El reciente episodio de un presunto brote psicótico a causa del consumo de estupefacientes del ex líder de Tan Biónica, Santiago "Chano" Charpentier, que derivó en el disparo en el abdomen por parte de un efectivo de la policía bonaerense, desató una serie de debates sociales que -como suele ocurrir- se mantenían bajo la alfombra hasta que se volvieron imposibles de esconder.
Uno de ellos fue la escasa formación de las fuerzas de seguridad para accionar sobre situaciones críticas sin hacer un uso excesivo de las fuerza.
Hubo quienes aprovecharon para volver a poner sobre la mesa la necesidad de utilizar armas no letales, como pistolas táser: desde Patricia Bullrich y Sergio Berni -que en algunos escenarios se parecen más de lo que se distinguen- hasta los precandidatos a diputados nacionales por CABA, María Eugenia Vidal y Leandro Santoro.
Otro, la necesidad de avanzar sobre una Ley de Salud mental acorde a las necesidades de la población, y desarrollar mecanismos de contención mucho más sólidos para aquellas personas que sufren consumos problemáticos.
Sin dudas, uno de los temas que la coyuntura pedía a gritos era hablar sobre la adicción a las drogas. Sortear el tabú para decir muy claramente lo que significa la adicción, lo que implica, y hacer saber que se puede salir.
En esta empresa, el periodista y conductor de Crónica TV, Juan Cruz Sanz, concretó una intervención destacada, no sólo contando su experiencia en tv abierta, sino también en redes sociales, donde miles de usuarios se sumaron a la labor de concientizar sobre la necesidad de no explorar ese submundo; pero también de pedir ayuda y de hacer lo posible para acompañar a ese amigo, ese familiar o ese conocido que lo necesita.
“La cocaína te lleva a los lugares más oscuros posibles. Es una pesadilla. No, siempre digan no. No hay superhéroes que le ganen. Ese fantasma te amenaza de por vida”, escribió el joven en su perfil de Twitter minutos antes de las 12 de este miércoles.
El posteo sería el inicio de una serie de mensajes tan impactantes como conmovedores, narrando en primera persona las difíciles situaciones que atraviesa una persona dependiente de estupefacientes.
“Yo me creí canchero, vivo. Yo pensé que la tenía clara. Que nada me iba a ganar. La cocaína me llevó a los peores momentos de mi vida. Perdí vida, tiempo, momentos, amor. No dejen solo a su amigo, familiar, no lo señales. No le preguntes ‘¿Por qué?’. Sólo no lo dejes solo”, pidió.
En ese sentido, incluso se permitió un análisis metafórico respecto a una de las maneras en que se suele mencionar coloquialmente el consumo: “¿Por qué crees que le dicen ‘pegarse un tirito’? Porque es eso. Cada línea es un balazo que te asesina lentamente. Te mata el alma, tu salud. Te lo estoy diciendo yo, que sufrí los infiernos más duros”.
El comunicador consideró que pudo “haber sido un Chano más”, de no haber contado con redes de contención y tenido la fuerza para poder salir de ese círculo vicioso.
“Al adicto se lo estigmatiza, se lo señala. Sos una basura, alguien a quien esconder. Sos el merquero, el falopero, el que da vergüenza. Basta de eso”, pidió, al tiempo que afirmó: “Me dicen falopero, merquero, creen que me insultan pero me dan fuerza”.
Yo no tengo vergüenza en hablar de la cocaína. No me enorgullezco, me duele todos los días de mí vida. Pero camino con la frente en alto porque no hice nada malo. Refugiarme en los que me quieren. Ella te persigue y no se cansa nunca. NUNCA.
— Juan Cruz Sanz (@juancruzsanz) July 28, 2021
Respecto a las situaciones de la vida que hicieron posible su recuperación, sostuvo: “Tengo una familia de fierro que no hay día que no se preocupe por mí”, y también contó que varios colegas lo ayudaron en los momentos en que se animó a pedir ayuda.
A propósito de esto, contrastó con la situación de “Chano”, asegurando que a él y su familia los dejaron peleando solos.
