Durante varios meses la denominada “Liga Bioenergética” trabajó en silencio para elaborar un proyecto de Ley para modificar completamente el marco normativo que rige la producción y comercialización de bioetanol y biodiesel en Argentina y dejar sin efecto la Ley 27.640 que fue votada en 2021.
El proyecto, que busca elevar los porcentajes de corte obligatorio entre biocombustibles y combustibles derivados de hidrocarburos, es rechazado por Buenos Aires, La Pampa y San Luis. Señalan que en el tema biodiesel, las nuevas regulaciones, cupos y mecanismos de asignación a cada empresa, benefician a Santa Fe, que busca pasar de producir el 30% del biodiesel al 80%.
Si bien los promotores de la iniciativa “venden” el proyecto como de consenso y aseguran tener el apoyo del oficialismo, la realidad es otra. Tanto las provincias afectadas como la CEPREB, Cámara que agrupa a las pymes elaboradoras de biodiesel, rechazaron la iniciativa y en oficialismo hay cautela. Diputados pertenecientes a las Comisiones de Energía y de Agricultura señalaron a PolíticaYMedios que es un proyecto “lleno de regulaciones, muy alejado del libre mercado, lejos del espíritu que queremos para la economía”.
EL PROYECTO DE LA LIGA
En el tema bioetanol el proyecto de “La Liga” busca llevar el corte al 15% para 2026 y fija un cupo inicial de 6% para bioetanol de maíz (que se elabora principalmente en Córdoba) y otro 6% para bioetanol de caña de azúcar, que se elabora en los ingenios de Tucumán Salta y Jujuy. Dado que el bioetanol de caña es más caro que el de maíz, la asignación de cupos busca proteger a la industria cañera, fuerte generadora de empleo de la región noroeste.
Respecto a la competencia con las compañías petroleras que quieren elaborar su propio biocombustible, el proyecto de Ley acepta su ingreso cuando el corte supere el 12% y les permite producir el 50% de cada tonelada que se elabore por encima de ese porcentaje.
En el tema biodiesel es donde existen mayores tensiones. El proyecto de Ley habilita el ingreso al mercado de las grandes aceiteras santafesinas, que hasta ahora solo podían exportar. Sin embargo, las trabas arancelarias y paraarancelarias de Europa, Estados Unidos y los países desarrollados han determinado que Argentina exporte muy poco biodiesel en los últimos años.
Las aceiteras (Cargill, Molinos, AGD, Cofco, Bunge, LDC y Viterra, entre otros), frente a las trabas para exportar y a la enorme capacidad ociosa de sus plantas, han presionado para ingresar en el mercado interno y desplazar a las pymes que hoy tienen reservado ese segmento.
Con el proyecto de Ley del Diputado Carlos Gutierrez se habilita el ingreso de las aceiteras con un cupo variable que va a depender de cuánto exporten. Si exportan menos, pueden vender más en el mercado local, por lo que quedarán dos segmentos: uno para las pymes o empresas no integradas y otro para las aceiteras y cada segmento tendrá un cupo variable difícil de precisar.
Para el segmento de las pymes (que son 26 en todo el país) establece un 3% a repartir en partes iguales y de ahí en adelante un sistema de licitaciones en las que quienes ofrezcan menos precio de venta obtendrán el cupo pero cobrarán el monto propuesto por la que mayor precio haya ofertado.
Respecto del ingreso de las petroleras, señala que podrán hacerlo si el cupo supera el 15%. De este modo asegura a las grandes aceiteras que no tendrán competencia con compañías importantes que realmente podrían ponerlas en apuros y les asegura un nicho de mercado en el que eventualmente solo tienen que lidiar con las pymes.
UN PROYECTO A LA MEDIDA DE EXPLORA, PATAGONIA Y UNITEC
En el régimen actual de empresas que pueden proveer al corte obligatorio, son todas pymes menos tres: Explora, Patagonia y Unitec (Eurnekián) son grandes plantas con capacidades de producción que van desde las 120 hasta las 240 mil toneladas anuales, mientras que las pymes tienen capacidad para producir hasta 50 mil toneladas anuales.
Al ser compañías no integradas (no poseen elaboración propia a gran escala de aceite de soja) pueden participar del régimen de provisión para el corte y la Secretaría de Energía les ha asignado un cupo que nunca superó las 50 mil toneladas anuales, equiparando las de ese modo con las pymes.
