Horas de incertidumbre: de los paños fríos a la falsa salida de “Wado” y los insultos de Vallejos al presidente - Política y Medios
26-07-2024 - Edición Nº6020

RENUNCIAS

Horas de incertidumbre: de los paños fríos a la falsa salida de “Wado” y los insultos de Vallejos al presidente

La crisis política iniciada este miércoles se agudizó durante el día de hoy, a pesar de que, en teoría, la premisa desde la cúpula de Gobierno era bajar el perfil.

Los coletazos de la derrota electoral del domingo pasado continuaron profundizando las fricciones al interior del Gobierno nacional, luego de un miércoles caótico en el que buena parte de la primera línea de ministros y funcionarios nacionales pusieran su renuncia a disposición del presidente.

La maniobra inició en las provincias de Santa Cruz y Buenos Aires, y continuó con la presentación del ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.

A este, lo siguieron otros, en su mayoría, del riñón kirchnerista: Martín Soria (Justicia), Roberto Salvarezza (Ciencia, Tecnología e Innovación), Juan Cabandié (Ambiente), Jorge Ferraresi (Desarrollo Territorial y Hábitat), Gabriel Katopodis (Obras Públicas), Tristán Bauer (Cultura) .

La misma tendencia se observó en agencias estatales y secretarías: Luana Volnovich (PAMI), Fernanda Raverta (ANSES), Pablo Ceriani (Aerolíneas Argentinas), Paula Español (secretaria de Comercio Interior).

El ‘efecto dominó’ de renuncias a disposición -algunas por escrito, otras netamente mediáticas- generó rápidas suspicacias acerca de un movimiento coordinado del ala kirchnerista del Gobierno buscando aquello que la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, pretendía hace rato: prescindir de aquellos “funcionarios que no funcionan” al calor del cachetazo electoral que, evidentemente, exigía cambios.

En el medio, el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, llamó a una reunión de referentes de su espacio en la sede del Frente Renovador y el presidente de la Nación, Alberto Fernández, mantuvo una cumbre con los ministros de su riñón en la Casa de Gobierno.

No obstante, hacia el final del día, una llamada de la expresidenta al ministro de Economía, Martín Guzmán, intentó calmar las aguas de una espiral conflictiva que parecía no encontrar límites. Fernández de Kirchner le manifestó que no había pedido su salida de la cartera y relativizó las versiones que trascendían en torno a sus intenciones.

Es que, si bien es de público conocimiento que la satisfacción con la labor del platense no es total, pocos se atreven a asegurar que el descontento desde el ala kirchnerista abarque toda su gestión.

Cierto es que, en uno de los últimos actos de campaña, y recordando los primeros años de Gobierno de su padre, Máximo Kichner habló de “funcionarios que se enamoran de la macroeconomía” y olvidan la economía de los ciudadanos de a pie.

Pero también lo es que, probablemente, no haya un argentino capaz de lograr mejores condiciones de renegociación con el FMI que Guzmán y eso es un valor reconocido en el Instituto Patria. En todo caso, es posible que -en línea con lo expresado por Axel Kicillof- se le reclame más atención y proactividad sobre la economía de los más vulnerables y menos obsesión con el equilibrio fiscal.

Con los ánimos calmados entre uno de los alfiles del presidente y la líder del kirchnerismo, en las últimas horas del miércoles crecían las proyecciones de un desenlace pacífico y relativamente previsible: en lo inmediato no se aceptarían renuncias, y puertas adentro se resolverían las diferencias de criterio.

[Los paños fríos se prendieron fuego]

A pesar de la insinuación de una tregua de las disputas internas (o al menos de su carácter público) la jornada de este jueves no fue mucho más armoniosa en el intento de dirimir puertas adentro los desacuerdos.

En la mañana, organizaciones sociales habían programado una marcha de apoyo al presidente (algo que siempre significa, de trasfondo, muchas más cosas). No obatante, desde el entorno de la presidencia pidieron suspenderla, ya que no era propio de “la agenda de la gente”.

En horas del mediodía, el presidente salió a dar una declaración pública a través de las redes sociales sobre los sucesos del día de ayer, donde dio garantías de perpetuar la unidad del oficialismo, pero a la vez marcó la cancha con definiciones inequívocas: “La altisonancia y la prepotencia no anidan en mi”; “la gestión de gobierno seguirá desarrollándose del modo que yo estime conveniente”.

En las horas posteriores, entre análisis, reflexiones y especulaciones de los muchos sentidos que podía llegar a transmitir el descargo del presidente comenzó a rumorearse la posibilidad de un ‘ojo por ojo’.

Con Massa como intermediario y vector de equilibrio, el albertismo y el cristinismo prescindirían de un ministro/funcionario por bando; o de más, pero en cantidad y peso político equivalentes.

