La salida temporaria de Guillermo Francos de la jefatura de Gabinete por problemas de salud -que generó otro tendal de operaciones internas en LLA- reformularon por enésima vez las estrategias políticas del Gobierno. El “triángulo de hierro” de los hermanos Milei y Santiago Caputo persiste inexpugnable, aunque con cambios cosméticos. Entre ellos, menos fotos de “El Jefe” en reuniones que deban estar encabezadas por el presidente y un asesor 'estrella' más resguardado, al menos puertas afuera del palacio.
En ese contexto fue que el encuentro clave con los radicales que cambiaron su voto y ayudaron a evitar la caída del veto contra las subas a las jubilaciones fue presidida por el líder libertario, con un agregado que muchos observaron con sospecha, la incorporación de Patricia Bullrich, que volvió al ruedo de las negociaciones parlamentarias como en sus viejos tiempo en el Congreso.
Las especulaciones sobre un ofrecimiento a la ministra de Seguridad para ocupar la jefatura de ministros no se hicieron esperar, pero las mismas fueron desmentidas sistemáticamente en los pasillos de Casa de Gobierno, aunque dejaron en claro que hay un reposicionamiento que se le quiere otorgar a la ahora principal adversaria PRO del mismísimo Macri. Eso sí, sin eclipsar a Francos.
“Jugamos en toda la cancha”, se vanaglorió sonriente un asesor que fue consultado sobre cómo convive La Libertad Avanza con ambos sectores amarillos.
“Mauricio y Jorge ya entendieron que no hay mala leche con ellos de parte nuestra, se negocia en paz la coparticipación porteña y salvo algunos pedidos que se estudian, el expresidente quedó conforme, de lo contrario no hubiera enviado a sus legisladores a bancar el equilibrio fiscal. Ahora, lo que tengan con Patricia, que lo resuelvan con ella”, remarcó la misma garganta que le dedicó una ironía a los diputados de la UCR, que encabezados por el tucumano Mariano Campero giraron su postura en 180 grados en materia de ingresos a los trabajadores pasivos: “Son radicales ¿qué querés?”, sintetizó.
Manuel Adorni evadió la pregunta ante la consulta de uno de los periodistas acreditados, al que le respondió que “es un tema que le tienen que preguntar a cada diputado, cuál fue la razón”.
Lo que llamó la atención en el tratamiento que se le dio al tema de la fórmula previsional en la Cámara baja fue la velocidad con que se desarrolló todo ese miércoles. Los legisladores opositores parecían asumir que la batalla estaba perdida de antemano.
Uno de ellos le dijo a PyM en el Salón de los Pasos Perdidos que “contra la Banelco no se puede hacer mucho”. La cosa fue tan rápida que cuando terminaron los discursos y se conoció el resultado favorable a los mileístas, la convocatoria en la calle -que había sido superior a las dos anteriores- se había reducido a pequeños grupos que se quedaron manifestando, y que intentaron ser expulsados por las fuerzas federales, que con su clásico gas pimienta (entre otros elementos represivos) arrojaron el tóxico a una pequeña de diez años que estaba con su madre.
En ese marco, el jefe de la Policía Federal, Alejandro Rollé, difundió un vídeo fake que mostraba a otra persona acometiendo lo que había hecho uno de sus efectivos.
La postura fue sostenida a rajatabla por la segunda del MinSeg, Alejandra Monteoliva, que a su vez giró la responsabilidad a la mamá de la víctima, por la presencia de la menor en la actividad. Todo derivó en una fallida desmentida de la propia titular de la cartera, que fue defendida en la Rosada, cuando el vocero del Ejecutivo expresó que “el trabajo de la doctora Bullrich consideramos que es impecable”, sumando que, "sea en este o en cualquier otro operativo que algún efectivo haya cometido algo que esté por fuera del protocolo, se va a tomar cartas en el asunto, pero entiendo que no es este el caso", subrayó.
En torno a los temas parlamentarios, cuando se interrogó a colaboradores cercanos al jefe de Estado en relación a los sufragios contrarios al DNU que otorgó fondos reservados a la SIDE por 100 mil millones de dólares, de parte de integrantes de Propuesta Republicana, (nos referimos a Guadalupe Tagliaferri, Alfredo De Angeli y Victoria Huala) se entrecruzaron los discursos, como suele ocurrir entre los libertarios.
Uno declaró -muy suelto de cuerpo- que “todos los que votaron en contra se van a tener que hacer cargo, los macrista también”. Otro más conciliador –o prudente- espetó que “hay algunos que son traidores y otros que no”, intentando despegar a los macristas del kirchnerismo y los radicales de Martín Lousteau.
La aprobación del presupuesto universitario en el Senado generó que voces oficialistas salieran a asegurar que eso no tuvo nada que ver con un canje respecto a las jubilaciones, una sospecha que igual dejaron filtrar. Avalando la postura no acuerdista, un alto asistente ministerial afirmó que hay diez días hábiles que permiten analizar el veto, pero “conociendo a Milei, lo va a vetar”, aseveró.
Recordemos que el pasado 23 de abril se realizó la multitudinaria convocatoria en defensa de la educación pública ante el esquema de desfinanciamiento que la administración central pretendió promover en las facultades. En esa jornada, más de 800 mil personas, en su mayoría independientes, coparon las calles de Buenos Aires y desactivaron el protocolo antipiquetes.
Esa situación abrió paso a una negociación que hizo retroceder al PEN, que otorgó partidas con un 270% de aumento, pero que los gremios consideran para “costos operativos” pero no cubren los salarios. Así y todo, en Balcarce 50 expusieron que “si otra vez quieren movilizar, que vuelvan a marchar ¿cuál es el problema?, remataron.
Asimismo, tras el dato del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de agosto, que fue de 4,2 por ciento (con un dato interanual de 236,7% y un acumulado en 8 meses de 2024 en 94,8%) lo que encendió alarmas fue la denominada “inflación núcleo”, cuya medición no toma en cuenta los precios regulados y estacionales, y que trepó al 4,1% por encima del 3,8% de julio. Un guarismo que ya en ese momento fue considerado elevado por el mercado.
En esta compleja coyuntura económica, el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, manifestó esta semana que “lo que necesitamos es que ahora el sector privado dé este paso, que es invertir, generar actividad y trabajo sino esto se cae”. El portavoz Adorni tuvo que potenciar el pedido al refrendar que “nada hay sí del otro lado no está el sector privado invirtiendo, contratando, creciendo y apostando”.
La gestión libertaria apunta a los sectores productivos porque infiere que, pese a las desregulaciones y el resto de políticas que ha motorizado en su favor, ellos están especulando de cara a la elección de medio término del año que viene -y más allá aún- con la posibilidad de discernir si Milei podrá llegar a reelegir en tres años. Ambos, escenarios tan lejanos e impredecibles, invitan a una mayor incertidumbre que está siendo reflejada en las encuestas de imagen que el propio Gobierno manda a hacer.
Por lo pronto, el titular del Poder Ejecutivo tomó la decisión de que no fuera su ministro de Economía, Luis Caputo, el que presente el Presupuesto 2025, sino él mismo en un horario y día inusitados; este domingo 15 de septiembre a las 21 hs y por Cadena Nacional.
Sus asesores económicos dejaron entrever que la idea es dejar en claro un marco teórico; la defensa del déficit cero y también de la gestión. “No esperen grandes sorpresas”, apuntó uno de los hombres con ingreso al despacho presidencial, mientras que desde el círculo más íntimo de los Milei garantizaron que “alguna cosita que no esté vinculada a lo económico ni lo político va a haber, así es Javier”.