
Por Patricio Ballesteros Ledesma
Tras un ciclo marcado por la sequía extrema, este año la agroindustria comenzó a recuperarse y volvió a ser uno de los sectores más competitivos y superavitarios de la economía nacional, pese a que los costos siguieron en aumento y los precios internacionales de los principales productos exportables bajaron sus cotizaciones.
Aunque en junio las ventas al exterior de la agroindustria por US$1.977 millones cayeron con relación a mayo un 24% en volumen, comparadas con igual mes del año pasado crecieron 25% en valor.
Así el balance del primer semestre fue positivo y las exportaciones del complejo cerealero-oleaginoso alcanzaron los US$11.023,9 millones, un monto casi igual al del mismo período de 2023, según los datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales.
Por su parte, desde la Bolsa de Comercio de Rosario informaron a fines de junio que en el primer semestre del año se despacharon desde todos los puertos argentinos aproximadamente 44,9 Mt, lo que significa un aumento del 63% en volumen con respecto al mismo período del año anterior, pero un 9% menos respecto a la mediana de los últimos 5 años.
Aunque el año pasado se perdieron de exportar alrededor de US$20.000 millones y esta campaña ha sido la contracara de aquella en cuanto a las cosechas, como es costumbre los productores y exportadores manejan la liquidación de su ventas a conveniencia. En el verano la venta de silobolsas fue récord y anticipó la retención de granos como estrategia para esperar mejores precios externos e internos.
Las cotizaciones internacionales no acompañan a los productores y a nivel interno tampoco el aumento de la brecha entre el dólar oficial y el blue que ya supera el 60%, entonces la posibilidad del blend con el 20% liquidable al CCL no es suficiente incentivo para liquidar sus stocks y entregar las divisas al BCRA.
Como el ministro de Economía aseguró que no habrá una nueva devaluación mayor al llamado crowling peg del 2% mensual, ni accederá a otorgar un dólar blend 50/50 como pedían muchos, pero sobre el que el FMI está del todo en desacuerdo, los miles de silos y bolsas a tope a lo largo de las zonas productoras demuestran que son refugios de valor acordes al escenario.
Sin embargo, con el actual ritmo de liquidación, que implicó lo justo y necesario para comprar insumos, alguna maquinaria, pagar costos y bancar la siembra de trigo, el Gobierno no cuenta con la mayor fuente de dólares del país para pagar deudas, cancelar importaciones y, como es su objetivo cada vez más postergado, abrir el cepo cambiario.
Estimaciones del mercado indican que hay unos US$13.000 millones de esta campaña ensilados y pendientes de exportación. Así y todo, en el primer semestre del año, la recaudación fiscal por derechos de exportación al agro creció un 160% interanual, y permitió el ingreso a las debilitadas arcas públicas de US$2.660 millones, de acuerdo con el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Según la entidad, la recaudación por DEX se duplicó en el primer semestre de 2024 frente a igual periodo del año pasado (US$1.153 millones), pero se ubicó por debajo de los registros de 2021 y 2022. La recuperación productiva sectorial permitió el salto interanual, aunque la diferencia con los ciclos previos se debió a la merma en los volúmenes cosechados y los menores precios.
En relación al menor volumen actual, el informe de la BCR detalló que en el primer semestre se llevan realizadas declaraciones juradas de venta al exterior (DJVE) por 16,2 Mt entre porotos, harinas y aceites, muy por encima de las 10 Mt de igual lapso de 2023, pero bastante menos que las 18 Mt de 2022 y las 22 Mt de 2021.
Sobre la caída de las cotizaciones internacionales aclara que los precios FOB oficiales del primer semestre de 2024 en poroto, harina y aceite de soja estuvieron un 21%, 24% y 15% por debajo de los del primer semestre del 2023 y un 32%, 20% y 46% por debajo del primer semestre del 2022, en cada caso.
De acuerdo con el otro reporte de la entidad rosarina, en forma comparativa este año se dará una recuperación del 60% en el volumen total de la cosecha con relación al olvidable 2023 y se alcanzarían las 131 millones de toneladas. En consecuencia, el salto exportador rondaría los US$5.700 millones y sumaría un total de US$29.324 millones, según su última proyección actualizada en abril.
Sobre esa base, proyectan que el total de aporte por retenciones al agro alcance los US$6.173 millones en 2024, más del doble de lo aportado el año pasado, pero mucho menos que en los dos años previos.