
Pese a los esfuerzos del Gobierno en diálogo con los supermercadistas para que no avalaran aumentos, y de las celebraciones por los casos exitosos, muchas de las remarcaciones persisten en las góndolas y algunas superan el 20%.
El escenario de incertidumbre ocasionado entre el desgaste del esquema cambiario del crawling peg -cuyo fin el mercado ya venía descontando- y la virtual salida del cepo exigida por el FMI generaron un caldo de cultivo para las típicas remarcaciones especulativas.
El salto devaluatorio del lunes de la semana pasada, cuando comenzó a regir la libre flotación entre bandas, fue la profecía autocumplida que muchos grupos empresarios necesitaban verificar para que el martes llegaran los listados de precios con fuertes aumentos.
Sin embargo, la estabilización del tipo de cambio en niveles similares al que exhibía el dólar oficial antes de que entrara en vigencia el esquema de libre flotación entre bandas de $1.000 y $1.400 no produjo un retroceso en la actualización de precios que ejecutaron muchos proveedores el primer día de libre flotación, haciendo gala de unos reflejos de felino.
Así lo reflejó un informe privado que relevó el comportamiento del precio de diversos productos de primera necesidad en supermercados del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), y que deja en offside las celebraciones del ministro de Economía, Luis Caputo, por el éxito puntual de los diálogos con empresas como Molinos Río de La Plata y Unilever.
Desde la cartera de Hacienda se habían adelantado a asegurar públicamente que los precios se habían retrotraído, luego de un comunicado de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) donde informaban la decisión de no aceptar las nuevas listas de presentadas por los proveedores.
El propio presidente de la Nación, Javier Milei, vaticinó en una entrevista con Alejandro Fantino que aquellos empresarios que aumenten los precios "aprenderán el principio de imputación de Menger a la fuerza", ilustrando: "se van a meter los productos en el o...".
Volkswagen retrotrajo la suba de 3 por ciento que había dispuesto post salida del cepo. De esta manera, ninguna automotriz subió precios.
— totocaputo (@LuisCaputoAR) April 22, 2025
Como siempre, la competencia favorece a los consumidores.
🇦🇷🇦🇷🇦🇷
[La realidad en las góndolas]
El Centro de Estudios por la Soberanía Popular “Mariano Moreno” realizó un relevamiento en los últimos días para conocer el comportamiento del precio de una serie de productos seleccionados en algunas de las principales cadenas comerciales, a los fines de verificar cómo impactó el cambio de régimen cambiario en los bolsillos.
Comparando los datos del 7 de abril con los de este lunes 21, pudieron verificar algunos aumentos moderados, como la harina 000, que subió un 6,16%; el café un 5,23%; el aceite un 5%; la cerveza un 4,85%; el pan de mesa un 4,41%; la manteca un 4,08% y la leche entera en sachet 3,44%.
En tanto, una serie de productos puntuales observaron aumentos mucho más abultados. En Coto, la leche larga vida entera marca Coto subió 22,32%, la leche larga vida entera Ciudad del Lago, 19,25%; la polenta instantánea del Campo: 18,67% y la harina leudante Morixe un 13,33%.
En Carrefour, el café La Morenita subió 14,81%; el aceite de girasol Cañuelas 13,65%. En Vea, la cerveza Brahma de litro fue remarcada un 25,02%. En Disco, la leche entera La Serenísima aumentó 12,12%.
La siatuación se torna más crítica aún cuando se observa que la mayor parte de las ventas de productos alimenticios o de primera necesidad se da en comercios de proximidad, como kioskos o almacenes, donde los aumentos suelen ser más pronunciados, debido a los márgenes de ganancia más altos que en las grandes cadenas de supermercado.
Una gran parte de la población no tiene logística para alejarse de su zona geográfica a la hora de adquirir los bienes, y así se estima que el 63% de las ventas de alimentos se da en este tipo de comercios, que venden en volúmenes mucho menores y por ende obtienen ganancias en la diferencia de precio.