Por: Héctor Bernardo
Este martes 5 de noviembre de 2024, Donald Trump volvió a ser elegido presidente de los Estados Unidos. El republicano de 78 años, que ya gobernó el país durante el período 2017-2021, venció a la candidata demócrata Kamala Harris (actual vicepresidenta), y volverá a Casa Blanca para manejar los destinos de ese país desde el 6 de enero de 2025 hasta 2029.
La votación en Estados Unidos es indirecta. La elección del presidente se hace mediante un Colegio Electoral conformado por 538 electores, representantes de cada estado. Quien gana la elección en un estado suma una cantidad de electores determinada por la población de ese distrito. Por ello, el candidato o la candidata que logra sumar, al menos, 270 electores es quien obtiene el triunfo.
La mayoría de los estados mantienen una historia tendencia por demócratas o republicanos, pero hay siete de ellos que suelen variar en su elección. A estos se los conoce como “estados péndulos”. Son estos los que terminan definiendo la elección.
Trump logró obtener el triunfo en los “estados péndulos” y, a pesar de que aún faltaba contar los votos de algunos estados, en la mañana del miércoles 6 de noviembre, el republicano ya había conseguido 277 electores contra 224 de Harris, lo que le garantizaba un triunfo irreversible.
En la madrugada del miércoles 6 de noviembre cuando se confirmó su victoria, el magnate republicano se acercó a donde estaban sus seguidores y brindó un breve discurso.
“Muchas gracias. Quiero agradecerles a ustedes y a mis amigos. Esto es un movimiento como nunca antes se ha visto. El movimiento más grande político de este país y quizás de la Tierra. Y ahora va alcanzar un nuevo nivel de importancia, porque vamos a ayudar a nuestro país a sanar. Necesita que arreglemos nuestras fronteras, hicimos historia por una razón: sobrepusimos obstáculos que nadie imaginaba. ¡Miren lo que pasó! ¡Es una locura! Es una victoria política que nuestro país nunca vio”, señaló.
Luego agregó: “Le quiero agradecer a los norteamericanos por elegirme para ser su presidente número 45 y 47. Voy a pelear por ustedes, sus familias y su futuro, con todo aliento en mi cuerpo. No voy a descansar. Esta será la era dorada de Estados Unidos”.
En otra parte de su discurso, remarcó: "Estados Unidos nos ha dado un mandato poderoso, tenemos control del Senado. Tienen grandes senadores y parece que también tendremos el control del Congreso".
Como cierre, Trump afirmó: “Muchos me dijeron que Dios me salvó la vida por una razón y eso fue devolver a Estados Unidos a la grandeza. El desafío no es fácil pero voy a dar toda mi energía, espíritu a esto, porque este trabajo que me dieron es el más importante del mundo. Como en mi primer mandato, gobernaré bajo el mismo lema: promesas que se hacen, se cumplen".
"Nada me detendrá de mantenerlos libres, prósperos y poderosos. Espero que todos me acompañen en este noble trabajo, es hora de poner la división de los últimos 4 años atrás. Vamos a intentar, tenemos que intentar. El éxito nos va a unir. Lo he visto en mi primer mandato: vamos a poner al país en primer lugar, lo tenemos que arreglar y hacerla great again. Esto es un gran honor, no los voy a decepcionar. Dios los bendiga", concluyó-