
Por: Juan Pablo Peralta (Desde Casa Rosada)
Los encargados de las estrategias políticas, económicas y electorales de la Casa Rosada dan la sensación de ir por diferentes carriles a la hora de los intereses conjuntos de un Gobierno sin base de sustentación propia en materia parlamentaria y partidaria. Cuando se inició el proceso electoral en este 2025 resultó inevitable hacer un balance entre quienes serían aliados y adversarios de cara a las generales del 26 de octubre, y en particular en los adelantamientos distritales, como el que hoy tiene en vilo al mileísmo puro -que planificadamente o por necesidad-decidió nacionalizar los comicios en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “Javier confía en su gestión tanto como quienes trabajamos con él, y como ven, no tenemos miedo alguno en plebiscitar lo echo hasta ahora”, le dijo a PolíticaYMedios uno de los hombres que trata a diario al Presidente y a su círculo más íntimo, en el que como en cualquier ámbito, no todos coinciden.
Para quienes responden a Santiago Caputo la lógica de potenciar lo que llevó al poder a los hermanos Milei es la meta. Nos referimos a sostener el discurso ‘anticasta’ y de crítica permanente a la ‘política tradicional’; deslegitimar a los llamados ‘empresaurios’, ‘econochantas’, y en especial al denominado, ‘periodismo ensobrado’. Son muchas las horas que la mesa chica libertaria dedica a revisar medios convencionales y virtuales porque infiere -como lo vio en su momento el kirchnerismo- que ir contra ellos es lo que garantiza ganar ‘la batalla cultural’.
“Tenemos todo el derecho a responder a quienes nos agravian y se dedican a mentir sin asco”, sostiene el grueso del funcionariado libertario. “No vamos a dejar pasar ningún ataque a nuestro Gobierno, porque sabemos qué es lo que buscan; desgastarnos y que nos vayamos, algo que no va a pasar, que se queden tranquilos. Lo que parecen no entender los zurdos es que fuimos elegidos democráticamente y esa opción golpista que demuestran va contra sus propias declamaciones. Así que sería mejor que acepten que vamos a completar nuestro mandato, y no sólo eso, lo vamos a renovar”, sentenció exultante un alto colaborador ministerial con despacho en la sede ejecutiva. “Manuel (Adorni) compite en la Ciudad por convicción, no porque le convenga, acá es un cuadro fundamental, pero todos estamos a disposición del proyecto que encabeza Javier, y al que no le guste, se tendrá que ir a su casa. El ya ha dado claras muestras de eso. Nunca dudó en expulsar a quienes coquetean con ideas de tinte colectivistas y populistas. El ‘afuera’ no era un eslogan dirigido nada más que al achicamiento del Estado, sino también a los que actúan para sostenerlo”, declamó la misma fuente.
Desde el centro de operaciones activo en la Casa de Gobierno insisten con que “las puertas siguen estando abiertas para todos aquellos que vean en nuestras propuestas el camino de salida a esta Argentina decadente”, señaló un referente karinista luego de que anduviera circulando por las galerías rosadas, entre otros, el jefe de bloque mayoritario en la Cámara baja del radicalismo, Rodrigo de Loredo y el gobernador mendocino, Alfredo Cornejo. En función de un armado general, LLA apuesta a sumar voluntades contra los que empiezan a mostrar los dientes, más allá de los primos Macri. Por nombrar algunos, el ex mandatario provincial cordobés, Juan Schiaretti y el actual, Martín Llaryora -quienes ven una merma en la imagen de Milei- apuran, en el primero de los casos una candidatura, y en el segundo, a judicializar el recorte a las cajas previsionales que la Nación mantiene con diversos territorios como el mediterráneo.
