Por: Miguel Di Spalatro
En la Argentina de hoy, donde el "ajuste" parece ser la única receta del gobierno ante los problemas económicos, los jubilados vuelven a ser las primeras víctimas de políticas que los condenan a una vida indigna.
La reciente decisión del presidente Javier Milei de vetar un modesto aumento en las jubilaciones—un incremento de $17.000 pesos en la jubilación mínima—ha desatado una oleada de protestas en todo el país, con especial fuerza en las ciudades del interior de la provincia de Buenos Aires. Esta situación no es nueva. Lo que viven hoy los jubilados recuerda con dolor las políticas del exministro de Economía Domingo Cavallo y la incansable lucha de la dirigente de jubilados Norma Plá en los años 90.
Bahía Blanca, Necochea, Tandil y Mar del Plata son algunas de las ciudades que levantan su voz ante el ajuste que condena a los adultos mayores. Hoy, más de 5 millones de jubilados y pensionados viven bajo la línea de pobreza, según la Defensoría de la Tercera Edad. La canasta básica de un jubilado ronda los 800 mil pesos mensuales, mientras que la jubilación mínima, incluso con el bono de $70.000, apenas llega a $295.000. Estas cifras reflejan una realidad que se asemeja peligrosamente a la que se vivió durante los años de Cavallo en el Ministerio de Economía, cuando la desvalorización de las jubilaciones y el ajuste implacable eran moneda corriente.
En Necochea, el veto presidencial ha generado un cacerolazo en la intersección de las avenidas 59 y 64, donde los jubilados y ciudadanos han expresado su rechazo bajo el lema "No al veto de Milei y Macri a la movilidad jubilatoria".
La situación en Tandil, con más de 28.000 jubilados y pensionados, es igualmente preocupante. Gonzalo Santamarina, titular regional de ANSES, ha criticado la reforma jubilatoria, advirtiendo que solo agravará el déficit fiscal y contribuirá a la inflación, perjudicando aún más a los jubilados. El diputado nacional Rogelio Iparraguirre, también de Tandil, expresó su indignación ante la postura del gobierno: "El presidente cree que la casta son los jubilados y los jubilados tienen que pagar el ajuste".
En Mar del Plata, los despidos en PAMI y la reducción en la cobertura de medicamentos han dejado a miles de jubilados sin acceso a los tratamientos que necesitan para sobrevivir. "Los remedios son impagables", ha señalado la Multisectorial de Jubilados y Pensionados de Mar del Plata. María Celeste Fernández Chaves, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Olavarría, describió cómo PAMI ha reducido drásticamente la cobertura de medicamentos, pasando muchos de ellos del 100% al 40% de descuento, o eliminándolos de la lista de esenciales.
“En estos días, lo que ha ocurrido es que esos medicamentos se sacaron de la cobertura del cien por ciento y se pasaron a la cobertura común. Y otros directamente se les hizo una modificación adicional y pasaron a un vademécum que se llama de uso eventual. Entonces, a esos medicamentos de uso habitual solo se les hace un descuento del 40%”, dijo la farmacéutica.
En Bahía Blanca, el intendente Federico Susbielles ha implementado el programa de Fortalecimiento Institucional para Centros de Jubilados, entregando subsidios que buscan aliviar la situación crítica que enfrentan estos centros. Susbielles sabe que estos esfuerzos no son suficientes para contrarrestar los efectos de las políticas nacionales, pero es la forma de ayudar que encontró desde el municipio, fortaleciendo los espacios de encuentro, asistencia y recreación para la tercera edad.
El presidente Milei, con su amenaza de veto, se muestra insensible ante una realidad que él mismo contribuye a agravar. No se puede hablar de un "rebote en V" de la economía cuando ese rebote deja fuera a los jubilados. No se trata solo de números, se trata de vidas que merecen ser vividas con dignidad y justicia, como lo demandaba Norma Plá en su tiempo y como lo siguen demandando hoy miles de jubilados en toda la Argentina.