
La toma del poder de Donald Trump significó un nuevo avance para los discursos de odio y conservadores en el mundo, iniciando con la demonización de los inmigrantes, particularmente los provenientes desde México.
El republicano dejó en claro que buscará 'hacer grande a América' otra vez persiguiendo a los desplazados, restaurando la lógica de género binaria y recuperando el respeto en el mundo -por ejemplo- intentando anexionarse el Canal de Panamá.
Cuando parecía que nadie más se llevaría los titulares de los diarios y portales en la 47° asunción presidencial norteamericana, el magnate sudafricano Elon Musk -designado al frente de un flamante Departamento de Eficiencia del Gobierno (DOGE)- culminó un discurso nervioso y atolondrado haciendo un gesto que rápidamente remitió al saludo nazi.
En las horas posteriores, las tribus digitales del liberalismo conservador a lo largo y ancho del mundo buscaron atenuar el impacto del hecho: deslizaron que se trataba de un saludo imperial romano y también buscaron viralizar clips más amplios donde se veía más ampliamente su conducta errática a lo largo de todo el discurso.
Lo cierto es que en internet y las redes sociales circulaban las imágenes del saludo comparadas con videos de grupos neonazis practicando movimiento idénticos. Incluso se viralizó un clip del padre de Musk, Errol, contando que la familia de la madre tenía simpatía por el fascismo y se había mudado a Sudáfrica durante el apartheid.
Lo de Elon Musk haciendo el saludo nazi en la inauguración de Trump es un "ya nos da todo igual" pic.twitter.com/aWhTqpNLlo
— Alexelcapo (@EvilAFM) January 20, 2025
Como es costumbre, el presidente de la Nación, Javier Milei, no se privó de ingresar al escándalo público. Con la vehemencia que lo caracteriza -y lo llevo de paneles de TV al Olivos- el libertario ensayó una defensa del empresario, por el cual guarda una particular fascinación.
"Nazi las pelotas", se titula el posteo del mandatario en las redes sociales, donde sale a defender a capa y espada al sudafricano como un niño a su mejor amigo.
"Elon Musk debe ser uno de los hombres más importantes de la Historia, que esta empujando el progreso humano a ritmos vertiginosos, y siempre ha defendido la libertad en su forma mas pura, para todos", inició Milei.
Como ejemplo, recordó que el ahora funcionario norteamericano "compro X en un acto que fue considerado una locura desde el punto de vista empresarial, pero que sin dudas será considerado uno de sus grandes aportes a la humanidad".
Al respecto, evaluó que tomó "control de una plataforma que se suponía era un foro de debate público, pero resulta que estaba programada para cancelar cualquier discurso que no fuera el discurso woke hegemónico".
Musk compró Twitter -ahora llamado X- luego de que la cuenta personal de Trump fuera baneada por hacer campaña política empleando mentiras o datos inchequeables sistemáticamente, infringiendo las normas que en ese momento tenía la red social.
Milei apuntó que "por eso hoy toda la progresía internacional se monta sobre el inocente gesto de Elon Musk para tildarlo de nazi. Porque su lucha por la libertad atenta contra el control hegemónico del wokismo internacional".
NAZI LAS PELOTAS
— Javier Milei (@JMilei) January 22, 2025
Elon Musk debe ser uno de los hombres más importantes de la Historia, que esta empujando el progreso humano a ritmos vertiginosos, y siempre ha defendido la libertad en su forma mas pura, para todos.
Compro X en un acto que fue considerado una locura desde el…
No obstante, celebró que "el mundo cambió" y "Elon no está solo", agregando: "Los que luchamos por la libertad ya no estamos solos. Somos millones. Y ahora también recuperamos la 'tierra de la libertad' que estaba en sus manos, gracias a nuestro querido Donald Trump".
Pero el broche final al discurso, que oscilaba entre la paranoia conspirativa y una evidente necesidad de colarse en el círculo de primera línea global de líderes conservadores, arrojó preocupación por el nivel de violencia contenido.
"No sólo no les tenemos miedo. Sino que los vamos a ir a buscar hasta el último rincón del planeta en defensa de la LIBERTAD. Zurdos hijos de p* tiemblen. La libertad avanza. Viva la libertad carajo", concluyó Milei.
Los exabruptos del presidente son, más de un año después de su asunción, moneda corriente. El problema radica en que, en ese acostumbramiento, parece ir corriendo el umbral de agresividad y autoritarismo. Casi como si de a ratos olvidara la investidura que ostenta.
Alentado por un público que comparte su entusiasmo, encerrado en su propio círculo, sus acciones y palabras se van alejando paulatinamente de la institucionalidad democrática, al tiempo que empañan el clima sociocultural.
En el medio, el ecosistema político que debería demarcarle algunos límites experimenta una crisis honda que lo mantiene paralizado; como si todavía no terminara de asimilar que un gritón histriónico de TV abierta arrasó con la endogamia de la burocracia política.
Por el momento, pareciera que el límite de Milei será el que su propia voluntad le marque. Y eso, tal como se lo observa, preocupa.