El movimiento estudiantil envió un mensaje contundente este martes 23 de abril al copar las calles de la Capital Federal y de las principales ciudades del país con una movilización que quedará en los libros de historia por la imponente convocatoria.
El epicentro de la manifestación, que contó con la participación de estudiantes, docentes, sindicatos y dirigentes de la política, tuvo lugar en Plaza de Mayo desde las 18 horas luego de concentrar en los alrededores del Congreso.
Multitudinarias columnas llegaron desde diferentes puntos del conurbano y la universitaria capital bonaerense, que también tuvo su marcha pero aportó una importante cantidad de manifestantes que llegaron a Constitución en los colmados vagones del Tren Roca.
Las imágenes de la Plaza de Mayo y sus accesos colapsados de manifestantes colmaron medios de comunicación y redes sociales, donde se observó un consenso generalizado de gran parte del espectro sociopolítico en favor de la educación pública que sólo pareció dejar del lado del Gobierno nacional a su núcleo duro de simpatizantes.
La jornada de protesta fue motorizada por el brutal recorte implementado en el gasto público, que dejó a las universidades nacionales con el mismo presupuesto que el año pasado en un marco de inflación interanual que a marzo marcaba 287,9%.
Ante el reclamo, la oferta que la Casa Rosada anunció como un acuerdo -y luego desmintieron los rectores- sólo contemplaba un 140% de aumento en 1 de las 10 partidas presupuestarias que hacen a la financiación de la educación pública superior y una transferencia puntual para otra.
Es así que se ratificó la medida de fuerza, que desde el oficialismo intentaron deslegitimar asignándole un sentido “político” (sic) en el sentido partidario. Lo cierto es que la dirigencia de partidos de la oposición, así como la CGT y gremios de otras centrales también respaldaron el reclamo, acatando el llamado de la sociedad a ser parte de la demarcación de un límite a la motosierra de Milei.
Desde las más altas esferas gubernamentales acusaron semejante adherencia y la respuesta elegida fueron provocaciones bajas, cada uno fiel a su estilo.
El presidente profundizó el desconocimiento de la marcha con un posteo en su instagram de una de sus habituales caricaturas de Inteligencia Artificial que muestra un león bebiendo de una taza que reza “lágrimas de zurdo”. Menos infantil y más incisiva fue la vice, Victoria Villarruel, que escribió en twitter “Hebe lo que te perdiste…”, al citar un video donde Taty Almeida señalaba que “la lucha no termina hoy”.
Si la imponente muestra de defensa de la sociedad a la educación pública y a las universidades en particular demarcó un límite que excede a la política partidaria, la presencia casi total del espectro de dirigentes políticos y sindicales del espectro opositor en las diferentes marchas le ofreció al Gobierno terreno fértil para sembrar su narrativa anti-casta al menos para los sectores más orgánicos.
Entre los manifestantes estuvieron el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof; los ex candidatos presidenciales Sergio Massa y Horacio Rodríguez Larreta; los secretarios generales de la CGT, Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano; el presidente de la UCR, Martín Lousteau, y otros diputados nacionales como Germán Martínez, Margarita Stolbizer, Facundo Manes, entre otros.
Impresionante! El tren que llega desde La Plata a Estación Constitución.#MarchaFederalUniversitaria pic.twitter.com/YAK7M1YQhU
— LA RUEDA (@laruedanoticias) April 23, 2024
La marcha tuvo su conclusión con una serie de exposiciones en un escenario, donde disertaron la referente de Madre de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Taty Almeida; el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; y los sindicalista de gremios docentes Sonia Alesso (CTERA), Sergio Romero (UDA) y Daniel Ricci (FEDUN), entre otros.
Sobre el final, cerró la presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Piera Fernández de Piccoli, con la lectura de un documento de consenso entre las universidades y organizaciones adherentes.
“No estamos dispuestos a resignar nuestro futuro”, resaltó la dirigente universitaria y resaltó que las obras en las casas de estudios “están paralizadas y sin certezas sobre su continuidad”.
“Rechazamos la política de ajuste y de disciplinamiento”, enfatizó la presidenta de la FUA, en el cierre del acto frente a la Casa Rosada y, al respecto alertó: “Llegamos a marzo de 2024 con un presupuesto de gastos a valores de septiembre de 2022”.
En ese sentido, se calificó de “insuficiente” el giro de fondos que anunció el Gobierno para las universidades en la previa a la marcha: “El incremento del 70% de estas partidas, dispuesto para el mes de marzo y aún no abonado, más el reciente anuncio, en el marco de esta convocatoria, de un 70% adicional, constituyen un aliciente aún insuficiente en tanto la inflación fue de un 300% en el mismo período de tiempo”, lamentó.
“Más del 90% de lo que el Estado destina a la Educación Superior está dirigido a salarios de quienes trabajan como docentes y no docentes en las universidades. En estos últimos meses, el salario de las trabajadoras y trabajadores ha perdido 50% respecto de la inflación”, se detalló en el documento.
Se quejaron, además, de que el Gobierno “hasta ahora malversa su participación, imponiendo aumentos paupérrimos de manera unilateral, de esta manera se cancela de hecho la negociación colectiva”.
“La comunidad universitaria se organiza, resiste y se solidariza con todos los sectores que hoy atraviesan una situación similar o peor por afrontar despidos masivos”, se advirtió en otro párrafo.
Y agregó: “No queremos que nos arrebaten nuestros sueños: nuestro futuro no les pertenece. Somos orgullosos hijos e hijas de la Universidad Argentina; somos la universidad pública, gratuita e irrestricta en el ingreso. Por eso, lucharemos, en una irrenunciable resistencia democrática y pacífica, por la educación que queremos”.
“La educación nos salva y nos hace libres. Convocamos a la sociedad Argentina a defenderla. !Viva la educación pública!”, cerró la dirigente universitaria, tras lo cual comenzó la desconcentración de la marcha.