“Hoy, los medios que lloran por él, son los mismos hijos de puta que vendían con cada una de sus recaídas. Déjemonos de señalar al adicto como un paria. Es un enfermo más, de una enfermedad más. Basta de hipocresía”, apuntó Sanz con dureza contra el entorno mediático.
A continuación, confesó que mientras escribía se le caían las lágrimas.
“Pienso en Chano, a quien no conozco, y le agradezco a Dios no haber terminado así, y me duele su presente y rezo para que pueda salir y abrazar a su mamá. Lloro porque recuerdo noches enteras encerrado en el borde una cama, solo, días sin dormir”, expresó.
Sobre su historia, señaló que tuvo “ángeles” que lo salvaron, que “saben que esto es día a día”, y reconoce que perdió “tiempo” y “vida”, pero pudo recuperarla. “Quiero que él pueda abrazar a su vieja como yo puedo abrazar a la mía, que nunca dudo en tomarse un avión para acompañarme. No te salvas solo”, sentenció.
El periodista no dudó en enviar un mensaje contundente a la juventud: “Si hay pibes leyendo esto. Por favor, no la prueben. Por favor, digan que no. Les va a ganar. Siempre gana. Siempre”.
Hipocresía @juancruzsanz
— Carmela Moreau (@CarmelaMoreau) July 29, 2021
Todas/os pasamos momentos de dificultad en la vida. Poder hablar de eso y haber salido adelante es un gran logro.
Cuántos se quedan en el camino por ignorantes como los q te agreden, maltrato y/o prejuicios.
La #SaludMental tiene q dejar de ser #tabú https://t.co/Zh6EcoYLSm
La asesora de la jefatura de Gabinete y fundadora del Partido Igualar le manifestó su apoyo.
Si la salida de una adicción es difícil para cualquier persona, hay que contemplar cuánto ayuda y cuánto obstaculiza ese proceso el entorno y, en ese sentido, no sólo incide lo que puedan hacer o dejar de hacer familiares y afectos.
El trabajo puede llegar a ser un ámbito de apoyo o hasta un cable a tierra para alguien con consumos problemáticos, pero para Juan Cruz en lugar de respaldo hubo índices señalando y telegrama de despido.
Sobre esto, contó que lo dejaron “sin nada” por verlo “tomar una línea” en un video. “Pero ¿Sabes qué? No me ayudaron. Me marginaron. Me echaron. Me dejaron sin nada”, añadió.
El joven evaluó que en el registro no lo vieron a él, sino que “se vieron ellos y eso les dio vergüenza” y criticó fuertemente que “los mismos que hoy hablan de Chano son los que me dejaron sin nada por ‘falopero’”.
Sanz aseguró que los dueños del Canal KZO lo citaron a un bar para echarlo tras la viralización del video. “Si, los nombro porque hoy sus programas se rasgan las vestiduras. Hipócritas. Me dieron tres cheques y me dijeron ‘tranqui, en seis meses volves’. Me dejaron tirado”, exclamó.
También apuntó contra la gestión de Cambiemos en la Cámara de Diputados de la Nación, afirmando que lo echaron de DiputadosTV “por teléfono”, alegando que tenían que “cuidar la institución”.
Parece que hay algunos poderosos a los que nos les gustó que cuente su hipocresía. Lo lamento, háganse cargo de su caretaje.
— Juan Cruz Sanz (@juancruzsanz) July 29, 2021
El conductor también cruzó al entonces presidente de la cámara baja, Emilio Monzó, quien -sostuvo- nunca aceptó recibirlo y lo derivaba con su secretaria. “No quiero escuchar a ninguno de esos hablar del ‘flagelo de las drogas’”, advirtió.
Hacia el final, llamó a una reflexión sobre el accionar de los diversos entornos de las personas ante una realidad que atraviesa más gente de la que se piensa: “¿Qué adicto va a pedir ayuda si sabe que cuando lo haga le van a poner un cartel de falopero y lo van a dejar a un costado? Piensen eso”.
Por último, agradeció los múltiples mensajes de apoyo y pidió replicar el mensaje, y concluyó: “Cambiemos. Seamos mejores. Solo reconociendo que algo existe, lo podemos cambiar. Terminar de hablar en voz baja y hablar de frente”.