
La interna del peronismo bonaerense se volvió a encender con fuerza tras el decreto del gobernador Axel Kicillof para desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales. La senadora y presidenta del bloque de Unión por la Patria en la Cámara Alta bonaerense, Teresa García, salió al cruce con declaraciones explosivas que dejaron en evidencia la magnitud del conflicto: “La quieren jubilar a Cristina, mandarla al bronce, y ella está lejos de eso”.
García, una de las figuras más cercanas a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, acusó a sectores del entorno de Kicillof de intentar desplazar a la actual titular del Partido Justicialista nacional. “Hay muchos dirigentes, cercanos al gobernador, que desean mandarla a la historia”, sentenció la senadora en una entrevista radial. “Son los mismos que le aconsejaron a Alberto Fernández que se separara de Cristina porque no le convenía, y hoy lo replican en la provincia”, lanzó.
La legisladora también expresó su malestar por la forma en la que se tomó la decisión del desdoblamiento: “Me sorprendió la decisión de Kicillof. La Provincia, en los cuarenta años de democracia, siempre votó al mismo tiempo que Nación. No me hubiera imaginado un decreto para llamar a una elección bonaerense”. Aunque evitó hablar de ruptura, advirtió que el escenario actual podría derivar en una “balcanización del peronismo”.
Días atrás, García había anticipado que, de concretarse el desdoblamiento, Cristina Kirchner participaría activamente en la campaña electoral bonaerense. “Ella ha determinado que, en el caso que haya desdoblamiento, va a estar en la provincia de Buenos Aires. En qué condición, en qué lugar, no lo sé. Pero sí va a estar”, confirmó.
El anuncio del desdoblamiento por parte de Kicillof cayó como un balde de agua fría entre los sectores más alineados con el kirchnerismo duro. Desde La Cámpora no tardaron en expresar su rechazo. “No quiere enfrentar a Milei, prefiere romper con Cristina”, fue una de las frases que trascendió de la agrupación que lidera Máximo Kirchner.
En paralelo, y como respuesta política directa al decreto de Kicillof, el sector de García intenta avanzar en el Senado con un proyecto de ley que imponga elecciones “concurrentes” -es decir, el mismo día pero con boletas separadas- y que, además, derogue las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). El proyecto ya fue ingresado hace diez días con la firma de 16 de los 21 senadores del bloque de Unión por la Patria.
El Senado, epicentro de la pulseada por el calendario electoral
Aunque el decreto del gobernador ya fue firmado, en la Legislatura provincial hay margen para intentar revertir la jugada. Desde el cristinismo sostienen que forzar a la ciudadanía a votar dos veces “es un error” y que no hay consenso real para eliminar las PASO sin reemplazarlas por otro mecanismo que garantice la competencia interna.
La propuesta impulsada por Teresa García no solo busca suspender las primarias, sino que estipula que las elecciones generales deben realizarse el 26 de octubre, en coincidencia con los comicios nacionales. De avanzar en el Senado, el texto podría invalidar de hecho el decreto del Ejecutivo provincial, encendiendo aún más la tensión interna.
En ese marco, trascendió que se está gestando una cumbre para este jueves, con el objetivo de evitar una fractura definitiva en Unión por la Patria. La reunión podría incluir a referentes de La Cámpora, el massismo y sectores dialoguistas del peronismo, en un intento por recomponer puentes tras la decisión unilateral del gobernador.
El trasfondo de una disputa que va más allá del calendario
Más allá de las fechas y las formas, la verdadera disputa parece ser por el poder dentro del espacio. Mientras Kicillof busca consolidar su autonomía política, el kirchnerismo duro intenta reordenar el peronismo bonaerense bajo el liderazgo de Cristina Fernández de Kirchner, a quien ven como única figura capaz de evitar una derrota frente al avance libertario en el conurbano.
La discusión por la conformación de listas ya se abrió, y fue justamente ese punto el que trabó las conversaciones en la reunión de ocho horas que mantuvieron el domingo Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner en La Plata. Massa planteó postergar las elecciones para noviembre y preservar la unidad, mientras que Máximo habría aceptado el desdoblamiento solo si se garantizaba una candidatura de Cristina en la Tercera Sección Electoral. Pero el acuerdo no prosperó.
Desde el entorno del gobernador insisten en que “no hay ruptura”, pero las señales en el terreno político apuntan a una crisis profunda dentro del oficialismo provincial, con un calendario incierto, reglas cambiantes y un frente cada vez más fragmentado.