
DNU, la otra derrota del Gobierno
El Gobierno se encamina a una derrota en Diputados ante una alianza opositora decidida a acordar un proyecto para restringir el uso de decretos de necesidad y urgencia (DNU). El tratamiento en comisiones fue dispuesto por un emplazamiento en el recinto, que tuvo una mayoría simple que puede replicarse en los dictámenes.
La alianza ocasional incluye a Unión por la Patria, el variopinto bloque Hacemos Coalición Federal, la Coalición Cívica y el grupo de radicales rebeldes, ahora con bloque propio. Alcanzan a crear una mayoría simple. El consenso incluirá darle un tiempo de vigencia a los DNU, durante el cual deberán ser aprobados en ambas cámaras para quedar firmes. De lo contrario, concluido el plazo, caducarán.
El tiempo estipulado sería 120 días o 90. No menos. El oficialismo buscará estirar el debate, pero de no lograrlo, vetará la ley, confiando en tener un tercio de la cámara baja para evitar la insistencia.
Universidades, sin plata
El Gobierno no está dispuesto a aumentar el presupuesto asignado para las universidades el año que viene, que es de 3,8 millones de pesos. El Consejo Interuniversitario Nacional reclama el doble, pero el subsecretario de políticas universitarias, Alejandro Álvarez, dice que las demandas son sobre proyecciones presupuestarias.
En un plenario de comisiones, el funcionario admitió que los salarios de los docentes perdieron contra la inflación y sostuvo que deberían ajustarse como el resto de la sociedad, motivo de rechazo de la mayoría del Congreso. En este tema, la UCR y Unión por la Patria están unidos y reúnen una mayoría.
La pelea mayor será la habilitación de las auditorías, que el Gobierno quiere controlar desde el Poder Ejecutivo, a través de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN). Los rectores exigen que participe el Congreso de la Nación, a través de la Auditoría General de la Nación.
Aerolíneas, sin destino
La privatización de Aerolíneas Argentinas requiere de una ley que el Congreso no sanciona porque no están los votos: un sector de la oposición exige condiciones para avanzar con un dictamen en diputados; mientras que en el Senado hay una clara mayoría preparada para resistir.
Aun así, el Gobierno quiere avanzar con un nuevo debate para forzar a la oposición a tomar una decisión y en tal caso hacerse cargo de sostener a la empresa en manos del Estado. Ocurre que Encuentro Federal, un bloque clave para el quórum en Diputados, quiere al menos conocer las condiciones de la venta de Aerolíneas, para contemplarla.
En el oficialismo ya hay reproches por activar un debate que estaba cerrado. Las culpas recaen sobre Federico Sturzenegger, ministro de Modernización, quien pidió activar la discusión durante una reunión de mesa legislativa, en la Casa Rosada.
La pelea de Villarruel con los gremios
Victoria Villarruel tiene el recinto cerrado para evitar derrotas, pero no puede despojarse de problemas: los gremios se declararon en estado de alerta y movilización por el despido de 56 empleados del Senado, que ejercieron durante años en planta permanente. Un grupo había sido nombrado como empleados permanentes el año pasado.
La vicepresidenta asegura que la ley de empleo legislativo (24600) le permite esos despidos, pero se encontró con la resistencia de la asociación de personal legislativo, el histórico gremio del personal parlamentario.
Por primera vez en mucho tiempo, su titular, Norberto Di Próspero, firmó un documento para declararse en estado de alerta y movilización. Villarruel no tuvo otra opción que armar una reunión con los sindicatos para evitar manifestaciones y estaría dispuesta a revertir la medida. Teme que a la parálisis de los recintos, se sume una protesta en las calles.