Macri consigue cargos, pero sigue sin juego propio  - Política y Medios
24-03-2025 - Edición Nº6261

LA INTERNA, DESDE ADENTRO

Macri consigue cargos, pero sigue sin juego propio 

El expresidente logró lo que se propuso desde el ballotage: Javier Milei le abrió el Gabinete para que asuman funcionarios de su confianza, en áreas sensibles como Energía y Comercio Exterior.

Después de un año, Mauricio Macri logró lo que se propuso desde el ballotage: Javier Milei le abrió el Gabinete para que asuman funcionarios de su confianza, en áreas sensibles como Energía y Comercio Exterior. Pero el titular del PRO no debería celebrar, porque sus alfiles tendrán poco margen para dar buenas noticias. Karina Milei se encargó de abrir lugares hostiles y rodearlos. 

Milei está más decidido que su hermana en avanzar en un acuerdo con el PRO y, por eso, cedió espacios en el organigrama para consolidar su alianza con Macri. Espera una alianza en 2025 y, más importante aún, en no volver a arriesgar los votos amarillos en en el Congreso, ya no para sancionar leyes, sino para aceptar los vetos a normas sancionadas por la oposición.  

Después de contribuir, no sin suspenso, a avalar el veto a la ley de financiamiento universitario, Macri volvió a victimizarse por no ser parte del Gobierno y el Presidente le otorgó la secretaría de Energía. Ocupará el cargo María Tettamanti, quien hasta el año pasado formaba parte de los equipos de la fundación Pensar, con chances de asumir en el Gobierno si Patricia Bullrich ganaba las elecciones.

Tettamanti es cercana a Alejandro Macfarlane, socio de Macri, quien tiene intereses en negocios energéticos y así lo dejó claro en la época en la que fue presidente. En esos años se preocupó por cambiar el capital accionario de las principales concesionarias y se encargó de licitaciones polémicas, como la de parques eólicos, considerada con “graves irregularidades” por un informe de la Auditoría General de la Nación. En varias participaron amigos del jefe de Estado, como los ex futbolistas Carlos Tevez y Guillermo Barros Schelotto. 

Macri peleó por Energía en diciembre y para dejarlo sin nada, Milei le hizo llegar un mensaje: si quiere asumir, no tendrá presupuesto para gastar. La gestión, al menos en términos de comunicación,  se iba a resumir a ajustes y tarifazos, tarea que ejerció Eduardo Rodríguez Chirillo, hasta su salida.

Lo que sigue tampoco es mucho mejor: antes de irse, Rodríguez Chirillo dejó un mapa caliente con las zonas en las que puede haber cortes de luz durante el verano por exceso de demanda. Tettamanti tendrá que dar la cara y Macri pagará el costo político, un saldo que tal vez no tuvo en cuenta cuando recibió la oferta.

De hecho, en diciembre Macri pidió también la secretaría de Transporte y Milei le cerró la chance. Asumió en el cargo Flavio Moggeta, cercano al exgobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. El titular del PRO también quiso ocupar Anses, pero quedó bajó la órbita del Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello. 

Milei también le cedió a Macri la secretaría de relaciones exteriores, el segundo cargo en la Cancillería, que ocupará Eduardo Bustamante, en reemplazo de Leopoldo Sahores. Se trata de un diplomático de trayectoria, cercano al grupo macrista, que lidera el excanciller Jorge Fourie, a cargo de la Embajada de Chile, donde no puede ejercer plenamente por cuestiones de salud. 

Como con Energía, Macri tendrá que pedirle a Bustamante que camine con pies de plomo: el mismo día que se conoció su designación, Milei difundió una carta a los diplomáticos en las que le pide no respetar la Agenda 2030, una serie de compromisos asumidos por 193 países, entre ellos Argentina.

El personal de carrera de Cancillería está en llamas: nadie quiere firmar medidas que vulneren tratados vigentes por temor a represalias judiciales o políticas. Deberá hacerlo Bustamante, que en las últimas semanas vio como sus colegas perdían cargos por una intervención de Karina Milei, a través del secretario de Culto, Nahuel Sotelo. 

Una de las primeras víctimas del guadañazo de Karina fue el exsecretario de derechos humanos de la cancillería, Cristian Machuca. El próximo paso de El jefe, sin dudas, será la salida de Mondino y su reemplazo por un libertario puro. Podría ser Sotelo. De esta manera, Bustamante quedará acorralado por la secretaria general.

Macri no se rinde: pelea por dos cargos en el Directorio del Banco Nación, para los diputados Luciano Laspina y Martín Maquieyra. Ninguno tiene expectativas de reelegir en su banca en 2025 y están dispuestos a quedarse en la entidad financiera durante el gobierno de Milei. 

La expectativa del ex presidente, en este caso, es ser parte de los capitales privados que pueden ingresar al Nación, si prospera el plan original de Milei, borrado por la oposición de la ley Bases. El libertario, por ahora, no se atreve a arriesgar al titular del Nación, Daniel Tillard, valorado por el Gobierno por amenazar con cerrar sucursales en ciudades o provincias en las que aumentan tasas o impuestos. 

Macri pedirá más: quiere un lugar de poder para Diego Santilli, socio de Horacio Rodríguez Larreta hasta diciembre. Le gustaría que tuviera control de la relación con las provincias, monopolizada por Guillermo Francos, uno de los funcionarios más reacios al PRO.

El jefe de gabinete y ministro del interior fue quien vetó a Cristian Ritondo como presidente de la Cámara baja, en diciembre. Francos quiso a Florencio Randazzo, pero tampoco prosperó. Macri volverá a la carga, tarde o temprano, por cargos legislativos y también del Ejecutivo. No se conforma con lo que le dieron. Quiere más.

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