
El sistema eléctrico se prepara para enfrentar la primera ola de calor y trabaja bajo la hipótesis de que durante esta semana se superen los récords de energía y potencia que demanden los usuarios de todo el país.
“La demanda tiene alta probabilidad de alcanzar o superar los récords vigentes de energía y potencia (597.7 GWh y 29.653 MW)”, señaló en su informe semanal la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA).
Como viene ocurriendo en estas ocasiones, los picos de estrés del sistema eléctrico podrían desencadenar cortes diagramados para aliviar la red, que fueron anticipados por el jefe de Gabinete Guillermo Francos en septiembre; cortes involuntarios e incluso apagones.
Cammesa realizó esta proyección con “los pronósticos disponibles que indican que entre el 11 y el 17 de enero se presentarán temperaturas máximas de 36° y mínimas de 25° en CABA, resultando medias entre 30° y 31°”, y situaciones más exigentes aún en el centro y el Norte del país, alcanzando entre 32° y 34°.
En este contexto se prevé la posibilidad de importación de energía desde Chile, Uruguay, Bolivia y Brasil, lo cual depende de la disponibilidad que tenga cada uno de estos países. Por otro lado se indicó que las condiciones de transporte y distribución están en condiciones “normales”.
De acuerdo a las previsiones, la peor situación se prevé para el jueves 16, cuando se estima un pico de demanda de 29.662 MW anticipando un nuevo récord por encima del máximo histórico de 29.653 MW del 1 de febrero de 2024.
En esa misma línea se expresó el presidente de Edenor, Edgardo Volosín, quien advirtió en las últimas horas que “el problema principal no es solo la cantidad de energía que se consume, sino cómo se consume. El uso de aires acondicionados es uno de los factores más críticos”.
En una entravista radial, el empresario precisó que “este jueves la temperatura alcanzará los 36 grados, lo cual no es el pico más alto que tuvimos históricamente, pero sí pondrá estrés en el sistema eléctrico por diversos factores”.
“Muchas veces en una casa vemos que hay tres o cuatro aparatos prendidos al mismo tiempo, incluso en habitaciones donde no hay personas. Esta simultaneidad genera un impacto muy alto en el sistema”, explicó Volosín, precisando que estos aparatos en simultáneo pueden tomar el 25% del consumo eléctrico en momentos de alta demanda.
“Ese 25% usado de manera simultánea tiene un impacto altísimo. Si bien puede parecer un porcentaje relativamente bajo, en el contexto de un sistema que ya está exigido, la simultaneidad lo sobrecarga y produce efectos no deseados”, agregó.
En la misma línea que Francos, el ejecutivo volvió a cargar las tintas sobre la desinversión en el pasado por la política tarifaria aplicada: “Venimos de décadas de atraso tarifario que generaron una falta de inversión. Esto dejó al sistema en una situación frágil, con el 40% de las instalaciones al final de su vida útil”.