
El presidente de la Nación, Javier Milei, activó este jueves un inequívoco mecanismo de emergencia en el inicio de la carrera electoral, definiendo a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner como su contendiente y afirmando que “sabe que va a ir presa”.
El economista liberal libertario intentó salir a calmar las aguas luego de que el ministro de Economía Luis Caputo diera una conferencia anunciando el monto del desembolso con el FMI, pero el organismo negara esas precisiones a través de su vocera minutos más tarde.
La crisis económica del Gobierno para sostener el tipo de cambio -y con ello contener la inflación- viene gestando un microclima de expectativas pesimistas, razón por la cual el Banco Central (BCRA) viene sufriendo una sangría sostenida desde hace casi dos semanas.
En pos de recuperar algo de confianza, Caputo intentó transmitir calma a los mercados. Para esto brindó una conferencia donde se lo vio incómodo e intentando sugerir indirectamente que los 20 mil millones de dólares que el Gobierno pidió serían de libre disponibilidad; y se sumarían a fondos provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y otras entidades.
Desde Washington hicieron gala de unos reflejos felinos, y respondieron casi inmediatamente. La vocera Julie Kozack advirtió que el monto desembolsado todavía se encuentran bajo estudio del board del Fondo, y que el pago se realizará en tramos.
"Julie Kozack":
— ¿Por qué es tendencia? (@porquetendencia) March 27, 2025
Por las declaraciones de la portavoz del FMI sobre el acuerdo con Argentina https://t.co/ae5woKn6F0 pic.twitter.com/2O6nWTIO0Z
Como anticipó PolíticaYMedios, en el organismo no quieren que Caputo y Milei se gasten los fondos en mantener un dólar artificialmente barato con fines electorales, y lo más probable es que el crédito se vaya liquidando en cómodas cuotas, y bajo ciertas condiciones cuya infracción podría impedir su continuidad.
El operativo confianza no resultó como se esperaba y, tras la conferencia de Kozack, los bonos argentinos comenzaron a desplomarse. Es así que Milei precipitó una entrevista con Horacio Cabak y Luis Majul, donde relativizó lo anunciado por su ministro de Economía, y se limitó a afirmar que la liberación del cepo iba a depender de “cómo se estructuren los desembolsos”.
Pero los hilos de la estrategia quedaron a la vista cuando el tema de conversación dio un giro radical y se enfocó en la ex presidenta, que desde hace algunos meses se muestra activa, mayormente en redes sociales, buscando subir a Milei al ring.
Allí, Milei aseguró que Cristina se encontraba detrás del supuesto “golpe institucional” que acusó el Gobierno en la marcha de jubilados que culminó en una represión sangrienta y advirtió que la presidenta del PJ “está nerviosa” porque “Casación le revocó el recurso y sabe que va a ir presa”.
Fiel a su estilo burlón, el presidente afirmó: “No me interesa lo que diga la futura presidiaria. Que empiece a practicar cómo escribir sus memorias en los ladrillos de la cárcel o en la casa donde decida recluirse”.
Se refiere a la causa Vialidad, donde el viernes pasado un fallo de la Cámara Federal de Casación Penal rechazó un recurso de la defensa de la ex presidenta para que la Corte Suprema revise su condena a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua a ejercer cargos públicos.
Con una Corte incompleta, donde Milei ya logró incluir a Manuel García Mansilla, pero no a Ariel Lijo -cuyo pliego se encuentra algo empantanado en el Senado-, para el Gobierno es más negocio que la situación judicial quede estancada en una sentencia emitida por la Justicia Federal porteña y capitalizarla políticamente de cara a las elecciones legislativas.
El juego de La Libertad Avanza adquiere en tiempos de crisis económica un sentido profundamente antiperonista, componente -hasta el momento- no ocupaba un espacio preponderante en su plataforma.
