
Por: Emiliano Russo - Especial para PolíticaYMedios desde CASA ROSADA
“Cristina lo que hizo fue marcar un rumbo”, explicó un dirigente cercano a la vicepresidenta que destacó, por encima de cualquier otra interpretación a su discurso, la propuesta de “alinear precios, salarios y jubilaciones” para 2021 como forma de recuperar el poder adquisitivo de la población y así encarar las elecciones con buenas expectativas. Es en estos matices sobre la gestión, como lo es la renegociación de tarifas que arrancaría en enero y que sólo incluiría subas significativas para un 15% de los usuarios, donde más se concentran las discusiones de la coalición de gobierno y no tanto, en eventuales cambios de gabinete.
En una semana en la que resonaron las declaraciones de Cristina Kirchner en el acto celebrado el viernes pasado en el Estadio Único platense, el gobierno se abocó a concretar la llegada del primer lote de 300 mil aplicaciones de la vacuna Sputnik V. Con la misma lógica de los “vuelos patrióticos” que al comienzo de la pandemia viajaron a China para traer insumos médicos al país, el Airbus 330 de Aerolíneas Argentinas fue recibido este 24 de diciembre en Ezeiza con toda la parafernalia mediática que pregona la gesta de vacunación “más grande de la historia”.
Con los casos de COVID en aumento y con el cierre de fronteras implementado hasta por lo menos el 8 de enero, el presidente Alberto Fernández mantendrá este sábado una videoconferencia con los gobernadores para “articular” el proceso de inmunización que podría comenzar el lunes 28 de diciembre. Lo importante es que arranque “antes de fin de año” para dar cumplimiento al pronóstico presidencial. Los primeros en recibir las aplicaciones serán los médicos de las terapias intensivas de las distintas jurisdicciones.
El aún cuestionado ministro Ginés González García (Salud), desde la sala de conferencias del aeropuerto de Ezeiza, confirmó este jueves que la medicina aún no está autorizada para aplicar en mayores de 60 años. Y apuntó contra “el no comportamiento” social para justificar la escalada de casos y no descartar mayores restricciones a la circulación. Medidas correctivas, con todo, que no serán de fácil instrumentación luego de ver las oscilaciones en el “comportamiento estatal: cómo se podrá controlar a la muchedumbre que seguramente el 29 de diciembre poblará las afueras del Congreso cuando el Senado intente convertir en ley la legalización del aborto. Se trata de un proyecto del Ejecutivo, que incluso alienta el fervor popular de la “marea verde”.
En Casa Rosada han continuado las negociaciones para intentar destrabar una votación cerrada. El presidente dialogó con el senador rionegrino Alberto Weretilnek, de orientación “celeste”, para convencerlo de apoyar la normativa. “Weretilnek exige cambios a la norma y si no se los dan, se abstiene. Así las cosas estaríamos un voto arriba”, describió una calificada fuente gubernamental que defiende “las dos vidas”. El Ejecutivo quiere evitar un “festival de abstenciones” durante la votación del próximo martes que complique la sanción de la normativa. Tampoco pretende introducir cambios porque devolvería el proyecto a Diputados y entorpecería la planificación oficial de “que sea Ley” antes de 2021.
Todas las miradas estarán puestas en lo que ocurra en el Senado de la Nación, comandado por Cristina Kirchner. La poderosa vice nuevamente movió el avispero con su reto a los funcionarios “que tienen miedo” pero, como quedó dicho, sus declaraciones más punzantes fueron las referidas al modelo que pretende el Ejecutivo implemente durante el año próximo. “Es simple, nos votaron para eso, para que haya consumo y crecimiento”, explicó la fuente consultada que se quejó “de los machos del off” que desde Casa de Gobierno azuzan a la ex mandataria sólo en susurros.
No es el caso de un estrecho colaborador presidencial que, alejado de toda crítica, argumentó que “Cristina dice lo que piensa y nadie lo sintió como amenaza. Estar unidos es la única opción que tiene el peronismo para ganar” en 2021. Con todo, calificó como una “buchoneada” el tuit de la “casi embajadora” rusa Alicia Castro, que señaló al secretario de Comunicación, Juan Pablo Biondi, por no aplaudir el discurso de Cristina que hizo retumbar el estadio techado.
El martes desfilaron por Balcarce 50 los popes de Edenor y Edesur por un anuncio de inversiones, que quedó opacado por un apagón que afectó a media Capital. El kirchnerista Federico Bernal, titular del Enargas, dio precisiones sobre lo que puede pasar en las renegociaciones que comenzarán en enero pero que podrían extenderse durante 2 años. Habrá un ajuste tarifario “transitorio”. En el gobierno aseguran que, en un año electoral, solo un 15% de los usuarios de grandes recursos debería pagar una tarifa casi plena.
Esta semana Alberto Fernández respaldó a su gabinete con declaraciones y con gestos dispensados en un asado celebrado en Olivos durante la noche del miércoles. En el corto plazo, se descartan movimientos en el gabinete más allá que son varios los funcionarios apuntados por las críticas internas y externas.
El jefe de Estado se ocupa del vínculo directo no sólo con los legisladores que deben votar leyes fundamentales. También con sindicalistas, como el maquinista Omar Maturano, al que habría llamado el lunes por la noche para pedir morigerar la medida de fuerza del martes en “los ramales de larga distancia”. Conciliación obligatoria mediante, el paro de trenes se cumplió durante 12 horas pero quedó irresuelto el conflicto por la millonaria deuda que la obra social ferroviaria le reclama a Nación.
Tampoco pudo solucionarse la disputa de trabajadores aceiteros y recibidores de granos (Urgara) con las empresas exportadoras de materias primas que paraliza los principales puertos exportadores hace 16 días. Los gremios acusan a las multinacionales y a la cámara CIARA de no conceder un incremento acorde a la rentabilidad del sector. Aunque el parate impide el ingreso de dólares al país, en los sindicatos sostienen que esa emergencia “no destraba la pasividad” del ministro de Trabajo, Claudio Moroni, que impide arribar a un laudo entre los sectores en pugna.