En una elección que destacó por la escasa participación, con solo el 10% del padrón de afiliados votando, se definió una interna clave para el radicalismo bonaerense. La lista oficialista "Adelante Buenos Aires", liderada por el exintendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, logró retener el control del Comité Provincia de la Unión Cívica Radical (UCR), aunque por un margen ajustado.
Fernández se impuso en seis de las ocho secciones electorales, obteniendo importantes triunfos en la Primera, Segunda, Cuarta, Quinta, Sexta y Séptima secciones. La ventaja lograda en la Primera Sección (6.300 votos) y en otras áreas del interior bonaerense (8.500 votos en total) le permitió compensar las derrotas sufridas en la Tercera y Octava secciones.
Por otro lado, el candidato de la oposición, Pablo Domenichini, impulsado por Facundo Manes y Martín Lousteau bajo la lista "Futuro Radical", obtuvo una contundente victoria en la Tercera Sección Electoral con una diferencia de 10.500 votos, mientras que en La Plata la ventaja fue de aproximadamente 500 votos.
La baja participación fue uno de los datos más llamativos de la elección. En San Isidro, bastión del dirigente Gustavo Posse, solo votaron 900 afiliados, lo que generó comentarios irónicos entre los oficialistas. "Esos 900 votos son los más caros de nuestra historia", bromeó un dirigente en medio de los festejos, haciendo referencia al rol decisivo de Posse y Caruso en la Primera Sección, que permitió al oficialismo conservar el liderazgo del Comité.
Durante los festejos, una de las frases que resonó con fuerza fue una indirecta hacia la oposición, cuando se comentó en tono sarcástico que en Quilmes "lo vieron votar a Leandro N. Allen", insinuando supuestos manejos irregulares en la Tercera Sección. A pesar de estas tensiones, el oficialismo logró reafirmar su conducción, consolidando su estrategia de cara a las futuras disputas por el Comité Nacional del radicalismo.
Con una interna ajustada y con críticas internas por la baja participación, el radicalismo bonaerense sigue siendo un escenario de lucha por el poder dentro de la UCR a nivel nacional.