Las tres grandes ciudades del interior de la provincia de Buenos Aires seguirán gobernadas por el macrismo. En La Plata y Bahía Blanca, Julio Garro y Héctor Gay consiguieron ser reelectos y Guillermo Montenegro se convirtió en el sucesor de Carlos Arroyo.
Tanto en la capital bonaerense como en Bahía Blanca se esperaban elecciones más reñidas tras las buenas performances del Frente De Todos en las PASO. Julio Garro consiguió su reelección en La Plata tras obtener el 48,7% de los votos, contra el 40,7% de Florencia Saintout.
En las primarias del 11 de agosto el intendente platense había alcanzo apenas el 35%. Por su parte, Saintout no pudo sostener el 46% que sumó el FDT en la interna de la que participaron 5 candidatos.
En Bahía Blanca, Gay estiró la ventaja por la que se impuso en las primarias. Creció once puntos y alcanzó el 50,9% de los votos contra el candidato del FDT, Federico Susbielles, que obtuvo un 41,4% y que mejoró cuatro puntos su performance en las PASO.
En Mar del Plata se dio la elección más pareja. Con el 94,66% de las mesas escrutadas, el diputado nacional Guillermo Montenegro se quedó con la intendencia y se transformó en el sucesor de Carlos Arroyo. Obtuvo un 40,4% de los votos contra el 37,6% que alcanzó Fernanda Raverta, la candidata del FDT.
En "La feliz" la elección se polarizó entre ambas fuerzas. Raverta creció diez puntos con respecto a las PASO, pero no le alcanzó contra un Montenegro que mejoró cinco puntos en relación al 11 de agosto.
De esta forma, el macrismo se quedó con los tres municipios más poblados del interior de la provincia de Buenos Aires en unas elecciones generales que se preveían más parejas en la previa.