Este lunes, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, anunció la puesta en marcha de la segunda etapa de la iniciativa Argentina Programa, con un discurso fuertemente orientado hacia el público juvenil y acompañado -entre otros funcionarios de Gobierno- por los candidatos a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires.
Situación previsible, debido al carácter del programa en cuestión, pero cuya retórica excedió tópicos como la capacitación, la integración al mercado laboral o el rubro de las nuevas tecnologías; enfocándose en el carácter revolucionario de esa etapa de la vida e intentando minar la inclinación hacia diferentes corrientes de pensamiento en crecimiento por estos días.
En rigor, el discurso del presidente reveló la aparición en el radar del peronismo de un fenómeno que, hasta hace poco, sólo se mencionaba como una preocupación para Juntos por el Cambio: la creciente influencia en los últimos años de discursos de liberalismo económico radical entre los jóvenes.
El fenómeno, fuertemente fogoneado desde las redes sociales con influencers y foristas que divulgan desde hace tiempo una serie de máximas, en general antiestatistas y desreguladoras, viene encontrando un eco creciente hasta el momento circunscripto a la actividad virtual.
Sin embargo, esto ha sido capitalizado por algunos representantes políticos de esta corriente -que encarnan una prédica antipolítica/antipolíticos-; también fuertemente apuntalados por numerosos sectores de medios concentrados.
“A esos liberales píquenles el boleto, muchachos y chicas, porque yo ese discurso lo conozco bien: la libertad esa es libertad para algunos, y es catástrofe y penuria para millones”, solicitó Fernández en un pasaje del acto.
La novedosa aparición de discursos políticos de derecha -de una derecha autopercibida y reconocida sin rubores- entre los jóvenes, sin dudas, trastocó las tradicionales configuraciones del escenario político y electoral; donde habitualmente el peronismo -más aún el peronismo kirchnerista- acostumbra a discutir dicho segmento electoral con partidos de izquierda.
Más preocupación aún debe causar entre la oposición, que ya tuvo su chance de gestión durante cuatro años y demostró no tener, o bien la voluntad, o bien la capacidad, de llevar adelante esas políticas ortodoxamente liberales.
Lo cierto es que, aquellos dirigentes que a fines de 2019 eran objeto de ninguneos o burlas, hoy ya figuran en los discursos y el mapa de las dos principales coaliciones políticas, en la búsqueda de consolidar sus proyectos en las cámaras legislativas.
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— Instituto Nacional de Juventudes (@InjuveArg) August 9, 2021
“Yo he sido joven y, como la mayoría de los jóvenes tenemos adentro nuestro unas enormes ganas de cambiar las cosas, una enorme voluntad por transformar el mundo. Una rebeldía que es propia de la edad y que ojalá nunca muera, porque esa rebeldía ha hecho revoluciones en el mundo”, fue una de las primeras frases resonantes del presidente este lunes desde Tecnópolis.
Recordemos que, además, la presentación de Argentina Programa se dio en el marco de la inauguración de la Semana de las Juventudes; un evento impulsado por el Instituto Nacional de Juvetudes, que conjugará políticas públicas, propuestas, charlas y contenidos.
Fernández destacó que los jóvenes “han sido protagonistas de la historia” y que, cada vez que aparecieron. “lo han hecho para dar vuelta una página”, lo cual atribuyó a la sabiduría de la naturaleza que “pone una semilla de rebeldía, que busca más igualdad, más justicia, más libertad” en las nuevas generaciones.
A su vez, hubo tiempo para hacer mención de la pandemia y las dificultades y conflictos que conllevó en este segmento etario en particular, agregando que “todos pasamos dos años horribles”, en relación a la mayor parte de 2020 y lo que va del presente.
“Le decía el otro día a Cristina (Fernández de Kirchner) que, sin dudas, fueron los peores dos años de mi vida, porque son años de privación; donde le tenés que pedir al otro 'no hagas', 'cuidate'”, confesó el jefe de Estado.
En línea con esto, afirmó que es “algo doloroso” tener que pedir ese tipo de actitudes a la ciudadanía desde la posición de máxima autoridad del Poder Ejecutivo, más aún recordando su visita de campaña al Colegio Nacional de Buenos Aires con Pepe Mujica.
“Les pedí a todos que salieran a la calle a reclamarme las cosas que yo hiciera mal y, de repente, tuve que cambiar el discurso y pedirles 'quédense todos en sus casas'”, lamentó.
Por otro lado, recordó que desde su juventud tiene “un gen que la madurez no apagó” y advirtió: “Unos dicen que uno es revolucionario de joven y conservador de viejo, pero yo mi vocación revolucionaria de joven la sigo manteniendo viva”.
Es por esto -aseguró- que reivindica causas “que tienen que ver con las libertades humanas, de los ciudadanos”. Un perfil progresista que busca revalidar a menudo en sus intervenciones, y que ciertamente ha respaldado en lo que lleva de gestión.
En ese tramo, realizó su aporte a la disputa de sentidos que atraviesa actualmente al concepto de ‘libertad’, apuntando contra los “liberales que hablan de libertades pero son muy conservadores”.
En este sentido, criticó: “En el fondo lo que les proponen a los chicos es que salgan y luchen contra los que les dijeron que se queden en sus casas, pero cuando salgan a la calle dejen que todo siga funcionando como estaba”. Fue allí cuando solicitó a los jóvenes picarles el boleto.
