
Las redes son la auditoría constante y sonante a la que se someten todas las personalidades públicas del mundo. La posibilidad de edición sobre ese pasado genera posibilidades de configurar la historia virtual de las personas e inhabilitar una rehistorización que los golpee como a Julio Garro.
Justo después de que salgan a la luz las publicaciones xenófobas, racistas y homofóbicas de tres rugbyers de Los Pumas -a quienes la Unión Argentina de Rugby suspendió (mejor tarde que nunca)-, un periodista de La Plata difundió las declaraciones que el intendente Garro sostuvo en una nota radiofónica con una emisora local en la cual esbozó su transfobismo.
Cuando terminemos con los rugbiers si quieren pasamos a hablar del intendente @JulioGarro. pic.twitter.com/uFG4sfMn5b
— Vicente Jalil (@vicentejalil_) November 30, 2020
Rápida de reflejos, la famosa actriz y activista por los derechos de las mujeres, Dolores Fonzi habló sobre las repercusiones que tuvo el video y acusó de “impresentable” al mandamás ejecutivo de la región. Asimismo, lo señaló como persona “peligrosa y violenta” y se lamentó porque tenga la “responsabilidad de gobernar".
La ignorancia que maneja el impresentable intendente de La Plata @juliogarro es peligrosa y violenta. Ésta persona tiene la responsabilidad de gobernar. https://t.co/KEzVWz9eq6
— Loles (@FonziDolores) November 30, 2020
Fiel a la formación ligada a “los (peligrosos y violentos) valores de rugby”, Garro, que integró el Club San Luis y fue dirigente de entidades deportivas, desarrolló en aquel video que data de 2015 (previo a ser jefe comunal de la capital provincial producto del arrastre de los votos macristas) una concepción sesgada, arcaica y medieval de la realidad coyuntural.
Discursos de odio ciego y profundo como "no se me ocurre darle trabajo a un travesti (sic); es una locura" o “cuando paso por la zona roja con mis hijas veo travestis desnudos (sic)”, conforman actos profusa e irrevocablemente cuestionables y denunciables que ameritan respuesta de un gobierno vacío, en retirada y un intendente que solo piensa en ver cómo favorece los intereses de sus jefes del PRO (léase, Rodríguez Larreta, Vidal y Macri).
Tras estas declaraciones de Garro, desde el área de comunicación municipal y desde sectores provinciales y nacionales del macrismo vieron con resquemor y recelo estas manifestaciones fanáticas del intendente, el cual comenzaba a hacer campaña en Buenos Aires para buscar elevar su perfil. En ese sentido, en los próximos días se espera un gesto público y se traman decisiones puertas adentro del gobierno local.
Este mazazo llega al momento que el abogado intentaba hacer campaña en medio de una pandemia sin precedentes, viajando a pueblos del Interior de la Provincia mientras la Ciudad atraviesa una crisis fruto de su ausencia como gobierno. Garro evidenció su falta de preparación, su odio a parte de la ciudadanía que gobierna y que, en cierta medida, pudo abonar a sus triunfos electorales.
Sin embargo, como cachetazo de la realidad, el destino le devuelve esta concepción que encarna el propio jefe comunal que descuida la gestión municipal mientras los/as platenses pasan hambre, pierden sus trabajos, no pueden expresar su arte y se ven oprimidos ante el diseño -en ciernes- de un Código de Convivencia represor de las libertades individuales y colectivas.
Todo esto justo se desató justo cuando prolifera la discusión de cambiar la legislación para proponer la re-reelección en los municipios bonaerenses, lo que a Garro le daría la posibilidad de volver a presentarse como candidato local para 2023.