Alberto Fernández anunció la Ley de Compre Argentino, ratificó el rumbo y mostró matices en la estrategia discursiva - Política y Medios
19-09-2024 - Edición Nº6075

ANÁLISIS

Alberto Fernández anunció la Ley de Compre Argentino, ratificó el rumbo y mostró matices en la estrategia discursiva

El mandatario reapareció tras las PASO con la presentación de una nueva iniciativa dirigida a apuntalar las Pymes industriales y el empleo, olvidó la pesada herencia y dejó los elogios para los de afuera.

El presidente de la Nación, Alberto Fernández, reapareció rápidamente tras el duro revés electoral de las primarias legislativas, ratificando la estrategia de políticas de desarrollo productivo a mediano plazo que viene impulsando el Gobierno desde hace tiempo.

El mandatario estuvo acompañado por el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, y el presidente de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL), José Tamborenea.

Estuvieron también presentes en el acto la primera dama, Fabiola Yañez; el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, y funcionarios del gabinete nacional.

En ese marco, Kulfas señaló que “éste es un proyecto muy importante para la Argentina”, que forma parte de un total de seis proyectos de Ley del Gobierno nacional, cuyo objetivo radica en fomentar “la transformación de la estructura productiva nacional y poner el eje en la producción y el trabajo argentino”.

Las autoridades nacionales describieron la medida como un marco para fomentar que el Estado nacional y las empresas empoderen a las pequeñas y medianas empresas, y se creen nuevas fuentes de producción y empleo a través de la priorización de la industria nacional en sus compras.

Según precisaron, esta ley permitiría ampliar los sujetos alcanzados por la compra pública, crear el instrumento de Compras Públicas para la Innovación, generar Acuerdos de Cooperación Productiva, fortalecer los planes de desarrollo de proveedores y fomentar las mesas de Compre Argentino, entre otros instrumentos.

El objetivo no es solo potenciar las industrias existentes, sino generar las condiciones para que surjan nuevos sectores productivos de punta. 

En definitiva, los beneficios que busca promover la iniciativa son: aumentar la producción nacional; generar más empleo; aumentar la inversión en Desarrollo e Innovación; desarrollar proveedores en sectores estratégicos, y el crecimiento de nuevos sectores productivos vinculados a la demanda del Estado.

Respecto al impacto económico, las autoridades nacionales lo proyectan en 30.000 nuevos empleos privados, $40 mil millones adicionales de inversión en investigación, desarrollo e innovación al año y US$300 millones de ahorro de divisas anuales. 

[La hoja de ruta no cambia, pero la estrategia discursiva muestra nuevos matices]

El anuncio de este lunes difícilmente sirva para comenzar a resolver las urgencias de quienes le quitaron el apoyo al Frente de Todos este domingo para depositarlo en otro proyecto, aunque sí sugiere que desde la Casa Rosada vinieron a ratificar rápidamente su intención de impulsar la reactivación desde las Pymes y apuntalando la industria.

“La Ley refleja un espíritu y un sentido del Gobierno. Para nosotros gobernar es crear trabajo, y para eso lo que más necesitamos es que haya gente que invierta, arriesgue, produzca, demande trabajo; y de ese modo se genere lo virtuoso del capitalismo”, expresó el mandatario.

En esa línea, resaltó que “la industria es el motor central del desarrollo y el crecimiento” y recordó: “Ha sido nuestro objetivo desde que asumimos y seguirá siendo objetivo de este Gobierno que la industria nacional vuelva a ocupar un lugar preponderante dentro de la economía argentina”.

Fernández explicó que esto permite generar trabajo formal, prestandole “singular atención” a la estructura de trabajos que incluya a Pymes, recordando que emplean al “80% del trabajo formal” en nuestro país.

Fragmento del discurso del presidente de la Nación, Alberto Fernández.

“El 13% del PBI argentino está representado por compras del Estado, y cuando el Estado compra, compra de todo. Entonces, si tenemos semejante volumen en la capacidad de compra, cómo no vamos a priorizar al capital argentino que produce y da trabajo en Argentina”, expresó.

