
La República Argentina fue el único país del G20 que no apoyó una declaración sobre la igualdad de género y el empoderamiento femenino, rubricado por los representantes de todos los demás países del bloque en Río de Janeiro
19 de las 20 economías más grandes del planeta coincidieron en una nueva decisión internacional mayoritaria a la cual el Gobierno de Javier Milei decidió no plegarse, profundizando la postura antiglobalista expresada desde el inicio de gestión de La Libertad Avanza, que tiene entre sus antecedentes más frescos el rechazo al Pacto del Futuro firmado en la ONU.
Se trata de un documento elaborado por el Grupo de Trabajo sobre Empoderamiento de las Mujeres del G20 que se presentó el viernes pasado, se titula “Declaración del Presidente sobre Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres”, y establece una serie de recomendaciones de políticas.
La política de Relaciones Exeriores de la gestión libertaria pasó de las trilladas promesas de 'volver al mundo' -mantra que evocara Mauricio Macri en su carrera presidencial hacia 2015- a unas mesiánicas intenciones de liderar una nueva ola de filosofía política internacional arraigada a valores conservadores.
Por el momento, cosecha el aplauso de partidos marginales del mundo, a excepción de algunos casos como el de VOX en España, y se aleja de las tendencias de las potencias globales, tanto occidentales como orientales.
El Gobierno, además, no restringió su posicionamiento al ámbito diplomático y avanzó desde el primer momento en el frente interno con la eliminación del Ministerio de Mujeres Género y Diversidad, enmarcada en un ajuste general del gasto estatal y la reducción de su estructura.
Como consecuencia de la votación en el G20, se reavivó la llama -siempre latente- del conflictivo vínculo con el Gobierno de Luiz Inacio 'Lula' Da Silva, que oficiará de anfitrión de la próxima reunión de presidentes del bloque el próximo 18 y 19 de noviembre.
En las vísperas del evento fue que se votó la declaración de la discordia, tras lo cual un comunicado oficial precisó: “La Presidencia Brasileña del G20 Igualdad de Género y Empoderamiento de la Reunión Ministerial de Mujeres señala que todos los miembros del grupo excepto Argentina estuvo de acuerdo con el contenido del siguiente texto”.
A raíz de esto, la Alta Representante para Temas de Género del Ministerio de Relaciones Exteriores del país vecino, Vanessa Dolce de Faria, manifestó desde sus redes sociales que “cuando la extrema derecha avanza, las mujeres pierden. Argentina, único país del G20 que no se suma al consenso sobre igualdad de género. Presidencia brasileña firme en su posición de que la igualdad no es negociable”.
Quando avança a extrema direita, perdem as mulheres. Argentina único país do G20 a não se unir ao consenso sobre igualdade de gênero. Presidência brasileira firme em sua posição de que a igualdade é inegociável. #G20Brasil
— VanessaDolcedeFaria (@vdolcefaria) October 12, 2024
La situación viene a ensanchar la grieta que separa a los mandatarios Milei y Da Silva, cuyo antagonismo fue expresado desde el día uno, con las durísimas diatribas del presidente argentino, que tildó a su par brasileño de “comunista y corrupto” en reiteradas ocasiones. Una tensión poco estratégica, contemplando que se trata de uno de los principales socios comerciales de nuestro país.
Además, no se trata del único capítulo de hostilidades entre Buenos Aires y Brasilia, sino que viene a reeditar una antinomia bien cercana entre los Gobiernos de Jair Bolsonaro y Alberto Fernández.
Sin dudas el encuentro de jefes de Estado venidero en noviembre en Río de Janeiro será un escenario donde las tensiones subterráneas no tardarán en emerger a la superficie.
No obstante, cabe destacar que la postura de nuestro país no contrasta sólo con la del país anfitrión, sino también con la de todos los demás integrantes del G20, un grupo que representa el 85% del PBI, más del 75% del comercio y alrededor de dos tercios de la población mundial.
Desde China hasta Estados Unidos, pasando por la Unión Europea, la Unión Africana y potencias orientales como Rusia, Corea del Sur y Japón forman parte del grupo. La importancia de lograr convenciones colectivas entre naciones y culturas tan heterogéneas no puede ser subestimada.
No obstante, desde el entorno de la diplomacia argentina remarcaron que “no es cierto que no apoyemos la igualdad de género. Sí es cierto que no se acompañó el documento por ciertos conceptos que no se compartían, como identificar las acciones de cuidado familiar como un trabajo e involucrar en el pago de ingresos al Estado”.
También pusieron de relieve que hubo diferencias en torno a la mención de los “derechos reproductivos”, considerados como “un concepto que el gobierno no quiere impulsar en el orden internacional”.