Polarizar con Cristina parece ser el botón de emergencia de los comités de crisis de las administraciones no peronistas, y casualmente este temperamento llega en un momento donde la realidad le trazó un límite al plan económico del Gobierno.
A 7 meses de las elecciones, ni el superávit fiscal ni el exitoso blanqueo de capitales le permitieron al equipo económico sostener el ritmo de devaluación controlado (crawling peg) a través de la venta de divisas para contener los tipos de cambio financieros y el dólar blue.
Entretanto, el FMI no tiene la misma prisa que Caputo y Milei (ni los mismos planes para el desembolso, por cierto), que en las últimas 10 ruedas cambiarias vendieron US$1.495 millones para evitar una corrida . La carta del antikirchnerismo se caía de madura.
"Cristina Kirchner sabe que va a ir presa" 🎙️
— El Destape (@eldestapeweb) March 27, 2025
⭕️ Milei aseguró que la expresidenta "está nerviosa".pic.twitter.com/inUi5Pt8hx
El pasado 21 de marzo, los jueces Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Diego Barroetaveña rechazaron los recursos extraordinarios que presentaron las defensas de los imputados, entre los cuales se encuentra Cristina. El objetivo era que la Corte Suprema revise la sentencia dictada por el Tribunal Oral en lo Federal Nº2.
En consecuencia, ahora las partes sólo pueden recurrir al Tribunal Superior en queja para revertir la decisión, mecanismo legal que ya fue iniciado y se presentará entre este viernes y el lunes que viene.
La resolución de Casación llegó en tándem con el extraño anuncio del Gobierno de Estados Unidos, que prohibió el ingreso de la ex presidenta y su familia por “corrupción”, adelantándose a adoptar postura ante una sentencia que no está firme.
Entre los fundamentos que expusieron los jueces, de estrecho vínculo con Mauricio Macri durante su administración, “los diversos agravios expresados por las partes frente los fundamentos del fallo impugnado no alcanzan para dar cabal respaldo a la pretensión de obtener por vía de la excepcional doctrina de la arbitrariedad el acceso a la Corte Suprema de Justicia, sino que se limitan a expresar su disconformidad con lo decidido”.
El único camino que le queda a los imputados de cara al máximo tribunal, es que los propios cortesanos acepten la queja. Por la relevancia de la causa y de la imputada, sería de esperar que lo hicieran.
En caso de que la causa sea aceptada por la Corte, la situación se abriría una recta final: en caso de ser confirmada, la ex presidenta debería ser detenida para cumplir la condena; y en caso de ser exonerada, quedaría absuelta de culpas. No obstante, para adoptar una determinación, el máximo tribunal no tiene un plazo límite, por lo cual podría demorar años.
En el caso de que la queja sea rechazada, la sentencia quedaría firme y ejecutable sin que los supremos se expidan al respecto. En este sentido, tampoco existe un límite de tiempo para resolver, con lo cual una queja podría quedar durante mucho tiempo en suspenso hasta que la Corte decida.
Considerando la postura de la Justicia Federal porteña para con la titular del PJ, un escenario verosímil sería que el fiscal del juicio Vialidad, Diego Luciani, pida la detención de la dirigente peronista al interprestar que el rechazo del recurso extraordinario por parte de Casación ya deja firme la sentencia del Tribunal Oral Federal 2.
En ese caso, el propio TOF 2 debería decidir, aunque no suele ser el temperamento de los Tribunales Federales dar por firmes sentencias que no están revisadas por la Corte Suprema. No obstante, hay precedentes de magistrados que así lo consideraron, como el propio Hornos -cuya postura quedó en minoría- en la causa contra Ricardo Jaime.
En plena carrera electoral, el escenario más conveniente para Milei sería que la situación no se destrabe y que la sentencia que declara a Cristina culpable quede como la última palabra aunque no quede firme.
Así, el oficialismo se haría de un buen recurso para despejar la atención en situaciones de crisis, algo que en los últimos meses viene ejecutando sistemáticamente y cada vez con más frecuencia.