar al Gobierno sin margen de error - Política y Medios
19-04-2024 - Edición Nº5922

COYUNTURA

La oposición busca capitalizar el enojo social y dejar al Gobierno sin margen de error

Con las elecciones legislativas cada vez más cerca, Juntos por el Cambio apunta de lleno a agitar la indignación colectiva y apuesta a la amnesia de corto plazo dando clases de moral.

Mientras la Argentina busca acelerar el conflictuado plan de vacunación nacional, la oposición al Gobierno parece tener lineamientos muy claros de cara a las comicios de este año.

El destape de la vacunación preferencial digitada desde el entorno de Ginés González García cayó como anillo al dedo a la coalición Juntos por el Cambio para concentrar los esfuerzos en agitar la indignación social, uno de los cimientos de su construcción discursiva y política.

La alianza Cambiemos, curiosamente encabezada por la figura de Mauricio Macri, asociada a manejos irregulares históricos desde el sector privado en connivencia con el Estado, fue escalando y accedió al poder en 2015 con prédicas de terminar con la corrupción en la política.

No hizo falta explicar demasiado cómo lograrían colosales promesas de campaña como “pobreza 0” o “volver a integrarnos al mundo”. Los slogans funcionaban y, en el fondo, el potencial más grande del partido radicaba más en los altos niveles de indignación social con el Gobierno saliente que en la viabilidad o las líneas de acción para dar con los objetivos.
 

Cinco años después, tras perder una reelección por primera vez en la historia, la coalición devenida en Juntos por el Cambio no parece haber construido un mejor ancho de espadas. 

A pesar de la heterogeneidad de perfiles discursivos y las internas por posiciones de liderazgo, los actores centrales apuestan a generar una agenda de desgaste del oficialismo donde el denominador común es capitalizar el enojo colectivo, tras la escandalosa vacunación “VIP” de allegados al ex ministro de Salud.

Es en ese marco que, además del habitual comunicado expedido ante cada hecho que consideran relevante, este miércoles brindarán una conferencia de prensa para expresar sus posiciones al respecto.

Incluso la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, cruzó recientemente al ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, por las poco impactantes declaraciones sobre el tema, exhortando a dar “definiciones contundentes”. El funcionario del Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta había calificado como “error” el proceder de la cartera a nivel nacional.

Por otro lado, la reciente condena a 12 años de prisión por lavado de dinero del empresario ligado a la obra pública durante el kirchnerismo, Lázaro Báez, también otorgó materia prima, y numerosos referentes del radicalismo la celebraron en las redes sociales.

El comunicado de Juntos por el Cambio contra la vacunación preferencial.

“Mis felicitaciones a quienes se animaron a denunciar la corrupción estructural cuando el kirchnerismo parecía todopoderoso. En especial a la oposición en Santa Cruz, a los colegas diputados de la Coalición Cívica Ari, y a periodistas como Nicolás Wiñazki y Jorge Lanata”, escribió el presidente del interbloque de diputados nacionales por Juntos por el Cambio, Mario Negri.

Entre otros, el legislador Luis Petri celebró que “se empieza a  desmoronar el castillo de corrupción e impunidad en la Argentina”.

Resta esperar a observar los alcances de la investigación de la obra pública en aquellos años, ya que es de público conocimiento que uno de los socios del condenado empresario es Ángelo Calcaterra, primo de Mauricio Macri con trayectoria en la adjudicación de obras financiadas por el Estado.

[Un prontuario que no propicia credibilidad]

Al contemplar que el actual mandatario nacional le pidió la renuncia a su ministro de Salud, de estrecho vínculo personal, ante el conocimiento del primer caso de un vacunado preferencial, cuesta imaginar desde qué pedestal impulsa la condena moral un espacio político cuya fustigada gestión de Gobierno aún está tibia.

Una administración durante la cual, pensando rápido, se pueden recordar escándalos como el asesinato de Rafael Nahuel a manos de fuerzas federales en un procedimiento oficial -y la posterior difamación del grupo mapuche, al cual se le atribuyó falsamente la portación y el uso de armas en el hecho-, que no le costó el cargo a la, entonces ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

También podría mencionarse el turbio caso de la muerte de Santiago Maldonado en otro operativo de Gendarmería, cuya investigación y determinaciones estuvieron plagadas de dudas y suspicacias.