En medio de una maraña de suspicacias, transitando el mediodía trascendió mediáticamente que el jefe de Estado le había aceptado la renuncia a De Pedro, enervando el microclima nuevamente.

PolíticaYMedios consultó a fuentes de la Casa Rosada, que dijeron: “Todavía nada de eso es oficial”. Desde el entorno del presidente filtraron esa información para operar, según nos confiaron.

En esa línea, la secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra, tardó poco menos de una hora en salir a desmentir esta información, que ya circulaba como un hecho en los medios de mayor tirada del país.

“Vengo a informar oficialmente que el presidente de la Nación Alberto Fernández no ha aceptado ninguna renuncia de las que están presentadas y que todas ellas, como la composición de su gabinete, están a su consideración y lo va a informar en el momento que lo tenga que informar”, sostuvo la funcionaria en las inmediaciones de la Casa de Gobierno.

Mientras tanto, entre las 13 y las 14 horas, comenzaba a viralizarse en las redes sociales un fuerte audio de la diputada nacional del Frente de Todos, Fernanda Vallejos, agraviando de manera llamativa al presidente de la Nación.

“Todos esperábamos que el enfermo de Alberto Fernández, el ocupa de Alberto Fernández, el lunes a las 8 de la mañana estuviera haciendo una conferencia de prensa en el escritorio con todas las renuncias sobre la mesa, diciéndole a la Argentina que había escuchado el mensaje de las urnas como dijo hipócritamente el domingo”, iniciaba el audio -de 11 minutos de duración- de una conversación hasta hoy privada.

En el mensaje, también sostiene que “además de ciego parece que es sordo, porque jamás ha escuchado nada de Néstor ni de nadie, no solamente no lo hizo, no lo quiere hacer”

Al respecto, la legisladora se disculpó luego en redes sociales: “Me entero que se filtró una conversación privada donde, en el marco de la angustia que a muchos y muchas nos generó el resultado del domingo que dio cuenta del sufrimiento de nuestro pueblo y de que no pudimos satisfacer sus aspiraciones, tuve expresiones realmente impropias”.

No obstante, luego de lamentar “haber agraviado a compañeros con mis palabras” y hacer públicas “las disculpas del caso”, Vallejos intentó justificar sus dichos: “Estoy segura que, en ámbitos PRIVADOS, como humanos que somos, todos hemos tenido exabruptos en nuestras vidas, propios del fragor del momento, de los que hemos tenido que arrepentirnos”.

Uno de los que respondió incisivamente a la economista fue Aníbal Fernández, que en medio del ajetreo del día de ayer acudió a la Casa Rosada para reunirse con el presidente.

“La política se hace de cara al pueblo que nos elige. El peronismo es garantía de ello. Repudio los dichos de la Diputada Vallejos respecto del Presidente Alberto Fernández y de cualquiera de los compañeros. Eso no se hace Señora. El Peronismo es pueblo. Comiencen por respetar…”, escribió en sus redes el ex jefe de Gabinete de la Nación.

En tanto, en las últimas horas, Alberto Fernández advirtió: “Con presiones no me van a obligar”, en referencia a los cambios en la configuración de los altos mandos de Gobierno. Sin embargo, reconoció que luego del diálogo con la vicepresidenta, está en carpeta realizar modificaciones en el Gabinete, aunque no se precipitará.

“Tiempo al tiempo, el que se apura se equivoca”, sostuvo el mandatario.

Mientras tanto, el impacto político de esta disputa ha sido tal que hasta la oposición, caracterizada por embarrar cada escenario posible, ha optado por una posición inusualmente pasiva -más allá de la siempre extravagante Elisa Carrió- o al menos ha demorado su reacción más de lo habitual.

Sin embargo, esta tensión, seguida con avidez por parte de aquellas personas interesadas en la política, desgasta fuertemente al oficialismo de cara a los segmentos del electorado ya desencantados (y aquellos que más necesita interpelar).

Una puja de poder (y hasta de ego) entre pesos pesados del propio Gobierno no puede caer bien entre quienes cuatro días atrás dieron un aviso de que el rumbo tomado hasta ahora no alcanza para reeditar el respaldo brindado en 2019.

Por otro lado, una continuidad total de la hoja de ruta tampoco es una opción ante el mensaje de los argentinos que votaron, y también el enviado por la gran cantidad que no asistió. Si el apuro no es buen consejero, esta coyuntura crítica a menos de 60 días de las legislativas tampoco habilita a una pasividad budista.

Las últimas 24 horas transmiten la extraña sensación de estar atravesando un dilatado punto de inflexión histórico. Mientras, la expectativa de las mayorías está puesta en la resolución de sus problemas que, por estas horas, parecen muy alejados de las preocupaciones de los dirigentes.

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