En el último tramo del discurso, resaltó la necesidad de que “todos los jóvenes vuelvan a vivir la vida que queremos”, entre la cual destacó asistir al colegio, juntarse con amigos y poder encontrar un trabajo, dentro de lo cual enmarcó el Argentina Programa.
“Es un proyecto que pretende capacitar a muchos jóvenes para que tengan una salida laboral en una Argentina que tiene un potencial enorme que tiene que ver con el desarrollo informático”, enfatizó.
🎙"Este proyecto capacitará a jóvenes para que tengan una salida laboral en una Argentina con potencial en el sector del software. Además, hemos previsto que puedan acceder a una computadora". El presidente @alferdez en el lanzamiento de la segunda etapa de “Argentina Programa”. pic.twitter.com/xqkXZmVIfC
— Alberto Fernández Prensa (@alferdezprensa) August 9, 2021
La administración del Frente de Todos asumió hace exactamente un año y nueve meses con una serie de desafíos, vinculados a una crisis económica multifacética que signó los últimos dos años de Cambiemos y condicionó con una deuda externa inconmensurable a quien continuara a cargo del Gobierno.
Pero también afrontó algunos otros, fundamentalmente de índole económico, arrastrados desde varios años antes de que Mauricio Macri llegara al poder.
No hace falta explicar que la pandemia de COVID-19 no sólo dificultó la solución de cualquiera de esos problemas -en un contexto donde para colmo se había comenzado a restaurar el Ministerio abocado a la Salud Pública-, sino que agudizó críticamente índices como el de pobreza, desempleo y bajo poder adquisitivo general.
En este sentido, a los esfuerzos dedicados a asistir a Pymes y empresas durante las etapas de restricción de actividades y en la recuperación, en los últimos meses se vienen impulsando diferentes políticas que apuntan claramente a dinamizar el proceso de egreso de la educación básica e integración al mercado laboral.
A las ya históricas becas Progresar, que incluso tuvieron su continuidad durante la gestión precedente, se le han sumado algunos programas como Egresar, destinado a la finalización efectiva de la escuela y -más recientemente- Te Sumo, que apunta a estimular la contratación de mano de obra joven en Pymes y empresas.
El plan “Egresar, proyectá tu futuro”, anunciado a principios de junio por el ministro de Educación, Nicolás Trotta, está dirigido a jóvenes que, en los últimos cuatro años, culminaron su cursada en la educación secundaria pero no pudieron recibirse, por adeudar materias.
Lanzamos el programa "Te Sumo", que va a fomentar la inserción laboral de jóvenes de 18 a 24 años.
— Matías Kulfas (@KulfasM) July 28, 2021
Las PyMEs que contraten jóvenes recibirán una reducción en contribuciones patronales y apoyo del Estado para el pago de los salarios. pic.twitter.com/IZUfZlny7e
En ese marco, entre el 14 de junio y el 16 de julio, quienes desearan culminar su recorrido escolar pudieron anotarse para ser incluidos e incluso aplicar a las becas Egresar, que respaldan con $5.000 mensuales la adquisición de materiales requeridos o el desplazamiento.
La iniciativa permite inscribirse en hasta dos trayectos por cuatrimestre, para terminar de rendir las materias pendientes.
En tanto, a fines de julio, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y su par de Trabajo, Claudio Moroni, anunciaron el lanzamiento del programa Te Sumo.
En el marco de esta política, el Estado cubrirá la mayor parte del salario durante 9 meses, variando el monto según el tamaño de la empresa, a las compañías que contraten personas de entre 19 y 24 años. Otro de los beneficios será el cobro de Aportes No Reembolsables para sostener la contratación y una reducción en las contribuciones patronales, que variará según el género.
Si el desempleo es un problema en líneas generales, la situación entre los jóvenes en particular es crítica y ciertamente más profunda entre las mujeres: las mediciones del INDEC indican un 10,2% de desocupación en el primer trimestre de este año, que entre las mujeres de hasta 29 años alcanza el 24,9% y entre los varones de la misma edad, el 17%.
Es así que, mientras sectores como la industria y el comercio comienzan a desandar un rebote económico tras la crítica recesión de 2020, el Gobierno Nacional busca impulsar particularmente la inserción laboral juvenil y comenzar a contrarrestar en el corto plazo esta tendencia.
Por un lado, es previsible identificar en esa capa social un importante caudal de votos del oficialismo. Por otro, en los planes del oficialismo, el desarrollo de los sectores más jóvenes es condición sine qua non para comenzar a reactivar una productividad orientada, en principio a cubrir la urgente demanda de empleo, pero a mediano y largo plazo hacia rubros más redituables y de formación específica.
En este sentido, tanto la escolaridad como las capacitaciones avanzadas juegan un rol fundamental; más aún si se piensa en el fomento de rubros asociados a las nuevas tecnologías, con los cuales las nuevas generaciones mantienen vínculos cada vez más estrechos -y en muchas ocasiones autodidactas-.
De un vistazo, la propuesta de oportunidades de inserción en una industria dinámica cuyo techo es difícil de calcular suena casi a un contraste con aquellos acuerdos del Gobierno precedente para promover las pasantías de jóvenes en una cadena global de comida rápida.
Si este mensaje logra interpelar a este público objetivo predilecto es sin dudas uno de los factores que jugarán un papel protagónico en las elecciones de medio término.