Por: Emiliano Russo - DESDE CASA ROSADA
 

En pleno trayecto hacia las elecciones legislativas, el oficialismo del Frente de Todos decidió subir al ring a Mauricio Macri para desacreditar el armado opositor con el que, seguramente, batallará este año. Mientras tanto, en busca de un equilibrio que, afirman, terminará de ordenarse con las listas definidas y la campaña proselitista en marcha, el gobierno dirime tensiones internas, que van desde el aumento de tarifas de los servicios públicos hasta acuerdo por la deuda con el FMI.

Aprovechando la presentación de su libro "Primer Tiempo", el ex presidente Macri viene llevando adelante un raid mediático en el que pretende instalarse para, sin ser candidato en esta ocasión, tener un lugar de decisión en la mesa de Juntos por el Cambio. No obstante, rápidamente fue cruzado por Alberto Fernànandez en su discurso del último lunes al asumir la presidencia del PJ.

El contraste con la gestión macrista viene siendo uno de los ejes de cada funcionario que encabeza un acto oficial. Y esta estrategia no hará más que agudizarse con la cercanía de la campaña proselitista. Polémicas mediante, los tiempos electorales se van acortando: el ministerio del Interior cerró este jueves el plazo oficial para la recepción de propuestas para la licitación del recuento provisorio de las PASO y elecciones generales 2021 y, previsiblemente, se recibieron sólo dos ofertas de parte de Indra y Smarmatic.

Desde el gobierno consideraron "buenas" las propuestas desde el aspecto económico y ahora serán evaluadas desde el aspecto técnico por una Comisión Evaluadora. Más allá de este informe oficial, la firma española parecería ser favorita para quedarse con la compulsa en detrimento de la compañía que había llevado a cabo el proceso de 2019.

Lo cierto es que el oficialismo sigue en ebullición. Las postales que se observaron en el acto de la nueva conducción del PJ en el estadio de Defensores de Belgrano, en el que fue entronizado el presidente Fernández y donde, extrañamente, no habló de la necesidad de “institucionalizar” el FdT como había ocurrido anteriormente, y en la conmemoración del Día de la Memoria en la que Cristina Kirchner, desde la localidad de Las Flores, otra vez volvió a fijar posición sobre el rumbo de gobierno y a condicionar un acuerdo con el FMI.

Las duras palabras de la vicepresidenta, en momentos en que el ministro Martìn Guzmán (Economìa) se encuentra en Estados Unidos negociando los términos de un entendimiento con el organismo crediticio, fueron minimizadas en Casa Rosada. “Dijo, con otra elocuencia, lo mismo que Alberto”, intentó conciliar un funcionario con despacho en Balcarce 50, sorprendido por la dura andanada de críticas que esbozó horas atrás Hebe de Bonafini, cuando sostuvo que presidente y su ministro c con sus acercamientos al Fondo.

Esa actitud del entorno presidencial, con todo, parecería no observar que la sucesión de cuestionamientos del ala kirchnerista de la coalición había comenzado el sábado pasado cuando Amado Boudou, en una charla virtual del Grupo Puebla en la que disertó desde su prisión domiciliaria, deslizó que Guzmán “busca un acuerdo que nos va a hundir” con una “institución colonial” de la potencia norteamericana.

Lo cierto es que el jueves 25 el FMI emitió un comunicado en el que negó que discuta con Argentina una extensión del plazo de pago y una reducción de los intereses, tal como había demandado la “presidenta”, según la anunció la locutora oficial desde Las Flores un dìa antes, un gaffe que fue minimizado por la vocerìa de Casa Rosada.

El tema tarifas también anda agitando la interna oficialista. El subsecretario de Energía, Federico Basualdo, un influyente cuadro de La Cámpora, dijo que las tarifas podrían aumentar desde las próximas semanas en un rango que va del 7 al 15% “sin afectar el poder” adquisitivo de las familias, diferenciándolo del esquema aplicado durante el macrismo. Pareció descartar, de este modo, la segmentación que había propuesto a fines del año pasado el secretario del área, Darìo Martìnez. Este viernes el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, anunció que desde abril las boletas de luz aumentaràn un 7% en su distrito, en otro gesto de alineamiento con los dirigentes kirchneristas que hoy administran los entes reguladores del gas y la electricidad.

Cerca de la ex presidenta quieren minimizar el impacto de las tarifas en los bolsillos de la gente pensando en los comicios que vienen. “Nos votaron para otra cosa”, es el mantra que resuena en el Instituto Patria desde aquel recordado acto de diciembre pasado en el Estado Unico.

En este contexto, resultó sorpresiva la visita del último jueves por la tarde a Casa Rosada que el empresario Marcelo Mindlin, factótum de Pampa Energía y que hoy negocia la venta de su participación en Edenor al ex ministro menemista José Luis Manzano. Esa operación anunciada hace meses, aún no termina de concretarse. ¿Esperarán las partes a que el Ejecutivo defina el cuadro tarifario transitorio? Esa cuestión, quizá, haya sido parte de la charla de unas dos horas que mantuvo con el presidente Fernández. 

El gobierno, más allá del interés electoral, debe reducir la carga de los subsidios en el gasto. Y es una bandera que no solo Guzmán defiende. “Estamos frente a un estado débil, no podemos hacernos cargo de los $18 mil millones que cuesta solventar el transporte escolar del área de la discapacidad que quieren que absorbemos los sindicatos”, se resignó otro funcionario consultado.