Aumentar la presión internacional sobre Maduro: la estrategia del Gobierno para liberar al gendarme Gallo - Política y Medios
18-02-2025 - Edición Nº6227

AUMENTA LA TENSIÓN

Aumentar la presión internacional sobre Maduro: la estrategia del Gobierno para liberar al gendarme Gallo

Descartada la posibilidad de un cambio de Gobierno por la vía electoral, Milei y el equipo diplomático ya trabajan en persuadir a los organismos internacionales y buscarán ampararse en Trump para avanzar sobre el régimen venezolano.

Luego de la asunción de Nicolás Maduro a la presidencia de Venezuela, el Gobierno nacional desestima la carta de respaldo a Edmundo González Urrutia, candidato opositor que se declaró ganador de las elecciones en Venezuela, e inicia una estrategia de incrementar la presión internacional para la liberación del gendarme Nahuel Agustín Gallo.

El líder bolivariano se perpetuó en el poder ante la desaprobacion de buena parte de la comunidad política internacional sin siquiera exhibir las actas que acreditaran el resultado electoral, blanqueando la vulneración institucional que la oposición venezolana denuncia desde hace años.

Caídas las posibilidades de una sucesión de Gobierno, la administración de Javier Milei ya puso a trabajar las estrategias diplomáticas internacionales para aumentar la presión sobre el régimen de Maduro, sostenido exclusivamente en sus fuerzas armadas y de Seguridad.

Estas mismas fuerzas fueron las que detuvieron al gendarme argentino el pasado 8 de diciembre, momento desde el cual perdió contacto con su familia y desde el cual sólo se conoce su estado a través de imágenes filtradas por el Gobierno venezolano.

Gallo fue investigado inicialmente por presuntas tareas de espionaje y, al escalar las tensiones entre los Gobiernos, fue acusado públicamente por el dictador venezolano de conspirar para asesinar a la vicepresidenta, Delcy Rodríguez.

En el medio, más allá de los intentos diplomáticos por destrabar la situación, referentes de primer nivel del Gobierno argentino como el propio Milei y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, jamás bajaron el tono de la discusión. Entre otras acusaciones, tildaron a Maduro de "dictador sangriento" y de encabezar un "régimen asesino", con lo cual las negociaciones bilaterales no progresaron demasiado.

En esa misma línea, el mandatario argentino apoyó las movilizaciones opositoras con la dirigenta María Corina Machado a la cabeza reclamando el reconocimiento de la victoria opositora, y recibió al propio González Urrutia en Casa Rosada. No obstante, tras la detención de Machado que duró algunas horas, el presunto candidato electo optó por no retornar al país para asumir.

El Gobierno rápidamente dio vuelta la página, y ya trabaja en un informe con el objetivo de denunciar al régimen de Maduro ante tribunales internacionales por violaciones a los derechos humanos, tipificando el caso de Gallo como una “desaparición forzada”. Para esto, el canciller Gerardo Werthein y su equipo trabaja de forma reservada con contactos diplomáticos globales.

Entre las líneas que maneja la cartera de Relaciones Exteriores, la detención ilegal de Gallo se encuentra ligada a unas 120 detenciones de ciudadanos internacionales, que el régimen utiliza a modo extorsivo para garantizar impunidad en la comunidad internacional.

Paradójicamente, la nación que más ayuda brindó desde el inicio del conflicto fue Brasil, Gobierno con el cual Milei también entabla un enfrentamiento desde su asunción. El personal diplomático del país carioca custodia la embajada argentina desde que las autoridades venezolanas ordenaron su expulsión, y oficia de intermediador transmitiendo información sobre la situación de Gallo.

No obstante, ni la situación ha avanzado demasiado desde su momento crítico, ni el Gobierno argentino flexibilizó su postura intransigente, con lo cual la estrategia al día de hoy continúa siendo profundizar la presión.

En el corto plazo, en la cúpula del Gobierno esperan que la cercana asunción de Donald Trump en la Casa Blanca facilite las gestiones en este sentido y aumente el poder relativo de Milei en la región, por su consideración en Washington.

Desde esa posición, el mandatario nacional buscaría catapultar una avanzada global contra el régimen bolivariano, amparándose en organismos multilaterales, con el objetivo de llevar al régimen ante los organismos de justicia internacionales.

Sin embargo, no está de más recordar que Venezuela cuenta desde hace años con el respaldo político de dos de las potencias más gravitantes del mundo. Tanto Rusia como China operan como respaldo a nivel global de la piedra en el zapato de Estados Unidos en su propio continente, y difícilmente contribuyan a la causa.

Otra incógnita es cuál es el nivel de compromiso real que el magnate norteamericano mantendrá con el Gobierno argentino una vez que asuma su presidencia. A lo largo de la historia, los acercamientos entre ambos países se dieron de un modo menos recíproco del que a nuestro país le hubiera convenido.

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