
El presidente de la Nación, Javier Milei, finalmente obtuvo su pacto de Mayo aunque tuvo que esperar al 9 de Julio. A siete meses de su asunción presidencial, y con la Ley Bases bajo el brazo, logró reunir a 18 gobernadores para la firma de un confuso documento que vale más como foto simbólica que como factor de gobernabilidad.
El oficialismo, cuyo jefe de Estado se encargó de descalificar y agraviar a todo mandatario provincial que manifestara descontento alguno, se dio el lujo de reunir a varios de los agraviados en torno a una rúbrica sin definiciones vinculantes, pero que reivindica la figura de poder del presidente.
El famoso pacto, que iba a realizarse en Córdoba el pasado 25 de mayo en caso de sancionarse la Ley Bases, implicó una serie de premisas establecidas unilateralmente por Milei que funciona como una declaración de intenciones de cumplir con normas que en su mayoría ya son parte de la Constitución Nacional.
Emplazados entre el público en una noche helada, los gobernadores esperaron que culminara la ceremonia en la casita de Tucumán para luego escuchar un discurso donde se les pidió a las provincias -cuyos fondos fueron recortados brutalmente- “un esfuerzo fiscal” para acompañar el proyecto político del Gobierno.
Con notables dificultades para la lectura del documento, el presidente llamó a dejar de hacerse los “distraídos” con el analfabetismo, en una tragicómica ilustración de la situación. Quizás más irónico fue pedirles doblar esfuerzos a un grupo de mandatarios provinciales cuya máxima razón para hacerse presentes era intentar aflojar el candado que le puso Nación a las transferencias hacia el interior.
Como era de esperarse, los seis ausentes fueron blanco de diatribas presidenciales -una marca registrada en los siete meses de gestión de La Libertad Avanza- y en las horas posteriores fueron respondiendo.
“Hay muchos dirigentes políticos, sociales y sindicales que no están aquí para suscribir esta acta fundamental. Algunos no están por sus anteojeras ideológicas, por miedo o vergüenza de persistir en el error, o por no ceder los privilegios que el viejo orden les daba”, dijo Milei en referencia a los ausentes.
Los problemas de lectura de Javier Milei en la cadena nacional, a partir de la aparición de la palabra "inviolabilidad" en el texto. pic.twitter.com/x8ZtnhNHk2
— Agencia El Vigía (@AgenciaElVigia) July 10, 2024
Axel Kicillof retrucó luego que “el único pacto que aceptamos en la provincia de Buenos Aires es el que defiende el federalismo, la industria, el trabajo y los recursos nacionales, el que garantiza los derechos y el bienestar de los bonaerenses”.
En este sentido, uno de los máximos referentes de la oposición peronista -y sin dudas el más preponderante en gestión- añadió que “eso es luchar hoy por nuestra independencia: trabajar por una Patria justa, libre y soberana donde todos puedan construir su futuro".
Otros mandatarios que no dieron el presente, como Sergio Ziliotto (LaPampa); Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa), también compartieron publicaciones en esa misma línea y hablaron de una “independencia federal”. Claudio Vidal, de Santa Cruz, finalmente tampoco asistió tras idas y venidas al respecto, y afirmó que “no es tiempo de fiestas ni grandes actos”.
Respecto al Pacto firmado puntualmente, las críticas preceden la ceremonia de este martes, y la oposición más intransigente ya lo venía marcando en diferentes instancias. Un ítem como “la inviolabilidad de la propiedad privada”, que configura la base de una sociedades occidentales y demoliberal, se encuentra garantizado en el artículo 17 de la Carta Magna.
“La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación por causa de utilidad pública, debe ser calificada por ley y previamente indemnizada”, indica el mencionado pasaje de la CN.
Otro de los puntos cuestionados es el tercero, que indica que “se reducirá el gasto público a niveles históricos, en torno al 25% del Producto Bruto Interno”. El presidente estipuló que, luego del “esfuerzo” que hizo el Gobierno Nacional para reducir casi cinco puntos del PBI, será el turno de los gobiernos provinciales (a pesar de que en buena medida el recorte de Nación afectó a las provincias).
Sobre esto, Milei remarcó que “por cada empleado de Nación, hay 5 de las provincias”, descalificó el empleo público y consideró que “lo mejor para un trabajador es un empresario”. No obstante, las provincias no ven viable imitar los despidos masivos de Nación y agregar a la crisis económica el factor de aumento del desempleo.
Respecto al cuarto punto, donde prevé construir una educación “útil y moderna”, se cuestionó la ausencia de que sea pública, gratuita y de calidad. Conociendo sus intenciones privatizadoras y la predilección por el sistema de vouchers, no sorprendió, aunque sí sorprendió más la crítica a las universidades públicas.
El libertario cuestionó que el Estado se haya encargado de gestionar parte de la oferta de educación superior y evaluó que por ello se descuidaron los niveles primarios y creció el analfabetismo. Además, manifestó que las universidades públicas tienen “harta cantidad de carreras cuyo único empleador es el Estado”.
El único pacto que aceptamos en la provincia de Buenos Aires es el que defiende el federalismo, la industria, el trabajo y los recursos nacionales, el que garantiza los derechos y el bienestar de los bonaerenses.
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Eso es luchar hoy por nuestra independencia: trabajar por una… pic.twitter.com/gdRrO4AvTM
De esta manera, por elevación, justificó el desfinanciamiento que continúa llevando adelante a pesar de haber cedido con algunas partidas mínimas que sirven para el funcionamiento. Recordemos que los salarios de docentes y no docentes continúan sin actualizarse.
El sexto punto, que introduce la “rediscusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar para poner fin al modelo extorsivo actual que padecen las provincias”, también se encuentra establecido en la Constitución, en el inciso 2 de su artículo 75; donde se menciona la obligación de “imponer contribuciones indirectas como facultad concurrente con las provincias”.
Allí se especifica: “Imponer contribuciones directas, por tiempo determinado, proporcionalmente iguales en todo el territorio de la Nación, siempre que la defensa, seguridad común y bien general del Estado lo exijan”, estableciendo el sistema de coparticipación.
Paradójicamente, la conducta del Gobierno de Milei para con las provincias fue sistemáticamente extorsiva, además de agraviante y prepotente.
Luego han abundado las críticas al segmento que trata la reforma laboral y previsional, abordadas ya en la Ley Bases una y en el DNU 70/23 la otra; y sobre la cual la oposición ya aprobó en Diputados un proyecto.
La oposición sostiene que los jubilados son el actor social que está pagando la mayor parte del equilibrio fiscal del ministro de Economía, Luis Caputo: “Con una fórmula que les robó un 8 por ciento y con un presidente que dice que ‘le importa tres carajos’, y que va a vetar, si el Congreso avanza en la aprobación de una ley con una fórmula más justa”.
El ítem que también acumula fuertes críticas es el décimo, que pide por “la apertura al comercio internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser protagonista del mercado global”.
Al respecto, se destaca el contraste con la actitud del presidente Milei y de su designada en Cancillería, Diana Mondino, que han agraviado en numerosas ocasiones a los representantes de países como España, Brasil o China, principales socios comerciales de nuestro país.
Además, en este punto se destaca también la ausencia en numerosos eventos de importancia geopolítica como el Mercosur, mientras sí utiliza recursos del Estado para asistir a cumbres de grupos conservadores y liberales, como el CPAC, el de VOX o la distinción recibida por un partido minúsculo en República Checa; que tienen más que ver con su simpatía personal que con el destino de nuestro país.