Si bien son varios los cargos que se definirán este domingo en las elecciones en Ecuador, todas las miras están puestas en quién será el próximo presidente. Lenín Moreno, de Alianza País, y el empresario de derecha, Guillermo Lasso son los principales candidatos.
En el último tiempo, debido a la gran campaña sucia lanzada por los medios hegemónicos contra el presidente Rafael Correa y el candidato Lenín Moreno, el empresario Lasso ha crecido en la intención de voto y ha reducido la ventaja con el representante del ofcialismo. Sin embargo, la mayoría de las encuestas señalan que Moreno podría ganar en primera vuelta.
Para poder quedarse con el triunfo en primer vuelta, Moreno debería sacar más del 40 % de los votos y una diferencia mayor a 10 puntos sobre su rival. Las últimas encuestas aseguran que el candidato de Alianza País conseguiría alrededor del 42% de los votos mientras que Lasso no superaría el techo del 25% al que parece haber llegado.
Moreno representa la continuidad del proceso iniciado por Correa y que – al igual que en Argentina – fue denominado: “La década ganada”.
Lasso representa el neoliberalismo. Todas sus promesas de campaña apuntan al hacia el misma experiencia que se transita hoy en Argentina: Alineamiento absoluto con las políticas y los deseos de Estados Unidos, achicamiento del Estado, privatización, defensa de los intereses de los grupos concentrados de la economía, derogación de la Ley de Medios, destrucción de derechos sociales individuales y colectivos, etc., etc., etc.
Ecuador decide hoy su futuro y gran parte del futuro de la región. Toda América Latina lo mira expectativa y enorme interés.