¿Es Argentina un ejemplo mundial?: Lo que Milei no dijo en Davos - Política y Medios
18-02-2025 - Edición Nº6227

OPINIÓN

¿Es Argentina un ejemplo mundial?: Lo que Milei no dijo en Davos

Lo que Milei considera un “ejemplo mundial” no es más que una versión exacerbada de un modelo neoliberal que ha fracasado en reiteradas ocasiones en nuestra región.

Por: Cecilia Gómez Mirada

 

Las declaraciones del presidente argentino, Javier Milei, en el Foro Económico Mundial de Davos han generado una gran repercusión tanto a nivel nacional como internacional. Milei afirmó que “La Argentina se ha convertido en un ejemplo mundial”, destacando los cambios impulsados por su gobierno en materia económica y política. Sin embargo, esta afirmación no puede ser aceptada sin un análisis crítico de las medidas adoptadas y su impacto en nuestra sociedad.

Resulta paradójico que en un país donde las desigualdades sociales se han profundizado en los últimos meses, el presidente hable de “argentina ejemplo o de ejemplaridad”. Mientras Milei se presenta como un defensor del libre mercado y la eficiencia estatal, millones de argentinos y argentinas siguen luchando por acceder a derechos básicos como la salud, la educación y un empleo digno.

En este contexto, no podemos ignorar que un 53 % de los argentinos vive en hogares pobres, y que la desocupación aumentó a 7,6 %. Como consecuencia, 7 de cada 10 niños y niñas viven en la pobreza, una realidad que compromete su desarrollo integral y su capacidad para insertarse en el mundo laboral en el futuro cercano. Las cifras de pobreza y desempleo no pueden ocultarse detrás de discursos que priorizani ndicadores macroeconómicos por sobre el bienestar humano.

El presidente también destacó las reformas estructurales que, según él, han devuelto la confianza de los inversores extranjeros.

Sin embargo, esta confianza no necesariamente se traduce en beneficios para la mayoría de los argentinos. Los recortesp resupuestarios han debilitado la capacidad del Estado para garantizar derechos

fundamentales, potenciar las economías regionales y promover el desarrolloe quitativo. Además, la apertura indiscriminada de importaciones ha afectado gravemente al as pymes e industrias locales, debilitando uno de los motores esenciales de la economía y dejando a miles de trabajadores en situación de vulnerabilidad.

Lo que Milei considera un “ejemplo mundial” no es más que una versióne xacerbada de un modelo neoliberal que ha fracasado en reiteradas ocasiones en nuestra región. La idea de que la desregulación y la meritocracia resolverán problemase structurales ignora las complejidades de una sociedad profundamente desigual y diversa.

Además, no podemos dejar de lado los derechos humanos, que deben ser el pilarf undamental de cualquier política pública. La reciente restitución de la identidad de la nieta 139 por parte de las Abuelas de Plaza de Mayo es un recordatorio poderoso de lai mportancia de la memoria, la verdad y la justicia. Este logro subraya la necesidad de un

Estado comprometido con la protección de estos valores. Mientras celebramos este avance, debemos exigir que las instituciones dedicadas a su defensa sean fortalecidas para garantizar que estas conquistas se mantengan.

En cuanto a ciencia y tecnología, el desfinanciamiento crónico ha dejado a investigadores en condiciones precarias, amenazando avances fundamentales para el desarrollo del país.

Al mismo tiempo, los tecnócratas a cargo del ejecutivo nacional, que descreen de la crisis climática, ignoran la urgencia de implementar políticas sostenibles, agravando los problemas ambientales y sociales. La ausencia de políticas para abordar la crisis climática pone en peligro sectores fundamentales como la agricultura en la región centro, desatendida por el gobierno a pesar de su importancia económica.

Por otro lado, el discurso de Milei ataca frontalmente las luchas históricas de los movimientos feministas y de la diversidad sexual en la Argentina. Nuestro país ha sido líder y ejemplo real en conquistas como el Matrimonio Igualitario, la Ley de Identidad de Género y la IVE, avances que han transformado vidas y construido una sociedad más inclusiva. Sin embargo, estas conquistas necesitan ser respaldadas y profundizadas con políticas que garanticen la igualdad real, algo que parece estar lejos de las prioridades de la actual gestión.

El mensaje que se transmite desde Davos resulta muy preocupante. Mientras las elites celebran las políticas de financiarización de la economía, de ajuste y la “batalla cultural”, las voces de quienes sufren sus consecuencias quedan relegadas. La Argentina no puede ser un ejemplo mundial si excluye a los sectores más vulnerables y perpetúa las inequidades.

Es fundamental que como sociedad reflexionemos sobre qué tipo de “ejemplo” queremos ser. El debate no debe limitarse solo a números y estadísticas, sino considerar los valores esenciales que sostienen nuestro pacto democrático. La justicia social, la solidaridad y la igualdad de oportunidades no son solo aspiraciones, sino condiciones necesarias para el desarrollo sostenible.

Este es el debate que debemos impulsar para construir un país que no solo se posicione como ejemplo en el ámbito global, sino que también sea un lugar digno para todas y todos.

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