El poder de la comunicación digital en Donald Trump - Política y Medios
11-12-2024 - Edición Nº6158

CAMPAÑA VIRTUAL

El poder de la comunicación digital en Donald Trump

El ascenso de populismos autoritarios y conservadores guarda un estrecho lazo con la consolidación de las redes sociales y plataformas digitales como escenario clave en la comunicación política.

Mg. Lautaro González Amato*

Las elecciones en Estados Unidos del 5 de noviembre reafirmaron el papel de la comunicación digital como el campo de batalla más dinámico y controvertido para la política. El regreso de Donald Trump a la escena política, con una victoria en su camino hacia el control del Congreso, marca una etapa clave en el avance de las estrategias de comunicación digital y redes sociales, las cuales han sido la columna vertebral de su éxito electoral.

Los datos más interesantes a destacar tienen que ver con el uso superlativo que el electo presidente le dio a la red social X, donde acumula 93.4 millones de seguidores. El posteo fijado desde el día de la elección arenga que “Tu voto nos llevará a la grandeza. ¡Tu voto desatará una nueva edad de oro! ¡Tu voto hará que Estados Unidos sea grande otra vez! ¡Más que nunca! ¡Votá por Trump!”, y lleva más de 36 millones de visualizaciones.  

A esto se suma el incremento exponencial de visualizaciones en Tik Tok con cuentas replicadoras de contenido, mientras que en su canal de YouTube, los spots de campaña, discursos y eventos suman ya 3,68 millones de suscriptores y 4.300 vídeos.

Solo el video-minuto “A special message from President Donald J. Trump”, en el que hace el llamado a los ciudadanos a votar en lo que representa “una de las elecciones más importantes de la historia de EEUU”, cosechó 485.145 visualizaciones.

En Instagram (casi 29 millones de seguidores), el día de la elección Trump realizó 14 posteos que sumó a los 69 de la semana, aunque no dejó ningún contenido abierto a los comentarios, mientras que en Facebook (35 millones) solo replicó contenido. La estrategia comunicacional hacia la juventud estuvo puesta en Twitch, donde recoge un poco más de 306.000 seguidores.

La política norteamericana y global ha sido influida por la tecnología, la inmediatez de las redes y la viralización de los mensajes, y los resultados de esta elección son un ejemplo claro de cómo las herramientas digitales configuran el discurso público y el voto.

Trump no solo regresó a la Casa Blanca con la promesa de un liderazgo de corte “proteccionista” y una retórica cada vez más personalista y autoritaria, sino también con una base de seguidores digitales altamente movilizada. Al centrarse en su red Truth Social y en redes convencionales como X, Trump demostró nuevamente su capacidad para monopolizar la atención en digital y usar su influencia para establecer un ambiente polarizado y lleno de teorías de fraude electoral. Esto se reflejó en su mensaje sobre “engaños masivos en Filadelfia”, un post que se viralizó a pesar de ser desmentido por las autoridades.

La victoria de Trump en estas elecciones genera diversas lecturas sobre los efectos y desafíos de la comunicación política digital. A continuación, tres claves para entender cómo esta estrategia puede transformar no solo la política norteamericana, sino también impactar a nivel global:

Clave 1: El uso de redes propias para evitar censuras y maximizar el alcance

La red Truth Social ha demostrado ser una plataforma clave para Trump y su base de seguidores. Esta red le permite a Trump mantener un control absoluto sobre su contenido, como así también evitar las restricciones que las redes convencionales le habían impuesto anteriormente.

En el entorno digital, la creación de redes propias representa un cambio en la estrategia de comunicación: permite que los líderes se dirijan directamente a sus seguidores sin filtros y sin riesgo de suspensión o censura, generando burbujas de información que refuerzan sus mensajes y aumentan el poder de la retórica populista.

Clave 2: La viralización de mensajes polarizadores y la creación de crisis de información

Las redes sociales han facilitado que Trump mantenga el control sobre la narrativa a través de mensajes que apelaron a emociones fuertes y lograron viralizarse rápidamente, como este mensaje reciente sobre un supuesto fraude en Filadelfia. La táctica de lanzar acusaciones sin pruebas, aprovechando la rapidez de las redes sociales, es eficaz para moldear la opinión pública.

Esta estrategia de polarización y crisis constante se basa en la propagación de noticias y rumores para generar un sentido de urgencia y amenaza que moviliza a sus seguidores. A nivel internacional, estas tácticas han sido replicadas por líderes de tendencias populistas y ultraconservadoras, consolidando un movimiento global que utiliza la desinformación para deslegitimar procesos electorales y a sus oponentes políticos.

Clave 3: La digitalización del discurso autoritario y el fortalecimiento del poder de vigilancia

La promesa de Trump de ser un “dictador” por un tiempo y sus referencias a acciones de “limpieza” en agencias como el FBI y la CIA son reflejo de un cambio en la comunicación política: la normalización de la retórica autoritaria en el entorno digital.

Su experiencia en la Casa Blanca le ha permitido conocer el funcionamiento del aparato de seguridad y control, y ahora planea una reestructuración institucional orientada a consolidar su poder, aprovechando las redes sociales para justificar y promover estas acciones como parte de una “protección” de la nación.

Esta vuelta de Trump también tendrá repercusiones económicas. Su propuesta de subir los aranceles y promover una economía de protección nacional, impactando en el costo de vida y la inflación, podría desatar tensiones internas con la Reserva Federal. El fortalecimiento del dólar frente a otras monedas, especialmente en países dependientes de materias primas, genera efectos secundarios globales que deben ser observados de cerca.

En Argentina, el ascenso de Trump ha sido recibido con entusiasmo por parte del gobierno del presidente Javier Milei, que ve en él un aliado natural para facilitar el acceso al crédito del FMI y reactivar las reservas en dólares.

En definitiva, el regreso de Donald Trump, apalancado por una estrategia digital de comunicación política que hace eco de un discurso autoritario y proteccionista, marca un cambio en la forma en que los líderes pueden influir en la opinión pública a través de redes sociales.

La polarización como estrategia, la creación de redes propias para evitar censuras, y la normalización de un discurso autoritario son aspectos claves que Trump ha utilizado para consolidar su poder y que serán replicados por otros líderes en el mundo.

En una era donde las redes sociales son el principal escenario político, el desafío para la democracia será cómo contrarrestar la influencia de un discurso que recurre a las emociones y la desinformación, y cuyo alcance y poder ya trascienden las fronteras de Estados Unidos.

*Autor del ebook “Unir la cadena. IA & comunicación política. Guía práctica para asesores”, LAMATRIZ, 2024.
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