
Los argentinos volverán a las urnas para definir la conformación del Congreso en las elecciones legislativas del próximo 26 de octubre. A diferencia de comicios anteriores, esta vez no se realizarán las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) a nivel nacional, lo que cambia el escenario electoral. Sin embargo, hay otro factor que podría marcar un antes y un después en la estrategia de campaña: la inteligencia artificial (IA) y su creciente papel en la política argentina.
La IA como protagonista en la estrategia electoral
Uno de los nombres que resuena con fuerza en este contexto es Fernando Cerimedo, consultor político y estratega digital clave en la campaña presidencial de Javier Milei en 2023. En los últimos días, Cerimedo generó revuelo en las redes sociales tras publicar un críptico mensaje en la plataforma X: “En estas últimas semanas se hizo realidad algo que soñé por mucho tiempo: sumarme a uno de los mayores proyectos de mi carrera. La magnitud, la innovación y las posibilidades que se abren son simplemente impresionantes. Mucha tecnología, mucha disrupción, sin límites”.
Detrás de este enigmático mensaje se esconde una revelación estratégica: Cerimedo fue designado como representante exclusivo en América Latina de las plataformas Campaign Nucleus y Eyes Over, dos herramientas de inteligencia artificial utilizadas en la campaña presidencial de Donald Trump. Estas tecnologías, que revolucionaron la comunicación política en Estados Unidos, ahora podrían desembarcar en la Argentina y redefinir la manera en que se hacen campañas electorales en la región.
¿Cómo funciona la IA en la política?
Las plataformas Campaign Nucleus y Eyes Over fueron desarrolladas tras la adquisición de Cambridge Analytica por un consorcio inversor estadounidense que invirtió más de 140 millones de dólares en su evolución. En la última elección presidencial de Estados Unidos, estas herramientas permitieron analizar tendencias del electorado con un margen de error de solo 0,2% en el voto popular, según fuentes especializadas.
Estas tecnologías utilizan inteligencia artificial para recopilar y analizar conversaciones digitales en tiempo real, segmentar audiencias y generar mensajes políticos personalizados. También, permiten organizar estructuras territoriales con IA, enviar información estratégica a dispositivos específicos y hasta verificar la identidad de votantes en eventos políticos.
El proyecto es liderado por Brad Parscale, ex estratega digital de Trump, y cuenta con el respaldo de inversores vinculados al sector político. En Argentina, la aplicación de estas tecnologías podría transformar la comunicación política en un contexto donde la IA gana terreno en la estrategia electoral.
¿El futuro de la política argentina estará dominado por la IA?
Cerimedo, a través de su consultora Numen, ha jugado un rol clave en la comunicación digital del sector libertario y ahora expande su influencia en Bolivia, Chile, Uruguay y Serbia. Su acuerdo con Campaign Nucleus y Eyes Over le otorga la licencia para comercializar y gestionar estas herramientas en América Latina, lo que podría darles una ventaja estratégica a los sectores políticos que adopten esta tecnología en sus campañas.
El uso de inteligencia artificial en política plantea varios interrogantes: ¿Podrá influir en los resultados electorales de 2025 en Argentina? ¿Hasta qué punto la segmentación de audiencias y la personalización del mensaje podrán inclinar la balanza electoral? ¿Estamos ante una nueva era donde la IA definirá el rumbo político del país?
Lo cierto es que, en un mundo cada vez más digitalizado, la política no es ajena a la innovación tecnológica. La IA podría convertirse en un factor clave en la construcción del discurso político, la injerencia en los asuntos públicos y de agenda, y redefinir las reglas del juego electoral. Así, es posible que se consolide un modelo de campaña donde la información y la tecnología sean las verdaderas protagonistas.