La gestión de los detenidos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) continúa siendo un factor de discordia entre el Gobierno nacional y la administración local, y este miércoles la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, volvió a ser objeto de cuestionamientos de sus ex correligionarios.

La contienda inició con un posteo en redes sociales del jefe de Gobierno, Jorge Macri, donde aseguró que "el 90% de los presos en la ciudad corresponden al Servicio Penitenciario Federal (SPF).

La Capital Federal viene quedando bajo la lupa en los últimos meses a raíz de numerosas fugas de detenidos de diferentes dependencias policiales, y el conflicto rápidamente adquirió carácter político.

Macri sostuvo en su comunicado que "las comisarías no son cárceles y los policías no son guardiacárceles. Tienen que estar en las calles protegiendo a los porteños, no a los presos", y añadió: "Le solicitamos a la ministra Patricia Bullrich un plan y un calendario con fechas precisas para trasladar a los presos al Sistema Penitenciario Federal".

En este sentido, aseguró que desde la Ciudad están dispustos a "hacer un esfuerzo desde la voluntad y la verdad, superando nuestras diferencias, pero con el interés general por sobre el interés partidario", y buscó dejar "claro" que deben "proteger y darle seguridad a los vecinos de la Ciudad".

Para esto, Macri pidió terminar "con las chicanas que no nos conducen a nada y que solo perjudican a los porteños y preocupan a sus familias", y remarcó: "Dije que es tiempo de policías, sí. Es tiempo también de soluciones políticas concretas".

Sobre el final, concluyó con un mensaje ambiguo, llamando a la cooperación pero advirtiendo el hartazgo: "Avancemos juntos. La Ciudad de Buenos Aires no puede esperar más. Y no vamos a esperar más".

Pero el intento por desligar a la administración municipal de los inconvenientes que vienen ocurriendo con los presos no culminó ahí, sino que Mauricio Macri sumó su intervención para dotar de mayor volumen el reclamo.

Los casi 27.000 policías que tiene la Ciudad tienen que estar al servicio de cuidar las calles y a los porteños, no a los presos. El Ministerio de Seguridad y el Servicio Penitenciario Federal tienen que cumplir con su responsabilidad. La Ciudad está para ayudar, pero las… https://t.co/JDwuzgErzO

— Mauricio Macri (@mauriciomacri) March 5, 2025

"Los casi 27.000 policías que tiene la Ciudad tienen que estar al servicio de cuidar las calles y a los porteños, no a los presos", manifestó el ex presidente de la Nación citando la publicación de su primo.

A continuación, sentenció: "El Ministerio de Seguridad y el Servicio Penitenciario Federal tienen que cumplir con su responsabilidad. La Ciudad está para ayudar, pero las comisarías no son cárceles".

El reclamo no cayó naca bien en la cartera de Seguridad, y la ministra -que desde su ida al Gobierno de La Libertad Avanza se vio paulatinamente desplazada de su jerarquía al interior del PRO- recogió el guante rápidamente.

Bullrich respondió que "el país requiere que ustedes dejen de pensar en sus intereses particulares y usar la Ciudad de botín" y advirtió que "Se acabó esa Argentina".

La funcionaria se mostró intransigente con el reclamo de los Macri y advirtió que "está decidido que el resto del país no va a continuar manteniendo a los delincuentes de CABA", agregando que "todas las provincias se hacen cargo de sus presos y cárceles".

En esa misma línea, hizo gala del modelo de austeridad que propicia el Gobierno de Javier Milei y lanzó una crítica por elevación a las prioridades en el gasto de Capital Federal: "Es momento de que dejen de financiar festivales, firmen la transferencia y hagan lo mismo".

Bullrich arremetió afirmando que "se quedaron con la policía, se quedaron con la cárcel de Devoto, pero pretenden que el resto del país les banque los presos".

Sobre el final, cuestionó que "la cárcel que se comprometieron a terminar en Marcos Paz debía estar lista en 2020, pero cinco años de desidia y 2000 presos hacinados después, vienen a pedirme que me los lleve", concluyendo: "Gestionar la seguridad no es diseñar uniformes".