Guillermo Lasso, el banquero que aspira a convertirse en presidente de Ecuador en la segunda vuelta electoral del próximo 2 de abril, incrementó su riqueza en los paraísos fiscales de Panamá, Caimán y Delaware, con 49 empresas offshore a nombre de sus familiares.

Según reveló una investigación del diario argentino Página/12, el dueño del Banco de Guayaquil acumuló una riqueza de 30 millones de dólares, en un año.

La investigación reveló que “entre 1999 y 2000, su fortuna pasó de 1 millón declarados a 31 millones de dólares, gracias a la especulación con los bonos emitidos tras el feriado bancario, el equivalente al corralito argentino”.

Durante el feriado bancario, el entonces presidente Jamil Mahuad, decretó un congelamiento de depósitos por un año. Aun así los bancos quebraron y emitieron a la gente certificados de depósito, comprobantes de que tenían una cantidad determinada de dinero en su cuenta, pero no los podía retirar. Aprovechando la situación, los banqueros recompraron los certificados a un 40 o 50 por ciento de su valor, explica el informe.

“Beneficiario de esa usura, Lasso fue Lasso fue un buitre interno contra los mismos ecuatorianos a los que ahora les pide el voto”, dice la autora, Cynthia García.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, afirmó que se debe investigar a Lasso por las decenas de empresas que habría creado en paraísos fiscales.

En una conferencia de prensa, Correa calificó el hecho como “tremendamente grave” para alguien que aspira la Presidencia y dice que va a genera un millón de empleos. Y agregó que se “deberá investigar si hubo evasión de impuestos”.

Cuando el pueblo ecuatoriano, el pasado 19 de febrero, votó SI al referendo que prohíbe que los funcionarios puedan tener bienes o capitales en paraísos fiscales, Lasso, el candidato de la derecha, resulta ser un banquero offshore.