La administración de Javier Milei fue bien recibida por los mercados financieros que -en contraste con la magra economía que experimenta la mayor parte de los argentinos- hicieron volar por el aire las cotizaciones de las principales empresas argentinas en Wall Street.
La motosierra y la licuadora que derivaron en una dramática pérdida en el poder adquisitivo, el empleo y la calidad de vida de la ciudadanía dio como resultado un modelo macroeconómico fetiche para los inversores, que apuntalaron este veranito financiero para las firmas locales.
Al ritmo de la desaceleración de la inflación y la caída del riesgo país, también incrementaron notablemente su valor los bonos emitidos por el Gobierno argentino, alcanzando estadísticas alcistas más habituales en mercados de alto riesgo -como el de las criptomonedas- que en el bursátil.
A lo largo del año, algunas de las compañías nacionales que cotizan en Wall Street marcaron incrementos hasta del 300% en su capitalización bursátil, particularmente entre los bancos. El valor de mercado de las 21 compañías juntas superaba en estos días los US$200.000 millones
La empresa que -con amplia distancia- lidera el grupo desde hace mucho tiempo es Mercado Libre, que superaba este martes los US$91.700 millones de dólares, aunque no fue de las que más vio subir sus acciones durante este año. La empresa del oficialista Marcos Galperín subió un 18% a lo largo de este año.
Tenaris, que le sigue con poco más de US$21.000 millones de market cap, también tuvo un moderado incremento del 12%.
El podio lo cierra YPF, que sí se acerca al grupo de las compañías 'bullish' o alcistas de este año, con un incremento del orden del 172% en sus acciones, consagrándose como la empresa del sector energético mejor capitalizada en la bolsa durante este período.
En el marco de la estabilización macroeconómica del país, que favorece la actividad de los bancos y las previsiones a futuro, el sector financiero traccionó las subas.
El Grupo Financiero Galicia, por ejemplo, experimentó una mejora de 305% este año, con acciones que volaron desde los US$16,96 hacia US$68 y una capitalización bursátil que escaló hasta los US$ 9.929 millones. Le siguió el Banco Macro, que incrementó su cotización un 279% trepando a US$ 6.675 millones.
También tuvo una buena performance el BBVA, subiendo 266% y rozando los US$ 4.000 millones y el Banco Supervielle, cuyas acciones se apreciaron un 294%, alcanzando US$1.256 millones de market cap
Desde GMA Capital explicaron que “las entidades financieras, con mayor certidumbre sobre el marco monetario y con el descarte de la dolarización o reestructuración agresiva de Leliq y pases al comienzo del mandato, pudieron volver a ‘actuar como bancos’”.
A través de un informe, evaluaron que “así, lograron capitalizar el bajo stock de crédito al sector privado de principios del año, incrementando éste en 1,6 puntos del PIB en los últimos 6 meses”.
En las últimas horas, la multinacional financiera Morgan Stanley también valoró el potencial del sector bancario argentino, tras lo cual volvieron a dispararse las compras de acciones.
Desde la óptica del gigante con sede en Nueva York, nuestro país podría posicionarse como el mercado bancario de mayor crecimiento en América Latina a raíz de la restructuración económica y financiera que viene implementando el ministro de Economía, Luis Caputo.
Esto además, se suma a que la actividad bancaria es sumamente baja en la actualidad, con un ratio de préstamos al PBI de un 12%, el más bajo de la región a pesar de constituir la tercera economía de latinoamérica. De allí que se observe el gran potencial para el sector en los años venideros, con posibilidades de ampliar el acceso al crédito y a los servicios financieros.
En su reporte, manifiestan que “un entorno económico más constructivo podría convertir a Argentina en el mercado bancario de mayor crecimiento en la región” y proyectan “un crecimiento de préstamos del 35% en términos reales durante los próximos tres años, el más alto de toda América Latina”.
Entre los factores que podrían favorecer al desempeño bancario se encuentra la amplia clase media que aún se sostiene en el país, un diferencial sobre la mayor parte de los países de la región. Este considerable grupo social con cierto poder adquisitivo podría ir incrementando la adopción del crédito u otros productos financieros a medida que se vayan gestando mejoras en la economía de bolsillo acompañadas de una previsibilidad inflacionaria y del tipo de cambio.
A pesar del viento favorable que signó el período 2024, algunas de las empresas no lograron encolumnarse entre la ganadoras y marcaron leves subas o pérdidas. Tal es el caso de Globant (-1%), Ternium (-27%) y Bioceres (-50%).