Sin embargo, con el nuevo proyecto impulsado por “La Liga”, Explora, Patagonia y Unitec podrán ofertar hasta el 14% del volumen total, lo que las deja en condiciones de volcar al mercado alrededor de 120 mil toneladas al año.
Dado que están ubicadas en las cercanías del Puerto de Rosario (kilómetro cero de la materia prima), que no competirán en el segmento de las aceiteras y que tienen empresas con grandes volúmenes de producción, el marco regulatorio propuesto las favorece ampliamente y las deja en condiciones de triplicar la producción que actualmente les asigna la Secretaría de Energía.
DURA RESPUESTA DE LA CEPREB
Desde la Cámara de Empresas Pymes regionales Elaboradoras de Biocombustibles rechazaron de manera tajante el proyecto. Con la firma de su Director Ejecutivo, Federico Martelli, emitieron un duro comunicado en el que plantean que la nueva ley condena a la quiebra a muchas pymes y concentra la producción de biodiesel en Santa Fe.
Entre sus múltiples consideraciones, señalan que no es un proyecto de desregulación ni es de consenso: “Lo único que hace es cambiar un marco regulatorio por otro con más regulaciones y mucho más complejas, hechas por y a medida de las empresas que se pretende beneficiar. Lejos de reunir el amplio consenso que sus impulsores señalan públicamente, fue redactado a espaldas de las empresas pymes, elaboradoras del 65% del biodiesel destinado al corte obligatorio y sin consulta ni interlocución con las provincias de San Luis, Buenos Aires y La Pampa”
Por otro lado, el comunicado asegura que el proyecto impulsa una competencia desleal entre pymes: “Pretende un sistema de licitaciones entre empresas no integradas, (en su mayoría pymes), para que compitan por el cupo a producir, siendo que por costos logísticos las compañías que están cerca de la materia prima -Puerto de Rosario- tienen una ventaja decisiva que les permitirá ganar la amplia mayoría de licitaciones.
Por este motivo el proyecto de “La Liga” condena a la quiebra a la mayoría de las pymes de San Luis, Buenos Aires, La Pampa y Entre Ríos”.
Además, la CEPREB cuestiona el sistema de licitaciones y alerta que no sería la primera vez que los oferentes en un mercado muy concentrado manipulan el precio en perjuicio de los consumidores. Al respecto, el comunicado señala: "Muy probablemente el proyecto desembocará en un mayor costo para los consumidores, ya que estipula que el precio final de venta será el más alto ofertado por las compañías. Dada la larga historia de abusos de posición dominante y cartelización que caracterizan a la economía argentina, no sería de extrañar que una vez más ocurra algo similar”.
NÚMEROS FINOS EN DIPUTADOS
Si bien en Santa Fe y Córdoba aseguran que la Ley avanzará rápidamente, eso no parece estar claro en la Cámara de Diputados. En el bloque de UP crecen las voces que señalan que el proyecto no es viable y muchos diputados no quieren votar una Ley que manda a la quiebra pymes de Buenos Aires y La Pampa.
Frente a las dificultades políticas que atraviesa el Peronismo, votar en contra de Axel Kicillof y de Sergio Ziliotto para favorecer a Maximiliano Pullaro no parece lo más indicado.
En el oficialismo mantienen la cautela y es una incógnita qué posición adoptarán. Si bien el proyecto genera un beneficio directo para una compañía del entramado de Eduardo Eurnekián, no parece ser argumento suficiente para cambiar una ley llena de regulaciones cupos e intervención estatal por otra de iguales características que desprotege a unos para proteger a otros.
En el PRO tampoco hay consenso y este no parece ser un tema prioritario. El bloque que responde al bonaerense Cristian Ritondo tiene otras urgencias en la paritaria permanente con Javier Milei. Un proyecto de estas características, que puede dividirlos internamente de acuerdo a la provincia de origen, no sería bien visto en este momento.
Aún con este panorama, los impulsores del proyecto confían en poder sacarlo. Creen que el aumento de corte en biodiesel y bioetanol -y por ende el aumento de producción de biocombustibles-, es un paso adelante tan importante que puede neutralizar los efectos secundarios negativos que trae aparejada la propuesta.