El Gobierno, los espacios aliados y la oposición dura se sacan chispas en la víspera de la sesión especial de la Cámara de Diputados, donde diferentes fuerzas buscan poner un límite a las atribuciones que la administración de Javier Milei se autoadjudica a través de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU).
Mientras los bloques que solicitaron la labor parlamentaria, Encuentro Federal, Unión por la Patria, los radicales disidentes de Democracia por Siempre y Por Santa Cruz confiaban en lograr el quórum necesario para llevar adelante el debate; el PRO anunció en las últimas horas que no dará quórum y desde Casa Rosada intensifican las presiones sobre los gobernadores.
El Poder Ejecutivo y sus operadores en la Cámara de Diputados queman las naves apuntando a las provincias para que sus diputados no den quórum, o al menos para que no voten a favor del rechazo al DNU 846 por el que el Gobierno se autofacultó a canjear deuda sin pasar por el Congreso.
Fuentes parlamentarias deslizaron que, aunque no se dice a viva voz, el Gobierno emplea como palanca de negociación el proyecto de Presupuesto 2025, donde se prevén fondos para las provincias; y amenaza con retirarlo en caso de que no le permitan atribuciones extraordinarias para los asuntos de deuda externa.
La síntesis de los rosqueros de Balcarce 50 es: si no se sabotean los planes de la oposición dura para ponerle un freno a los decretos -ya sea por quórum o por votación negativa- 2025 será un nuevo año sin partidas extraordinarias para las provincias.
El oficialismo podría pisar el tratamiento y no sancionar ningún presupuesto, a sabiendas de que en última instancia gozará del derecho a disponer discrecionalmente de los recursos del Estado. El primer aviso lo dio el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, José Luis Espert, cuando la semana pasada suspendió toda la actividad de ese cuerpo.
Fueron señales inquietantes para la oposición, especialmente la dialoguista, que quiere votar un presupuesto acorde para ponerle un corset al Gobierno en el manejo de los gastos para el año que viene. Para la oposición intransigente de Unión por la Patria y el Frente de Izquierda, no cambia la ecuación, siendo que votarán en contra de cualquier versión del Presupuesto que presente el oficialismo.
De todos modos en el peronismo están alertas, porque son incesantes los llamados del Ministerio de Interior como del presidente de la Cámara baja, Martín Menem, a los diputados de Catamarca, que responden a Raúl Jalil, quien ya ayudó al Gobierno a blindar el veto a la ley de Financiamiento Universitario.
Desde el oficialismo también se comunicaron con los diputados de UxP de La Rioja, tratando de aprovechar que siguen calientes las brasas de la reciente interna entre el gobernador Ricardo Quintela con el resto del peronismo, más cercano a Cristina Kirchner.
Si bien los diálogos no tuvieron éxito con los riojanos, los catamarqueños sí estarían dispuestos a colaborar con el oficialismo, que además da por hecho el apoyo de los tres peronistas tucumanos del bloque Independencia, que responden a Osvaldo Jaldo y fueron eyectados del bloque peronista tras el respaldo brindado en la Ley Bases.
Asimismo, podrían sumar la colaboración de los diputados de Innovación Federal, tanto los salteños del mandatario Gustavo Sáenz como los misioneros conducidos por Carlos Rovira y el gobernador Hugo Passalacqua.
Basta del bloqueo de sindicalistas mafiosos en Aerolíneas y en muchas empresas más: pedimos que se trate la Ley de Democratización Sindical.
— PRO (@proargentina) November 11, 2024
Terminemos con la corrupción: pedimos que se debata la Ley de Ficha Limpia.
Sobre la Ley DNU: no vamos a votar con el kirchnerismo.… pic.twitter.com/rTszk7yMLl
Con los cordobeses de Encuentro Federal, la situación es más tensa porque hay deudas pendientes de Nación con la provincia gobernada por Juan Schiaretti. Como sucede con otros gobernadores “dialoguistas”, predomina la convicción de que el Gobierno no honra los acuerdos políticos, no paga sus deudas con las provincias.
En cambio, el bloque del PRO, que preside Cristian Ritondo, confirmó en la tarde de este lunes que sus diputados no darán quórum.
Desde el bloque del PRO, encabezado por Cristian Ritondo, expresaron: “Vamos a mantener la misma postura en el Congreso que venimos sosteniendo a lo largo del último año: no vamos a poner en riesgo la gobernabilidad y vamos a defender la institucionalidad. Por eso mañana no daremos quórum y, en el caso que se logre, no vamos a votar con el kirchnerismo”.
De todos modos, casi que se descuenta que de los 30 integrantes de la bancada, los larretistas Álvaro González y Héctor Baldassi sí darán quórum y votarán con la oposición.
En el bloque de la UCR, reducido a 20 integrantes tras el éxodo de 13 miembros, la tónica del momento es la indecisión, aunque se sobreentiende que el grupo de los cinco denominados "radicales con peluca" apoyarán als intenciones de boicot del Gobierno.
Los demás, son una verdadera incógnita, a la vista de las diversas posturas que ha mostrado el bloque menos homogéneo del ciclo legislativo, cuyas diferencias se han exacerbado hasta la división, pero que no terminaron de consagrar una comunión entre quienes quedaron en la bancada.
Es muy probable que un grupo de moderados encabezados por Julio Cobos, y que también integran Fabio Quetglas y el monobloquista Mario Barletta den quórum y después voten con la oposición. Por su parte, hay dudas sobre la decisión de Karina Banfi, Natalia Sarapura y Martín Tetaz; mientras que el resto -fiel al presidente de bloque Rodrigo de Loredo- no daría quórum en un guiño a LLA.
La Coalición Cívica también tendría el mismo comportamiento. Con la izquierda, habría un piso de 132 legisladores para abrir la sesión. Sin embargo, el margen es muy corto y el factor ausencias podría jugar un rol decisivo para frustrar el quórum.
Para esto trabaja a contrarreloj el oficialismo, cuyo mayor temor radica en el posible rechazo del decreto 846. De darsem el presidente Milei no tendrá la capacidad de ejercer el veto, y su ministro de Economía, Luis Caputo, perderá margen de maniobra a la hora de tomar deuda para el pago de vencimientos.
Con un pronunciamiento de Diputados en contra del DNU, el presidente el interbloque de Unión por la Patria en el Senado, José Mayans, pedirá una sesión para la semana próxima en pleno de la Cámara alta, donde la oposición pisa más fuerte. De esta manera comenzaría a acuñarse un golpe de gracia para el Gobierno.