
Por: Mg. Lautaro González Amato
Finalmente, no fue tan inesperada la renuncia del presidente demócrata Joe Biden a la candidatura a su reelección de Estados Unidos. Tras el flojo papel en el debate con Donald Trump el 27 de junio pasado, sumado a una serie de apariciones públicas donde se mostró desorientado, el primer mandatario apoyará a su vice, Kamala Harris, como nueva candidata.
El anuncio sacudió el panorama político de ese país y los principales medios reflejaron el acontecimiento con una cobertura intensa desde las redacciones. Las líneas editoriales tuvieron distintas perspectivas del impacto y las implicancias de la decisión en el marco del proyecto estratégico norteamericano.
La renuncia generó una oleada de reacciones y el análisis en los medios de comunicación no tardó en llegar. La noticia fue cubierta con amplitud: veamos cómo los principales diarios y medios digitales interpretaron este movimiento estratégico que repercutió tanto al interior del Partido Demócrata -que debe elegir candidato en agosto- como en la política exterior.
The New York Times fue uno de los primeros en dar la noticia con un titular contundente: “Biden se retira de la carrera de 2024”. En su artículo principal, el periódico enfatizó el papel de Biden al apoyar a Harris, destacando que su respaldo podría ser clave para unificar al Partido Demócrata en medio de una intensa lucha interna. La narrativa del Times sugirió que el Presidente, a pesar de retirarse, continúa en un rol vital en la lucha por la reconfiguración del liderazgo demócrata.
Por su parte, The Wall Street Journal presentó la noticia bajo el título “Joe Biden abandona la carrera presidencial y Kamala Harris entra para reemplazarlo como nominada”. En su análisis, el diario subrayó que la renuncia se produjo tras no haber podido sofocar una rebelión dentro de su propio partido, especialmente después de un desempeño considerado catastrófico en el último debate. Esta perspectiva resaltó la dimensión histórica del acontecimiento y describió la decisión de Biden como uno de los colapsos políticos más significativos en la historia de Estados Unidos.
Fundado en 2007 con un equipo de más de 1100 personas que trabajan en América del Norte y Europa, el portal de noticias Político optó por un enfoque más centrado en las consecuencias inmediatas y las preguntas que aún quedan sin respuesta.
Con el titular “Joe Biden abandona; Kamala Harris entra en carrera”, el medio destacó el respaldo explícito de Biden hacia Harris y planteó las incertidumbres que persisten dentro del Partido Demócrata. El sitio periodístico se enfocó en la posibilidad de que otros candidatos demócratas desafíen a Harris, así como en la configuración de la futura fórmula presidencial.
En una línea similar, The Washington Post tituló: “Biden se hace a un lado” al tomar por sorpresa la decisión y su impacto político. El medio destacó la intención de Harris de luchar por su candidatura, más allá del apoyo de Biden, y enfatizó la agitación dentro del Partido Demócrata mientras buscan posicionar a un nuevo candidato en un momento crítico. La cobertura del Post profundizó en la jugada política de Biden y sus implicaciones para el futuro del partido.
Finalmente, Time utilizó una comparación visual impactante en sus portadas. La revista publicó dos tapas: una en junio que muestra a Biden abandonando la imagen con la palabra “pánico”, y la otra, reciente, con una sombra del Presidente retirándose mientras Harris entra en escena. Este enfoque visual dramatizó el caos potencial que la renuncia del demócrata podría generar, a la vez que introdujo la figura de Harris como la nueva esperanza del partido.
La cobertura mediática de la dimisión de Biden a su candidatura reveló varios desafíos y oportunidades desde la comunicación política. En primer lugar, la narrativa de unificación promovida por medios como The New York Times mostró cómo los mensajes estratégicos pueden intentar suavizar divisiones internas. Sin embargo, las referencias a rebeliones y caos en publicaciones como The Wall Street Journal y Time evidenciaron la complejidad y el riesgo inherente a este tipo de movimientos políticos.
Desde la perspectiva de comunicación, es fundamental que Harris y su equipo manejen cuidadosamente la narrativa para consolidar su liderazgo y responder a las preocupaciones planteadas por medios como Político y The Washington Post. La autenticidad y la empatía serán claves para conectar con los votantes y ganar su confianza en este período de transición.
Porque la renuncia de Joe Biden y su apoyo a Kamala Harris, más allá de generar una cobertura mediática rica y multifacética, y que cada medio haya ofrecido su propia interpretación de las implicaciones políticas, es un acontecimiento que tarde o temprano iba a suceder.
Este evento subrayó la importancia de una comunicación política efectiva y estratégica, especialmente en momentos de cambio e incertidumbre como lo es el contexto de Estados Unidos, donde a poco menos de un puñado de días hubo un intento de asesinato al candidato republicano, el expresidente Donald Trump.
Ahora Harris, como nueva candidata demócrata, deberá navegar estas aguas con habilidad y determinación para consolidar su posición y unificar al partido de cara a las elecciones del 5 de noviembre.
Aunque el candidato demócrata terminará de definirse entre el 19 y el 22 de agosto durante la convención del partido en Chicago, Harris cuenta con el apoyo de Biden. El mandatario lo reafirmó en sus redes sociales minutos después de anunciar que no iría por la reelección: “Mi primera decisión como candidata del partido en 2020 fue elegir a Kamala Harris como mi vicepresidenta. Y ha sido la mejor decisión que he tomado. Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año. Demócratas: es hora de unirse y vencer a Trump. Hagámoslo.”
Si bien los primeros sondeos electorales posicionaron al primer mandatario por detrás de Trump con cinco puntos de diferencia, un relevo de la firma Bendixen & Amandi indica que Harris tendría mejores chances contra Trump, a quien superaría por 42% - 41%. El sondeo arroja un 12% de indecisos y un 3% de apoyo a otros candidatos. Por su parte, la CNN y SSRS indican que Trump estaría a la delantera con un 47% de los votos, mientras que Harris alcanzaría el 45%.
El primer estudio realizado por Reuters/Ipsos después de que Biden anunciara el domingo pasado que abandonaba la carrera por la reelección, le otorga a la Vicepresidenta 44% de intención de votos, contra 42% del exmandatario Trump; en el último sondeo de la misma firma, ambos están empatados en 44%.
Tras conocerse la noticia de la dimisión de Biden, la Vicepresidenta puso en marcha su campaña electoral y aseguró que hará “todo lo que esté a su alcance para unir al Partido Demócrata y derrotar a Donald Trump”. Tal es así que hizo historia al recaudar más de 81 millones de dólares en sólo 24 horas, estableciendo un nuevo récord en las campañas presidenciales de Estados Unidos. El 60% de las 888.000 contribuciones son de personas que no habían donado antes.
Harris necesita el apoyo de 1.969 de los 3.936 delegados demócratas para asegurar su nominación en la convención a realizarse en Chicago del 19 al 22 de agosto, llegar así a pelear por la presidencia norteamericana y convertirse en la primera mujer presidenta con ascendencia afrocaribeña. La suerte está echada.