Sin Ficha Limpia 

Por tercera vez, la Cámara de Diputados fracasó en un intento de tratar la ley de ficha limpia, que impide las candidaturas a quienes tengan una condena por corrupción en segunda instancia. No fue posible el quórum por ausencias en todos los bloques, pero el oficialismo fue el que más sillas vacías dejó: un total de ocho.

El PRO tuvo tres faltazos y hubo dos en cada uno de los bloques radicales, mientras que los partidos provinciales dejaron sus bancas totalmente vacías, por pedido de sus gobernadores y, además, porque al Gobierno no le interesó demasiado apurar el tema.

Javier Milei explicó que quería una ley mejor para que los gobiernos feudales no intervengan en la definición de candidaturas. Sin embargo, el texto no autoriza esa situación, ya que empodera al Tribunal de Casación Penal. La versión más fuerte es que Milei teme de una embestida futura de la justicia.

Con deuda 

Javier Milei se anotó otro triunfo en el Congreso antes del cierre del periodo ordinario: ninguna cámara rechazó el DNU 846, que flexibiliza las condiciones del canje de deuda. 

En Diputados hubo un intento con sesión incluida el martes, pero una vez más los gobernadores dejaron sillas vacías en todos los bloques y no hubo quórum.

En el Senado, con ese antecedente, UP no se animó a pedir que se abriera el recinto el jueves y dejó pasar la última oportunidad. El Presidente se salió con la suya y podrá canjear bonos sin importar las monedas. 

El juego, en la mira

La Libertad Avanza, el PRO y la UCR, aliados de un virtual frente oficialista en los últimos meses, no lograron detener la aprobación de un proyecto que regula las apuestas de azar y pone fuertes límites al juego online. 

El oficialismo denuncia que atenta contra la libertad de expresión, porque contempla la posibilidad de penar a los influencers que promocionan apuestas virtuales. Además, prohíbe el uso de tarjetas de créditos para el juego. 

Hubo un intenso lobby de los protagonistas de la industria para que el proyecto no fuera aprobado y hasta hubo conteos detrás de las cortinas del recinto para enviarlo a comisión. La UCR no se animó aunque luego no lo votó. El Senado deberá tomar el asunto en 2025.

Corte incompleta 

La designación de miembros de la Corte Suprema quedó paralizada, por una negociación trunca entre el Gobierno y el bloque de senadores de Unión por la Patria, que tiene los miembros necesarios para habilitar los dos tercios. O impedirlo.

UP aportó el lunes las tres firmas que faltaban para dictaminar el pliego de Ariel Lijo, pero el oficialismo no presentó los despachos porque quiere que también estén las rúbricas para despachar a Manuel García-Mansilla. 

La opción inmediata del Gobierno es el nombramiento de ambos por decreto, pero encontró una traba: durante el informe de gestión de Guillermo Francos, el jefe de UP, José Mayans, le entregó una carpeta con un compromiso de los 33 miembros de su bloque de no debatir pliegos de candidatos que hayan sido nombrados por decreto. Lijo ya avisó que prefiere esperar. La negociación está trabada.

¿Todo cerrado?

Javier Milei amaga con citar a sesiones extraordinarias para diciembre pero aún no se conoce el decreto, al parecer, porque no hay acuerdo en el Gobierno.

Ocurre que Santiago Caputo quiere abrir el recinto para tratar la suspensión de las elecciones primarias pero choca con el pragmatismo de Martín Menem, quien prefiere tener todo cerrado hasta marzo. Además, la oposición pide tratar los temas pendientes, como Ficha Limpia y Presupuesto. 

Ocurre que la construcción de mayorías no está tan clara y al menos quiere esperar que pase un tiempo para volver a contar. La definición la tendrá Karina Milei.