La ‘soja peronista’, como la denominan irónicamente en el entorno del presidente Javier Milei, se desplomó en los últimos meses y su precio cayó un 23% hasta valores del año 2018, poniendo en riesgo la estabilidad del plan macroeconómico del ministro de Economía, Luis Caputo.
La situación viene a complejizar la de por sí tensa relación que mantiene la administración de La Libertad Avanza con el complejo agroexportador, consecuencia de la intención de los productores de liquidar con una cotización más competitiva que el blend de dólar oficial y contado con liquidación, y la histórica demanda de eliminar las retenciones.
El cóctel de bajos precios internacionales y una cotización muy alejada del precio del dólar blue, que presiona al Gobierno a devaluar desde hace meses, provocó que los sojeros liquidaran lo justo y necesario para afrontar gastos y retuvieran en los silos una buena parte de la cosecha.
El banco de inversión CMF publicó un informe en las últimas horas donde advierte que “la acumulación de reservas se ha estancado en el último bimestre y el mercado espera noticias positivas en este frente para iniciar una nueva fase alcista”.
La escasez de la divisa extranjera se explica también por la intervención del Gobierno en el mercado cambiario incrementando la oferta a través del Banco Central para pisar el valor del dólar blue.
Para el Gobierno es una necesidad apremiante la mencionada “fase alcista” en los bonos públicos, que de paso a una reducción del riesgo país en torno a los 800-1000 puntos básicos. Esta es una para la salida al mercado voluntario de deuda que habilite la renovación los vencimientos de capital e intereses de la deuda pública, especialmente a partir de enero de 2025.
Las medidas económicas del tándem Milei-Caputo viene contrastando con las perspectivas de los mercados, y esto se viene haciendo particularmente evidente en los últimos meses.
Es que las necesidades políticas del Gobierno no siempre son compatibles con la ortodoxia que reclaman los mercados, y desde Casa Rosada en más de una ocasión se priorizó cuidar el sendero de reducción inflacionaria, uno de los pocos logros de los que puede jactarse de frente a su electorado y a la ciudadanía en general.
Esto le ha costado, además de reservas para contener el dólar, políticas de intervención contrarias a la prédica liberal libertaria, como patear aumentos en las tarifas y confrontar con sectores privados como el sector de las prepagas o los supermercadistas.
Mientras tanto, los gestores de fondos de inversión reclamaron acelerar el acuerdo con el FMI y mostrar consistencia en el ajuste fiscal y la acumulación de reservas. Desde Washington se han mostrado escépticos a nuevos desembolsos aún cuando en un principio destacaron que las metas que se habían estipulado estaban sobre cumplidas por el plan de ajuste recesivo de Milei.
En este marco, el precio de la soja en tanto principal fuente de divisas de nuestro país por liquidación es determinante no sólo en la capacidad del Gobierno para maniobrar los parámetros económicos, sino también en la lectura de los mercados y sus expectativas al respecto.
El commoditie estrella se desplomó un 25% en los siete meses del año en el mercado de Chicago, y el lunes cotizaba a US$ 371,5 por tonelada, aunque con el correr de la rueda mejoró y cerró por debajo de la semana pasada.
Las estimaciones en el complejo agroexportador indican que la cosecha de soja alcanzó unas 50 millones de toneladas esta temporada, aunque sólo se exportó el 46%, mientras que unas 27 millones de toneladas (estimadas en US$ 12.800 millones) continúan en los silos esperando mejores condiciones.
El sábado pasado, en el marco de la apertura de la feria de La Rural en Palermo, el titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, volvió a reclamar una reducción de las retenciones aunque evitó emplear un tono beligerante.
Es un honor para nosotros recibir al Presidente de la Nación en la apertura de la 136° Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria Internacional 🇦🇷
— Sociedad Rural (@SociedadRural) July 28, 2024
“Quiero agradecer a las autoridades de la SRA, es un orgullo estar parado en esta arena y en este podio junto a esta… pic.twitter.com/YY0UjVedqe
“Creemos útil darle al Gobierno un espacio de confianza” expresó el dirigente agropecuario, al tiempo que el jefe de Estado insistió que eliminará el impuesto a las exportaciones agropecuarias y también el cepo, generando un tipo de cambio único, pero pidió más tiempo.
Milei sostuvo ante la rural que “nadie tiene tantas ganas como yo de salir de este esquema que entre retenciones y cepo le expropia al campo el 70% de la producción”.
Sin embargo, las condiciones materiales podrían imponer un límite a la actitud pasiva de los productores, toda vez que el valor de la soja continúe en picada y la brecha entre la cotización ‘blend’ que ofrece el Gobierno para exportar y el dólar blue se sostenga o se amplíe.
En este marco que pone en riesgo la economía del campo en particular, pero también amenaza con empeorar aún más la economía general del país, los argentinos comienzan a expresar la fatiga por el ajuste y la recesión, que impactó negativamente en los pilares de la economía de la calle: el comercio y la industria.
Un 70,1% de los encuestados por Zuban Córdoba cree que la situación económica “empeoró” desde el inicio de gestión de La Libertad Avanza, contra un 29,3% que entiende que mejoró.
Dentro de la misma muestra, un 51% considera que el plan económico está “fracasando”, mientras un 41,2% entiende que está “funcionando”; y respecto a la tolerancia, un 46% ya sostiene que “no le da más tiempo” al Gobierno para que la situación mejore. Un 55%, por su parte, cree que Milei no es capaz de controlar el precio del dólar.
Mientras tanto, en el primer trimestre de 2025 que viene nuestro país afronta vencimientos por casi US$ 6.000 millones, que a lo largo del año ascienden a 17.600 millones de dólares.