
La salida de Mauricio Macri para volver a tomarse vacaciones aún incumpliendo el aislamiento como contacto estrecho implicó un cierto triunfo del ala del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que delineó que la exgobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, sea precandidata a legisladora nacional por la Ciudad de Buenos Aires. Esto relegó a la presidenta de Propuesta Republicana, Patricia Bullrich, quien se abocará al armado de las listas.
Pero esto que a primera vista pareció una derrota para la exministra de Seguridad, no fue tan así ya que, aunque dimitió de presentarse en las Elecciones Legislativas Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, tendrá un rol central para pivotear entre los distintos espacios que intersectan en la coalición de Juntos por el Cambio.
Por esto es que, a poco más de dos semanas de la entrega definitiva de las nóminas que se enfrentarán en la contienda primaria, la incidencia de la dirigenta porteña está por verse. Lo cierto es que, tras esta decisión, intrapartidariamente la Unión Cívica Radical y otras organizaciones adherentes están reacomodándose.
En efecto, el neuricientífico Facundo Manes lanzó su precandidatura en la Provincia de Buenos Aires y el PRO se ordena en consecuencia. Se sabe del desembarco del vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, y de la puja del intendente de Vicente López, Jorge Macri, ante la retirada de su primo. Sobre estos últimos dos nombres es en donde se pone el foco ante la estratégica “puesta de primera” del radicalismo.
Todo este marco repercute en el armado platense, donde el intendente local Julio Garro busca garantizarse, previo a las PASO, una definición acerca del arreglo de aquella medida que dejó Vidal antes de irse y que estipulaba la no re-reelección de jefes comunales. Se aguarda que el ciclo que corra sea el corriente, lo que produciría que el mandatario municipal pueda volver a presentarse en 2023, lo que no lo catapultaría a buscar una banca este año.
En eso están gran parte de los y las dirigentes municipales, a sabiendas de la suerte que corrieron posibles precandidatos/as de la estirpe de la aún secretaria de Asistencia a la Víctima y Género de la capital bonaerense -a la que también representa como diputada provincial, Carolina Píparo, y quien se salpicó para tratar de ocultar su rastro tras atropellar dos motociclistas el 1° de enero pasado, el encargado de Seguridad, Darío Ganduglia.
En ese reordenamiento, el PRO platense conserva nombres como Julieta Quintero Chasman (secretaria de Desarrollo) que profundizó su proximidad social, mostrándose cerca de vecinos y vecinas y llevando la bandera de la cierta pata territorial del oficialismo. Sin embargo, también hay otros sectores, sobre todo de la UCR local, que ruegan por más protagonismo.
Es el caso del diputado bonaerense y quien encabeza el radicalismo platense, Diego Rovella, quien últimamente se mostró más despegado de la gestión local tratando de encarnar el rol que la UCR interpretó a nivel provincial con Manes. Por esto, los efectos de las decisiones nacionales van repercutiendo zonalmente.
Lo cierto es que también desde sectores de la Juventud PRO como Romina Cayón y María Victoria Teruggi condensan la puja por apuntarse en la renovación local, en donde el oficialismo pone en juego la mitad de sus bancas y la posibilidad de emparejar o acrecentar el dominio del Concejo Deliberante.
Expectante del asunto, tras el arreglo del brazo “tercera vía” que compuso el dirigente Alejandro Santecchia con el exministro Florencio Randazzo, está el Partido GEN con representación en una banca. Se sabe que Margarita Stolbizer (lider nacional de este espacio) se acerca a Manes para secundarlo en PBA y, a raíz de este movimiento, el edil Gastón Crespo podría adosarse a las filas oficialistas.