MYRYAN PRUNOTTO
El Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió a dar por tierra con las expectativas del Gobierno de obtener desembolsos adicionales de dólares para avanzar en sus planes de liberar el cepo cambiario, por fuera de los previstos.
A pesar de que en las últimas semanas el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, se había mostrado optimista respecto a las negociaciones con el organismo de crédito con sede en Washington, este jueves las autoridades confirmaron que no ocurrirá en el corto plazo.
La vocera del fondo, Julie Kozack, anunció el día de ayer en su conferencia de prensa desde la capital estadounidense que “los desembolsos estarán en línea con los que figuran en el programa”.
Al respecto, sí destacó que el directorio se reunirá para legitimar el informe del staff técnico a raíz de la octava revisión del acuerdo, sobre la cual destacaron como “sobrecumplidos” los objetivos fiscales y que habilitará un desembolso de alrededor de US$ 800 millones. Cifra que estaba en los cálculos del Gobierno.
En tanto, el programa de facilidades extendidas prevé dos desembolsos más luego del mencionado, que rondan los US$ 550 millones y están estipulados para los meses de agosto y noviembre. Una vez concluidos los pagos, se habrán concretado giros a nuestro país por US$ 44.000 millones para cancelar el crédito contraído por Mauricio Macri en 2018.
Por su parte, el nuevo crédito comenzará a abonarse en cuotas desde el año 2026.
Kozak aclaró en su comunicado que “las conversaciones con las autoridades, por supuesto, están focalizadas en el acuerdo vigente”, despejando las versiones de negociaciones por un nuevo programa luego de culminado el vigente.
Recordemos que desde el entorno del presidente, Javier Milei, especulaban con la posibilidad de contar con el FMI para conformar un pool de organismos e inversores que aporten en el empréstito de unos US$ 15.000 millones que estiman que requieren para eliminar el cepo sin sufrir corridas cambiarias.
Desde Casa Rosada y el Palacio de Hacienda consideran clave la libre movilidad de capitales para que comiencen a llegar inversiones al país, complementándose con el polémico Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) integrado en la Ley Bases.
El levantamiento del cepo es una de las promesas de campaña del presidente, pero actualmente entraría en franca contradicción con otro de los pilares de campaña y de narrativa oficialista, que es la eliminación de la inflación.
From today's press briefing: Announced management travel, including @KGeorgieva’s engagements in Tajikistan, UK and Italy & @GitaGopinath’s trips to China and Switzerland. Also took questions on the Argentina, U.S., Pakistan, Ghana, Ukraine and more. https://t.co/jCS8Vf8j4u
— Julie Kozack (@IMFSpokesperson) May 16, 2024
Si bien el Gobierno había acordado levantar las restricciones cambiarias para este año, la centralidad que le asignaron al sendero de desaceleración inflacionaria llevó a las autoridades nacionales a postergar la medida hasta contar con las reservas necesarias.
Por el mismo motivo se tomaron decisiones económicamente poco ortodoxas como intervenir en los precios de las prepagas (luego de liberarlos y que se le fueran de las manos), postergar nuevos aumentos en las tarifas energéticas y patear pagos multimillonarios para que los números cierren.
Como informó PoliticaYMedios, desde el FMI advierten este tipo de maniobras con cierta preocupación a la vez que felicitan a la administración de La Libertad Avanza por el cumplimiento de metas fiscales.
No obstante, Kozack no se ahorró elogios para el camino adoptado por Milei y Caputo en el “plan de estabilización”, admitiendo que “está obteniendo mejores resultados de lo esperado”.
Sin hacerse cargo de las drásticas medidas de ajuste -que en varias revisiones calificaron de excesivo- la vocera valoró el “rápido cambio en las reservas internacionales, una mejora en el equilibrio del Banco Central y una rápida reducción de la inflación, que en abril alcanzó el 8,8%” y reveló: “Esperamos que la economía comience a crecer nuevamente en la segunda mitad de este año”.
No obstante, concluyó recomendando nuevamente “que la asistencia social sea suficiente y esté bien orientada para proteger a los más vulnerables, y también para garantizar que la carga de la consolidación fiscal no recaiga desproporcionadamente en los trabajadores”.