Tampoco le costó su cargo al entonces ministro de Defensa, Oscar Aguad, la pérdida del ARA San Juan con 44 argentinos a bordo. Submarino que, según trascendió a posteriori, no recibió el mantenimiento requerido durante la gestión de Mauricio Macri; del cual se supo más tarde que el Gobierno tenía información sobre su ubicación desde antes del anuncio de su hallazgo.

Los ministros de Cambiemos permanecieron inalterables ante numerosos escándalos.

Para coronar el vergonzoso manejo del caso, tiempo más tarde se confirmaría que la red de espionaje ilegal montada por el aparato estatal de Cambiemos se encargaba específicamente de vigilar a familiares de víctimas del ARA San Juan que protagonizaban movilizaciones.

Una administración que desde el Banco de la Nación le prestó, entre agosto y diciembre de 2019, casi 800 millones de dólares y 2.000 millones de pesos al Grupo Vicentín -de sus aportantes de campaña más importantes-.

Dinero fugado en su mayoría por la firma, que presentaría la quiebra meses después, durante el Gobierno de Alberto Fernández, en cuyos primeros meses fue protagonista principal.

[En la provincia, la ecuación no cambia]

La capital bonaerense fue escenario de acusaciones públicas de una presunta vacunación preferencial facilitada por ediles del Frente de Todos y observada “en las redes sociales” por concejales de Juntos por el Cambio. Acusaciones replicadas luego por el intendente, Julio Garro, que aprovechó la agitación para pegarle a la provincia.

En respuesta, la oposición platense se desligó de las denuncias, acusó una “campaña sucia” y “política berreta” de la Municipalidad. No obstante, esto no evitó que, en medio de un clima de desconfianza generalizada, otros actores acudieran a solicitar la transparentación del proceso de vacunación y el criterio de asignación de dosis a cada platense.

Uno de ellos fue el concejal Gastón Crespo, del Partido GEN, quien además propuso la creación de una Comisión de Seguimiento para verificar y transparentar el proceso de vacunación en la ciudad. También desde la defensoría ciudadana se solicitaron respuestas al Ministerio de Salud bonaerense.

El descargo de la edil Yanina Lamberti.

Lo cierto es que, en plena construcción de una candidatura pensando en la provincia, Garro aprovechó el revuelo generalizado para instalarse en la discusión con la administración de Kicillof, que lo cruzó por hacer “campaña política mientras Buenos Aires está en campaña de vacunación”.

En las últimas horas, incluso se intentó montar una fake new en torno a la publicación de un joven llamado Leandro Kicillof aplicándose la vacuna en el hospital San Roque de Gonnet (La Plata), al cual sin mediar investigación alguna tildaron de primo del gobernador.

El propio Axel Kicillof, en una conferencia de prensa brindada este martes en Necochea, se encargó de desmentir la versión, cuyo rigor periodístico oscila entre lo obsceno y lo cómico. A continuación, el mismo Hospital emitió un comunicado explicando que el joven periodista fue inmunizado ya que trabaja en el área de prensa en la institución y frecuenta las instalaciones constantemente.

[El gobierno, sin margen de error]

Al oficialismo, por su parte, le queda como uno de sus objetivos primordiales acelerar de manera sustancial el ritmo de vacunación, de manera tal que pueda mostrar, de acá a la segunda mitad del año, indicios de una recuperación económica en marcha.

La marca de la “vacunación VIP” no será un escollo menor en una gestión que, con todas las dificultades que debió enfrentar, hasta el momento no podía exhibir mayores virtudes que una imagen de transparencia.

La rápida y contundente definición de Fernández seguramente redujo daños, pero la tarea de desgaste de la oposición, que suele estar muy en sintonía con los discursos mediáticos preponderantes, está a la orden del día. El oficialismo no se puede permitir nuevas pifias de ese calibre, y no extrañaría que se direccionen esfuerzos en evitar a toda costa nuevas irregularidades.

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