La ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner sorprendió este viernes a primera hora con una carta abierta donde realiza una fuerte autocrítica respecto al desempeño del peronismo en las últimas décadas y aquellos factores que llevaron al movimiento a perder representatividad.
“A nueve meses de la llegada de Milei y 'las fuerzas del cielo'… ES LA ECONOMÍA BIMONETARIA, ESTÚPIDO. Aportes para un debate argentino”, escribió la dirigente en sus redes sociales, al tiempo que publicaba el link con el comunicado.
Las palabras de Cristina abarcaron un amplio espectro de temas que van desde la representatividad sindical hasta el déficit fiscal y el rol del empleo público, como anclajes desde los cuales comenzar a entender el desgaste sufrido por el peronismo frente a la sociedad (y por ende el ascenso de una propuesta antagónica y estridente).
Uno de los puntos centrales de la autocrítica de Fernández de Kirchner es la observación sobre el rol de los sindicatos. Según la ex mandataria, "las representaciones sindicales características del siglo XX y fundantes del peronismo ya no son la expresión mayoritaria de los trabajadores".
Con esta afirmación, Cristina enfatiza que el panorama laboral ha cambiado drásticamente, y que los trabajadores registrados en la actividad privada representan una minoría dentro de la población económicamente activa. Además, solo el 40% de estos trabajadores están sindicalizados, lo que debilita la influencia de los sindicatos en la actualidad.
Para la ex mandataria, este fenómeno evidencia la necesidad de que el peronismo revise su relación con los sindicatos y adapte sus políticas a una nueva realidad laboral, donde el sector formal ya no es el único ni el más representativo. Esto implica reconocer que las antiguas estructuras sindicales ya no son suficientes para defender a los trabajadores, en un contexto donde el empleo informal y las nuevas formas de contratación laboral proliferan.
A nueve meses de la llegada de Milei y “las fuerzas del cielo”…
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) September 6, 2024
ES LA ECONOMÍA BIMONETARIA, ESTÚPIDO. Aportes para un debate argentino.
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Otro de los ejes de la carta fue el diagnóstico sobre la ineficiencia del Estado y su impacto en la sociedad. Cristina Fernández de Kirchner criticó lo que llamó el "viejo modelo de Estado omnipresente que derivó en ineficiencia e ineficacia".
Según reflexionó, este modelo no ha sabido adaptarse a los tiempos modernos, y ha generado una burocracia que es observada por la sociedad con recelo. En su visión, la falta de resultados y la baja calidad de los servicios públicos ha creado una percepción de que "el empleo estatal es un privilegio", visto como un gasto innecesario que, en consecuencia, muchos sectores exigen reducir.
Este punto marca una clara crítica a la hipertrofia del empleo público y a la falta de eficiencia en el Estado, temas recurrentes en el debate político argentino. De estos dichos se desprende la necesidad de actualizar los libretos respecto al Estado presente que pregona el movimiento justicialista, o de lo contrario las diferencias con buena parte de la sociedad serán insalvables.
Uno de los pasajes más contundentes de la carta aborda el problema del déficit fiscal, un tema sensible para cualquier administración. Fernández de Kirchner criticó que no se haya "impulsado la reversión del déficit fiscal" mediante la reducción del gasto tributario que beneficia a sectores concentrados de la economía, y a través de una reforma tributaria que "construyera un sistema más racional y equitativo".
Este diagnóstico va en línea con un llamado a reformar el sistema fiscal, buscando no solo simplificar la administración de impuestos, sino también hacer que los sectores con mayor capacidad contributiva asuman una mayor carga. Una bandera histórica que Cristina no resigna.
La ex vicepresidenta fue clara al señalar que se ha fallado en implementar las reformas necesarias para revertir el desequilibrio fiscal, lo que sigue generando dificultades macroeconómicas que afectan a toda la población, especialmente a los sectores más vulnerables.
En su misiva, Fernández de Kirchner también criticó la falta de una "revisión y reforma profunda de la educación pública", una demanda que, según ella, es compartida por todos los sectores sociales.
La líder del kirchnerismo subrayó la urgencia de mejorar el sistema educativo, especialmente para aquellos que no pueden acceder a la educación privada, y quienes ven cómo las carencias del sistema público limitan sus oportunidades.
Asimismo, la vicepresidenta apuntó a los problemas de seguridad, haciendo hincapié en la necesidad de un plan integral que combata la "desigualdad social" y el "gatillo fácil", al mismo tiempo que aborde el creciente avance del narcotráfico en las zonas más vulnerables del país. Cristina advierte que "el retiro del Estado" ha dejado un vacío que, en muchos casos, ha sido ocupado por organizaciones delictivas, sustituyendo la autoridad estatal.
Finalmente, Fernández de Kirchner concluye su carta llamando a una reorganización del peronismo que permita "alinear pensamiento, palabra y acción". Según ella, esta trilogía es fundamental para que el peronismo vuelva a ser una fuerza política mayoritaria y deje de ser una mera oposición para convertirse en una alternativa de gobierno.