La imagen del presidente de la Nación, Javier Milei, continúa desgastandose con el pasar de las semanas, en el marco de lo que él mismo ha definido como “el ajuste más grande de la historia”, y del 56% de apoyo inicial que detentaba al momento de ganar el balotaje, su imagen positiva ya bajó al 44%.
Más de la mitad de la población ya tiene una mala imagen del presidente, aunque continúa siendo llamativo el respaldo del cual goza a pesar de que sus políticas de ajuste empujaron a millones de argentinos a la pobreza en un semestre: del 40,1% recibido al asumir, la UCA informó en las últimas horas que al culminar el mes de junio 55,5% de los argentinos se encontraban por debajo de la línea de la pobreza.
Visto así, desde Casa Rosada se debe festejar que aún el 44% respalde al presidente o al menos esté convencido de que la situación mejorará.
Por el momento, todavía resuenan los ecos de que la actual situación -donde prácticamente la totalidad de los argentinos debieron adaptarse a un estilo de vida mucho más austero- es una tormenta que hay que pasar para que llegue la época de vacas gordas.
Sin embargo no debe dejarse de lado que el deterioro de la imagen presidencial de Milei en los primeros nueve meses no tiene antecedentes con otros mandatarios desde que se encuesta regularmente la opinión de la gente.
Las cifras en este caso corresponden a un informe del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que dirige Roberto Bacman, realizada de manera especial para Pagina 12. En total se entrevistaron 1.486 ciudadanos de todo el país, a través de redes sociales masivas como Facebook, Instagram y otras, donde completaron las respuestas respetando las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social.
Entre las conclusiones, Bacman apuntó que “a pesar del feroz ajuste que azotó a los argentinos, hay un 39 por ciento de la población que se considera oficialista. Es una base de apoyo de la gestión libertaria”.
Al respecto, detalló: “En la vereda de enfrente, los opositores en los últimos meses vienen creciendo, y en la actualidad ya representan el 46,5 por ciento. En el medio, hay un exiguo 14 por ciento que se considera independiente. Da la impresión que no hay mucho espacio para la tibieza y que tarde o temprano esa franja se inclinará para un lado u el otro”.
El consultor analizó que “hay que tener en cuenta que el sistema comunicacional instaló de manera contundente una alta expectativa con el modelo libertario. Instalaron que no hay otra opción que ajustar a fondo, primero sufrir y que luego llegarán los tiempos de disfrutar”.
En esa misma línea, manifestó que “por eso las expectativas tienen valores más altos que las propias opiniones sobre Milei: el 51 por ciento está convencido que al país le va a ir mejor y el 50 por ciento que su economía personal y familiar va a mejorar. O sea, lo que sostiene a Milei es la esperanza”.
La parte que contradice a la “fe” de los argentinos es la consideración respecto a las medidas que implementa Milei: sólo un 42% cree que va en la dirección correcta. Existe un cuadro de incertidumbre en un amplio segmento de la población que votó al Gobierno y quiere seguir creyendo pero cuyas expectativas chocan día a día con la realidad material.
Es que la crisis ya es multifacética: los aumentos impactaron de manera contundente en servicios básicos ineludibles como los domésticos, el transporte -ya sea público o la manutención de un vehículo-; por no mencionar alimentación y salud.
Las prepagas implementaron incrementos tan desmedidos que hicieron sonrojar a los paladines de la libertad de mercado, provocando la intervención del Gobierno yendo a la Justicia. Pero además de lo que el ministro de Economía Luis Caputo denominó la “guerra a la clase media” declarada por este rubro, ahora los adultos mayores sufren el recorte de la cobertura de PAMI en sus medicamentos.
Casi ningún segmento social ni etario es ajeno a las dificultades de la coyuntura del país, y esto comienza a erosionar al oficialismo. Casi todos los líderes de La Libertad Avanza tienen alrededor del 55 por ciento de imagen negativa y el 44 por ciento de imagen positiva.
Sólo la vicepresidenta, Victoria Villarruel, está levemente mejor que Milei. La minsitra de Seguridad, Patricia Bullrich y la hermana del presidente, Karina Milei se ubican peor.
En la oposición, las mejores imágenes se corresponden a Leandro Santoro y Axel Kicillof (entre 42 y 44 de aprobación) lo que va indicando una tendencia a la renovación. De hecho, el 46 por ciento sostiene que el peronismo necesita un recambio.
Sobre el final, Bercman concluyó: “Se percibe la necesidad de un peronismo fuertemente renovado, con dirigentes jóvenes, orientación progresista, que incluya extrapartidarios y hasta la conformación de una nueva coalición con orientación centro-progresista. Esta es una hipótesis que con el tiempo debe ser comprobada”, concluye Bacman.