
Después del aplazamiento de todas las actividades de la semana pasada por los días de duelo por la muerte del Papa Francisco, finalmente este martes empieza a tratarse formalmente en la Cámara de Diputados la investigación del cripto escándalo $Libra, con la interpelación del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.
Si bien en la tarde de este lunes se seguía negociando el formato de la sesión y la cantidad de oradores por bloque, sí hay precisiones de que será una extensa jornada, que podría superar las ocho horas de duración inicando a las 14 hs, cuando se abrirá el recinto para las interpelaciones.
El miércoles desde las 10 horas tendrá lugar el segundo paso clave de este procedimiento, cuando se constituya la comisión investigadora, que constará de 28 integrantes y una disputa “palo a palo” por la presidencia de este cuerpo.
Para este martes, junto a las interpelaciones de Francos y Cúneo Libarona, también se habían aprobado las del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, y del titular de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Roberto Silva. Sin embargo, estos funcionarios confirmaron que no asistirán, tras lo cual la oposición comienza a agitar una amenaza del juicio político para presionar al Gobierno.
En una entrevista radial, Francos deslizó que no “es poco” lo que él puede aportar sobre el tema Libra, y acto seguido acusó a la oposición de utilizar el escenario de la interpelación como instrumento de posicionamiento electoral en el marco del inicio de la campaña.
Ciertamente, el jefe de Gabinete no está personalmente implicado en la trama que se está investigando sobre tráfico de influencias, cohecho, estafa y violación a la ley de Ética Pública.
No obstante, las balas le pican cerca por ser el principal ministro político del Gobierno, y en ese sentido es que viene preparando la defensa de Milei y de la secretaria General de Presidencia, Karina Milei.
El primero es acusado de ser partícipe necesario de una megaestafa de alcance mundial, ya que sin su tuit del 14 de febrero pasado promocionando la inversión en la memecoin, el acto defraudatorio no se habría consumado.
Se argumenta que el presidente se apalancó en su investidura presidencial y su popularidad masiva para promocionar ante sus seguidores la compra del activo, cuyo desenlace resultó ser una estafa con pérdidas de hasta 250 millones de dólares para los inversores que adquirieron el activo tras la publicación.
Sin embargo, el proyecto Libra había sido concebido a lo largo de los meses anteriores al calor de encuentros privados de Milei con empresarios cripto en la Casa Rosada y la Quinta de Olivos, que la propia hermana del presidente habría facilitado a cambio de coimas.
En este contexto, Francos viene preparando la defensa del Gobierno junto a Cúneo Libarona, y la línea discursiva será sostener la tesis de que el comportamiento que es objeto de la investigación no se trató de un acto de gestión o de administración pública.
Llegado el caso de que la oposición lo acorrale, Cúneo Libarona se pondrá el traje de abogado penalista y repetirá lo que ya dijo en los medios: que no hubo delito y muchísimo menos dolo del presidente al difundir un negocio privado.
Más allá del tenor de las respuestas que vayan a dar los ministros, para la oposición ésta será una prueba de fuego porque se verá hasta qué punto, habiendo transcurrido dos meses y medio de aquel tuit de Milei, el tema puede seguir haciendo mella y generándolo un costo político al Gobierno.
En la Casa Rosada habían festejado que la correlación de fuerzas en la comisión investigadora quedara empatada en 14 a 14: mitad de opositores con el mandato de “desenmascarar” la responsabilidad del Gobierno en la cripto estafa, y la otra mitad dispuesta a trabar el funcionamiento de la comisión ofreciéndose como un dique de contención.
Este "empate", que no es definitivo sino que está sujeto a los vaivenes de las relaciones políticas del Gobierno con las fuerzas aliadas, fue solo el primer round y se logró gracias a una serie de maniobras especulativas para ampliar los interbloques de La Libertad Avanza y del PRO.
El segundo round será este miércoles en la reunión constitutiva, cuando se pondrá en disputa la presidencia de la comisión investigadora.
Esta batalla es crucial porque la conducción del cuerpo sirve para fijar las reglas del juego, como proponer listas de testigos, administrar los pedidos de informes, y definir cronogramas de trabajo.
Es decir, la presidencia tiene el poder de definir la hoja de ruta y el dinamismo que puede llegar a imprimirle al funcionamiento de la comisión.
Si el oficialismo se apoderara de la presidencia, el tratamiento sería mucho más benévolo para el Gobierno, y hasta se podría ralentizar el funcionamiento de la comisión.
No alcanzaría para paralizar la comisión, como en algún momento se especuló, ya que el dictamen que se aprobó en recinto dispone en su reglamento que la comisión está habilitada a sesionar con un tercio de sus integrantes.
Una vez que se constituya, la comisión podrá formular los cargos, producir la prueba y tendrá tres meses de plazo para coronar en un informe bien detallado con las conclusiones del caso $Libra.