A su vez, también defendió al proyecto de las acusaciones de que “resta competencia” en el rubro, y ejemplificó: “Cuando un funcionario norteamericano viaja al exterior está obligado a alojarse en un hotel de capitales norteamericanos, lo mismo pasa con los franceses ¿Eso está mal? Está bien, porque están garantizando el desarrollo de su propio capital”.

En esa línea, se cuestionó “¿Por qué no hacerlo nosotros?” y sostuvo que “el error es pensar que de este modo no estamos dejando la libre competencia”. 

Sobre la normativa, precisó que “lo que permite es que si un pyme compite con una multinacional y la diferencia que tiene es mínima respecto de la oferta que se ha hecho, privilegiar a la Pyme”.

Las consignas no suenan novedosas respecto de la prédica que viene sosteniendo el presidente desde su asunción en materia de desarrollo productivo, aunque sí pueden identificarse algunas diferencias.

En el anuncio, sintético e informativo, brillaron por su ausencia las extensas referencias a la “pesada herencia” recibida del Gobierno de Cambiemos, y primó una valoración de la perspectiva de futuro.

A su vez, las intervenciones de Caló y Tamborenea fueron de explícito respaldo a la Ley de Compre, así como al crecimiento que ha registrado el sector en los últimos meses, a medida que la incidencia del Covid-19 fue cediendo en nuestro país.

“Nuestra cámara hace más de diez años que viene trabajando en este proyecto intensamente. Hace 5 que venimos trabajando activamente, lo hemos defendido en el Congreso y hemos tenido el apoyo y los oídos de un par de sus secretarios que han trabajado para esto, que diría que está muy cerca del ideal que presentó CADIEEL”, reconoció el titular de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas.

Al respecto, aseguró: “Nosotros pensamos que si esta política se continúa durante 10 años, vamos a estar hablando de 200 mil puestos de trabajo, en vez de 40 mil”.

Además, Tamborenea destacó el “relevamiento internacional exhaustivo” realizado en 9 países diferentes, tras lo cual enfatizó: “Los países industrializados han defendido el régimen de compras públicas y han engrandecido la producción y sus capacidades, además de la masa laboral”.

A su turno, Caló remarcó que “el que les habla transitó mucho los ex ministerios de Industria pidiendo el Compre Nacional y no lo pudimos lograr, y con este Gobierno lo pudimos lograr”, a la vez que llamó a poner el eje “en que se sale con producción y trabajo” de la crisis económica.

En esa línea, le habló directamente al presidente llamando a dar ese mensaje y le pidió: “No dejemos que nos lleven para la cancha que quieren los rivales, sino a la cancha que queremos nosotros. Y la cancha que nosotros sabemos manejar es esta, Alberto, producción y trabajo”.

Sobre el pasado reciente del rubro, el secretario general de la UOM recordó que “este año los gremios industriales crecimos 80 mil puestos de trabajo; la UOM sola, creció 20 mil”, y llamó a darle continuidad a esta estructura de reactivación.

Días atrás, el ministro de Desarrollo Productivo destacaba la reactivación de la actividad industrial.

[Rápida vuelta de página con ajustes que se irán calibrando en el camino]

La conclusión del período electoral le dio un respiro al palo por palo con la oposición, y el Gobierno parece haberse abocado no sólo a impulsar iniciativas, sino a informarlas fuera de un clima beligerante, más tendiente a la proyección esperanzadora.

También se evitó el auto-enaltecimiento de las políticas públicas motorizadas para dejar a cargo de actores externos -por más o menos cercanos que fueran- el elogio y la valoración.

En definitiva, los primeros diagnósticos en el entorno presidencial parecen ser: por un lado, a ocuparse de levantar el muerto, que nadie se va a olvidar de la performance del Gobierno precedente por no mencionarla en cada acto; por el otro, si las medidas que se toman tienen la mitad del impacto que se anuncia con bombos y platillos, las consecuencias en la opinión pública van a venir solas.

Naturalmente, resta ocuparse de los apremiantes “asuntos urgentes” y en esa línea el oficialismo buscará sacar antes de las legislativas el incremento del piso del Impuesto a las Ganancias a $180.000 impulsado por el diputado nacional, Marcelo Casaretto; al tiempo que el salario mínimo, vital y móvil  -que observó su último aumento en el corriente mes de septiembre- muy probablemente vuelva a aumentar en diciembre.

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