En esa línea, Luis Caputo -quien así como celebra el acuerdo con el FMI y la eliminación parcial del cepo pide a los inversores que apuesten por el país- tomó control directo de la Secretaría de Transporte expulsando al schiarettista, Franco Mogetta, incorporando a un outsider en esa materia, Luis Pierrini, empresario mendocino dedicado al rubro de los seguros y un poco a los medios de comunicación. La excusa pública fue que el ex funcionario será candidato violeta, pero en rigor de verdad, se le endosó que no consiguió congelar el aumento del transporte en la zona del AMBA. Un incremento que en plena campaña electoral sufrirá un promedio del entre 5,7% y el 5,9% en los colectivos; en los subtes trepará a $919 el boleto, y en los peajes el aumento será de un 5,7 por ciento. Ahora, su flamante sucesor, que tiene como padrino al titular de ARCA (ex AFIP), Juan Lazo, deberá lidiar para intentar detener el paro de 24 hs que se viene el martes en el sector.
El otro hombre del schiarettismo que podría estar de salida, entre los más de 150 funcionarios que la administración central ya invitó a retirarse, es el presidente del Banco Nación, Daniel Tillard. En su reemplazo quedaría quien es su vice, Darío Wasserman, esposo de la ex camporista, Pilar Ramírez, hoy jefa de la bancada libertaria en la Legislatura Porteña y mandamás partidaria de Karina Milei en la CABA, donde además es jefa de campaña del vocero Adorni, que el miércoles, luego de haber sido acusado de ‘ñoqui’ por el candidato del FIT, Luca Bonfante (en el debate del Canal de la Ciudad) se sintió obligado a dar una miniconferencia de prensa donde básicamente resaltó la baja de combustibles del 4% en YPF -que Shell y Axion no replicaron- y defendió la polémica actitud del asesor Caputo el día anterior, cuando lo acompañó a la confrontación televisiva con el resto de sus 16 contrincantes, y no tuvo mejor idea que molestarse con el fotorreportero Antonio Becerra tomando una foto a su credencial cuando lo retrataba, sabiendo que es el jefe político de la SIDE, a cargo de uno de sus tantos alfiles, Sergio Neiffert, quien todos los días reporta a Santiago C. las actividades del organismo de inteligencia del Estado. El portavoz dijo que lo que había hecho el sobrino del ministro de Hacienda fue con el objetivo de averiguar si la postal había salido bien. Eso, y el encontronazo con Facundo Manes en Diputados pusieron en el ojo de la tormenta al consultor que más poder tiene en el edificio donde funciona el Poder Ejecutivo, algo que de todos modos él promueve a través de apresuradas biografías autorizadas que buscan fomentar su supuesto halo de misterio, en este caso bajo el título de ‘El Monje’.
Posteriormente a los cambios que se hicieron producto de los funerales del Papa Francisco, Milei acompañó a Adorni a Villa Lugano (en la Comuna 8) para hacer una recorrida y arengar contra el kirchnerismo y el macrismo. En esa zona de raigambre peronista se movilizaron unos trescientos militantes que comanda el ex jefe de la barrabrava de Deportivo Laferrere, Fabricio Martínez, que como puntero matancero del presidente de la LLA bonaerense, Sebastián Pareja, tuvo que ser corrido de la superficie partidaria a pedido de José Luis Espert -candidato en la PBA- y de la propia hermana presidencial con el objetivo de evitar el pasado y presente turbio del hincha, que en una oportunidad y debido a sus peligrosas relaciones, fue atacado a tiros por un grupo de sicarios que lo persiguieron 70 cuadras por la Ruta 3 cuando salía de su casa en González Catán.
Así están las cosas en el contexto de todas estas circunstancias, que se cruzan con los discursos del oficialismo y la oposición, tanto en materia económica como en el Índice de percepción de la Corrupción en la gestión, a la que Mauricio Macri apuntó sin piedad al decir que su gobierno la bajó -cuando asumió- de 107 puntos a 66; que el FdT de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Masss la incrementó a 89 “y hoy sigue en el mismo lugar”, afirmó el líder del PRO. Tampoco olvidó reclamar indirectamente por el decreto mileísta que limitó el acceso a la Información Pública y las licitaciones online que motorizó y su ex socio eliminó.
Por estas horas, el PEN enfrenta críticas por los últimos aumentos que autorizó, tanto en tarifas de luz, gas y agua como en prepagas. Algo que se contradice con un jefe de Estado que asegura haber quitado de la pobreza a diez millones de argentinos e incrementar salarios y jubilaciones en dólares, una situación que por ahora no tiene su correlato en la vida cotidiana de la mayoría de los argentinos.