
El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, el presidente del Partido Justicialista bonaerense, Máximo Kirchner, y el jefe político del Frente Renovador, Sergio Massa, se reunieron este domingo en La Plata para definir la estrategia electoral de cara a las elecciones provinciales del 7 de septiembre próximo.
El encuentro tuvo lugar en la gobernación ubicada en calle 6 entre 51 y 53, Ciudad de La Plata, y se extendió desde las 20 horas hasta las 22, tras lo cual se deslizóa la prensa que se presentarán los candidatos “más competitivos” de cada sección electoral del distrito.
Además, según se precisó, las charlas tendrán continuidad este martes, donde se continuarán puliendo las asperezas del frente del peronismo en el gran bastión opositor desde el cual buscan organizar la resistencia al Gobierno de Javier Milei.
El presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Alexis Guerrera, se hizo presente en la reunión al igual que 10 intendentes del conurbano que serán los encargados de ir bajando al territorio la estrategia adoptada.
El objetivo es “conformar un frente conjunto de cara a las elecciones provinciales del 7 de septiembre y las nacionales del 26 de octubre”, por lo que “se comenzaron a definir los puntos que deben constituir la estrategia electoral conjunta”.
Cabe recordar que en las semanas pasadas las tensiones entre el incipiente kicillofismo y el entorno de Cristina habían comenzado a generar un clima de incertidumbre respecto al armado del peronismo en territorio bonaerense.
Pese a las demostraciones de unidad en defensa de la ex presidenta tras la ratificación de su condena, las hostilidades en el cristinismo para con Kicillof no cesaron y se llegó a deslizar que ambos sectores trabajaban en sendas listas bajo la hipótesis de un no acuerdo.
El mitín de este fin de semana viene a enfriar estas líneas de acción, y todo indicaría que los pesos pesados del peronismo se encaminan a acordar un armado que satisfaga las ambiciones de representación de cada espacio.
Entre los ejes transmitidos se destacan “enfrentar las políticas de ajuste y endeudamiento” del gobierno nacional, “defender la inocencia de Cristina Kirchner y evitar que ingrese la motosierra a la provincia”.
En este sentido, fuentes cercanas a las oartes agregaron que “se acordó que el criterio para elegir los candidatos que encabezarán las listas seccionales serán los referentes más competitivos con el objetivo que el peronismo resulte triunfante en ambas elecciones”.
Naturalmente, elegir los cuadros con mayor arraigo electoral en cada distrito constituiría la estrategia más eficaz de cara a las urnas, pero esto no hace más que postergar la discusión que le ha traído los principales problemas al peronismo, que es la cuestión de la conducción.
El Frente de Todos ganó las elecciones sin mayores inconvenientes y hasta Unión por la Patria redondeó un sólido respaldo después de una administración plagada de falencias, signada por internas a cielo abierto entre los principales accionistas del frente.
Con base en la última experiencia, la victoria electoral sin términos claros en torno a quién tomará las decisiones y en qué dirección es más el principio de un nuevo problema que una solución. El kirchnerismo ya le demostró al gobernador que, de ser necesario, puede oficiar de oposición en la legislatura aún habiendo ingresado en la misma boleta que lo llevó a la gobernación.