A horas de la presentación del Presupuesto 2025 donde el presidente de la Nación, Javier Milei, les pidió a los gobernadores ejercer un ajuste aún mayor que el ejecutado en estos poco más de 9 meses de mandato, las inquietudes se reproducen en el interior del país.
A dos meses después de la creación del Consejo de Mayo, que fallidamente no llegó a conformarse el 25 de Mayo sino el 9 de julio, la falta de cohesión para traducir esa puesta en escena en acciones concretas no deja de sorprender a propios y extraños.
El “órgano colegiado y consultivo” que, según indica el decreto 617/2024 debería elaborar proyectos de ley y ejecutar los actos administrativos para la implementación del Pacto de Mayo, aún no tiene designados a la mayoría de sus integrantes.
Tanto la pata sindical de la CGT como las cámaras empresarias aseguran que, luego del acto donde Milei logró tener a su disposición a la mayoría de los gobernadores y a líderes políticos como Mauricio Macri expuestos a una intemperie helada mientras desarrollaba una performance ceremonial solemne, no se volvió a mover un dedo.
Aquella madrugada del 9 de Julio en el Cabildo de Tucumán parece haberse perdido como una simple demostración de poder ante el público y poco se avanzó el desarrollo de una agenda común para sincronizar políticas a lo largo y ancho de la Nación.
No obstante, las exigencias esbozadas este domingo por la noche en ocasión del anuncio del presupuesto 2025 volvieron a remover la incertidumbre entre los gobernadores, cuyo vínculo con Casa Rosada es poco más que intermitente.
Algunas semanas atrás el asesor estrella Santiago Caputo recibió a gobernadores de la ex coalición Juntos por el Cambio -en quienes el oficialismo se apoya a menudo- y se planteó avanzar en reformas tributarias y laborales, dos de los ítems incluidos en el Pacto de Mayo.
No obstante, allí los mandatarios provinciales más cercanos a Milei antepusieron un extenso listado de temas pendientes que forman parte de la agenda de las provincias, pero que aparentemente tienen sin cuidado al Ejecutivo Nacional. No se volvió a entablar comunicación al respecto.
Desde Balcarce 50, incluso las conversaciones con fuerzas potencialmente aliadas, se dan exclusivamente para tratar lo que interesa al Gobierno. Dialogar con un Ejecutivo Nacional sordo no hace más que inquietar a los mandatarios provinciales.
El ajuste pedido por Milei a las provincias gira en torno a los 60 mil millones de dólares, y no hizo más que aumentar el malestar de dialoguistas y adversarios políticos abiertos para con el mandatario.
Maximiliano Pullaro, de Santa Fe, expresó horas después del discurso: “Hicimos un esfuerzo mucho mayor al de Nación, más no se puede”. Lo hace desde la buena imagen que conserva en su provincia, fundamentalmente a raíz de la gestión de la Seguridad y el control de la delicada situación delictiva en Rosario; pero también amparado en las encuestas que muestran la imagen del presidente en franca caída.
Este lunes, el jefe d eGabinete, Guillermo Francos, el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, y el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, entre otros funcionarios y colaboradores, se reunieron con gobernadores y representantes de las provincias para iniciar las conversaciones presupuestarias.
Milei proyectó una cotización del dólar de alrededor de $1.207, un incremento del 5% del PBI y una inflación del 18,3% en un proyecto que, según su propia consideración, deberá contar necesariamente con un blindaje del déficit fiscal a pesar del contexto macroeconómico.
Rogelio Frigerio de Entre Ríos también comentó puertas adentro de Casa Rosada, en línea con Pullaro, que los distritos ya no pueden hacer más esfuerzos. a los que intentaron introducir temas particulares, Caputo les dijo que se tratarían en reuniones bilaterales.
La cuestión es que hay muchas de las problemáticas que son compartidas por la mayoría de las administraciones: deudas por obras públicas, cajas de jubilaciones, compensaciones por el consenso fiscal , la coparticipación del IVA o el remanente de los Aportes del Tesoro (ATN), son algunos de los reclamos comunes que enarbolan muchas de las gestiones.
También forma parte de la agenda de casi todos la preocupación por el deterioro de la infraestructura que expone la paralización de la Obra Pública, como el estado de las Rutas (nacionales y provinciales) que afecta a las diferentes economías regionales.
El rumor de que el Gobierno de Milei no se haría cargo de las deudas y los certificados vencidos de las obras que fueron traspasadas a las provincias -y que en su mayoría siguen paralizadas- tiene con los pelos de punta a no pocos mandatarios.
A pesar de la voluntad que puedan mostrar Francos o Caputo en las conversaciones, desde Casa Rosada no les dan materia prima para poder dar respuestas a las numerosas inquietudes que continúan multiplicándose desde el interior del país.
Mientras Hugo Passalacqua, de Misiones, y Frigerio lo hicieron desde Casa Rosada, se conectaron vía zoom Raúl Jalil (Catamarca), Ignacio Torres (Chubut), Leandro Zdero (Chaco), Carlos Sadir (Jujuy), Alberto Weretilneck (Río Negro), Cornejo (Mendoza), Claudio Poggi (San Luis), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Vidal (Santa Cruz), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Sergio Ziliotto (La Pampa), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Pullaro (Santa Fe), además de representantes de Corrientes, Neuquén, Córdoba y la ciudad de Buenos Aires.