Trump benefició a latinoamérica con los aranceles más bajos, pero el Gobierno lo festejó como un logro propio - Política y Medios
28-04-2025 - Edición Nº6296

GEOPOLÍTICA

Trump benefició a latinoamérica con los aranceles más bajos, pero el Gobierno lo festejó como un logro propio

A pesar de la sugerente publicación de Milei que apuntaba a motivos de amistad, al revisar el listado se encuentran en la misma posición países con menor simpatía, como Chile, Brasil o Colombia. La clave parece ser regional.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles la imposición de aranceles recíprocos masivos a los países con los cuales mantiene relaciones comerciales, sacudiendo los mercados internacionales.

En este marco, desde el Gobierno nacional vieron con buenos ojos que las alícuotas para Argentina serán del 10%, el mínimo dispuesto en esta medida para una serie de naciones. Desde el entorno de Javier Milei hubo quien se jactó de haber sido de los países más beneficiados -o menos perjudicados-, y hasta el presidente realizó una sugerente publicación de la canción “Friends will be friends” de Queen.

En plena conmemoración a los caídos en la Guerra de Malvinas, el mandatario se encontraba con un ojo puesto en Wahington y no se molestó en disimularlo. Las repercusiones de esto se sumaron a los cuestionamientos por un tibio discurso donde coqueteó con reconocer el derecho a la autodeterminación de los Kelpers, en un desafío a la postura histórica de nuestro país respecto al territorio isleño.

El posteo al respecto de una cuenta que se le atribuye en off a Santiago Caputo.

Lo cierto es que, pese a la forzada reivindicación del 'vaso medio lleno' que ensayó el oficialismo, el 10% en las alícuotas representa un incremento respecto a la situación actual, que afectará la competitividad de los bienes producidos en nuestro país y colocados en Estados Unidos (particularmente a las industrias del acero y el aluminio).

Si bien efectivamente se trata de la tasa más baja del listado, tampoco parece haber razones para validar la hipótesis de amistad que sugirió el presidente con el inoportuno posteo de la mítica banda británica justo el 2 de abril.

Es que estos impuestos de “reciprocidad comercial” dispuestos por Trump tienen como objetivo avanzar hacia un equilibrio en términos de impuestos a las importaciones de cada vínculo comercial, y -por caso- la estrategia geopolítica parece haber incidido más que cualquier simpatía.

Así, América Latina en general fue la región que menos sufrió el impacto, anotándose una gran parte de los países con aranceles del 10%. Entre estos, se destacan: Brasil, Chile, Colombia, Perú, Guatemala, República Dominicana, Honduras, El Salvador, y obviamente nuestro país. Algunos de estos, con presidentes abiertamente enfrentados con Trump, como Gabriel Boric (Chile) o Gustavo Petro (Colombia).

Una gran cantidad de países percibieron estas alícuotas a lo largo de todo el mundo, aunque -a juzgar por lo variopinto de sus regiones y sistemas políticos- parecen haber tenido un sentido más bilateral que estratégico.

Cabe aclarar, por ejemplo, que a Venezuela se le impuso un 15%, cifra que sigue siendo relativamente baja en comparación, pese a las mundialmente conocidas hostilidades entre el régimen de Nicolás Maduro y la potencia norteamericana.

Al analizar puntualmente el caso argentino, se puede notar que el endurecimiento de las condiciones comerciales tampoco llega a tornar completamente recíproca la cuestión.

Un informe de la Cámara de Comercio de EE.UU. en la Argentina (AmCham) detalla las diferencias en los principales rubros comerciales:

En alimentos, Argentina grava un 16% frente al 4,6% de EE.UU.
En químicos, 8,1% frente al 0,3%.
En plásticos, 11% frente al 1,4%.
En textiles, 20,9% frente al 6,1%.
En metales, 13,7% frente al 0,2%.

El por qué puede tener que ver con un diagnóstico de la Casa Blanca respecto a la creciente influencia que viene teniendo China en el hemisferio sur americano en las últimas décadas. Algo replicado en amplias regiones del mundo, pero que conlleva una gravedad particular para Estados Unidos en lo que históricamente consideró 'el patio trasero'.

En Argentina en particular, la ascendencia asiática venía siendo muy notoria, de la mano de Gobiernos con un perfil geopolítico más multipolar y alejados de la hegemonía norteamericana.

Al iniciar la gestión de La Libertad Avanza, China no sólo representaba el principal socio comercial -razón por la cual Milei debió recular en su retórica anticomunista-, sino también un aliado clave en la cooperación científica y tecnólogica para el desarrollo de proyectos, por ejemplo, de energía nuclear.

Es así que los aranceles masivos de Trump son interpretados por algunos analistas como un modo de intentar recuperar la hegemonía sobre ciertas naciones, siempre cuidando principalmente la economía real de los estadounidenses.

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