
El presidente de la Nación, Javier Milei, brindó este jueves por la noche una maratónica entrevista junto al vocero presidencial y candidato a legislador porteño, Manuel Adorni, donde se explayó oscilando entre análisis económicos, divagues sobre proyectos teatrales que imagina y, como no podía ser de otra manera, amenazas al periodismo.
Lo hizo en un ambiente amable y cuidado a su medida: el canal de steaming Carajo, dedicado exclusivamente al contenido y entretenimiento libertario, protagonizado por seguidores y hasta funcionarios de La Libertad Avanza.
En esta ocasión el mitín se dio en La Misa, el programa que conduce el Daniel Parisini -alias Gordo Dan-, jerarca de las tropas digitales del mileismo en redes sociales, y líder de opinión oficialista.
En línea con la habitual vehemencia que sus seguidores vuelcan sobre los comunicadores de los principales medios de comunicación (y que él mismo suele replicar), el jefe de Estado volvió a denominar con apodos infantiles a algunos de los periodistas reconocidos que esbozaron alguna crítica en los últimos días.
"Están la manga de mandriles infradotados hinchando las pelotas con las reservas", disparó el presidente en uno de los pasajes de la entrevista, en referencia a periodistas y también a reconocidos economistas que cuestionan algunas de las decisiones macroeconómicas.
El Presidente Milei está en su prime absoluto.pic.twitter.com/6csuBCDP08
— ASB (@ASB2509) May 8, 2025
Pero la novedad es que estos mecanismos de disciplinamiento escalaron recientemente de las descalificaciones y apodos a las amenazas: del 'no odiamos lo suficiente a los periodistas' publicado por Milei semanas atrás, hasta las ironías de sus jerarcas de redes sociales en torno a apresar periodistas.
"Veo que estás ahí con una libreta, ¿tenés los nombres de los periodistas que tengo que meter en cana?", ironizó el líder libertario, haciendo estallar en risas a la mesa de sus seguidores.
El propio Gordo Dan fue uno de los que comenzó a agitar la idea en sus redes sociales, obteniendo el repudio generalizado del ambiente mediático, que no interpretó sus sugerencias con el tono jocoso que el tuitero aseguró tener.
Milei contó en este segmento del intercambio que firmó "tres denuncias a distintos periodistas por mentiras", y precisó: "Una es por tratarme de nazi. El presidente de Israel salió a bancarme. Es la banalización del Holocausto".
Además, definió a los comunicadores de prensa como "prostitutas de los políticos" y ratificó el mensaje para sus seguidores: "Si odiás al político, al periodista odiálo más porque cobran por hacer lo que el político no hace. Son calumniadores e inquisidores".
En un contexto alarmante para la libertad de prensa, el presidente Javier Milei banaliza la violencia. Esta vez, no con declaraciones de política económica o insultos en redes sociales, sino con un “chiste” que no tiene gracia: hacer humor sobre a qué periodistas tendría que… pic.twitter.com/S6lRtPGGqW
— Editor✍ (@Editor_76) May 9, 2025
Todo esto a tan sólo algunas semanas de que el periodista opositor Roberto Navarro fuera brutalmente golpeado en la cabeza y por la espalda por dos hombres, situación que obligó a internarlo y lidiar con un delicado estado de salud durante días.
En por de su batalla cultural, el máximo representante del Poder Ejecutivo no se resigna a emplear la violencia como metodología por excelencia. Si los brotes de vehemencia como panelista de TV abierta lo llevaron al sillón de Rivadavia, no se encuentra entre sus planes adoptar formas más conciliadoras en el ejercicio del poder.
Las consecuencias sociales de la agitación de la violencia desde la investidura presidencial son incalculables. El 'vale todo' que baja desde el máximo escalón de representatividad institucional a la ciudadanía deja a las fuerzas sociales libradas a su propia capacidad de demarcarse límites.
La convivencia ciudadana y la construcción de un horizonte común es, hoy por hoy, una labor contra la corriente y a pesar de los esfuerzos atomizadores del presidente de la Nación y proyecto económico, político y cultural.