Tras el anuncio de la denominada “Fase 2” del plan económico anunciada por el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, en las últimas horas numerosos analistas dejaron trascender que la emisión monetaria en el primer semestre de Gobierno de Javier Milei fue ampliamente superior que la del mismo período del año anterior.
A pesar de las promesas de “emisión cero”, las diatribas del actual presidente a la gestión de la administración de Alberto Fernández -y en particular a Sergio Massa en el Ministerio de Economía- y hasta el emparejamiento de esta decisión económica con un “crimen de lesa humanidad”, las palabras parece habérselas llevado el viento.
Según estiman los especialistas, el incremento de la base monetaria en la administración de La Libertad Avanza fue de $8,9 billones (que equivale aproximadamente al 100% más del mismo período de 2023). En comparación, entre enero y junio del año pasado se incrementó la base monetaria en $0,7 millones, que implicaba un incremento del 13% respecto el período anterior.
Al comparar las cifras inflacionarias, el primer semestre de 2023 acumuló 51 puntos (redondeando una retracción monetaria real del 25%); mientras que en el mismo período de este año el ipc marcó 82% (concretando un incremento real del 5%).
En diálogo con Infobae, Roberto Cachanosky explicó que “en el primer semestre del 2023 la expansión monetaria simple, sin pasivos remunerados, aumentó un 13%. Y en el primer semestre de este año la suba fue del 110%”.
En este sentido, precisó que esto significa “un festival de emisión monetaria que explica la licuación del gasto público” y advirtió que “más que motosierra fue licuadora” lo que aplicó el Gobierno nacional como receta económica.
El especialista señaló que “por otro lado, eso también explica el aumento que estamos teniendo en todos los dólares, desde el libre hasta los financieros” y anticipó: “Estamos frente a una situación en la cual esto puede llegar a impactar todavía más en la inflación en los próximos meses”.
Esto explica el anunciado rebote de los precios que ya se observaba para junio, entre otras cuestiones porque se dejarían de pisar incrementos en las tarifas de servicios energéticos, pero también por la presión que se viene ejerciendo sobre el dólar paralelo y los financieros como por el incremento de la demanda (consecuencia también del desincentivo a los instrumentos de ahorro en pesos).
En todo caso, el plan de Caputo en su Fase 2 implica que el déficit cero se termine traduciendo en emisión cero. Para esto debe mantener a cualquier costo el superávit para financiar al Tesoro, al tiempo que se avanza en la eliminación de los pasivos remunerados del BCRA (y así cancelar la emisión por intereses).
“La emisión cero es un cuento chino. Desde mediados de marzo la expansión monetaria fue fenomenal. Estás teniendo en el mes que acaba de pasar un 17% de aumento de la base monetaria. Es una enormidad”, planteó Cachanosky.
Por su parte, el analista financiero Christian Buteler realizó una estimación similar: la base monetaria, en tanto pesos en poder del público y depósitos en los bancos (M1), creció 95%, más que el año pasado. No obstante, aclaró que el stock de pesos total, que incluye los pasivos remunerados, crecieron a un ritmo algo menor.
En la misma línea va el análisis del economista Aldo Abram, que explica que “las últimas bajas de la tasa nominal de interés del BCRA, al producirse en un contexto de percepción de riesgo creciente por los problemas en el Congreso, incentivaron la salida de ahorros domésticos y la baja de la demanda de pesos”.
Además, señaló que “los bancos decidieron cancelar pases pasivos y obligaron a una fuerte emisión para poder pagarlos, haciendo que el peso vuelva a perder valor” y definió: “Todo esto es lo que reflejó el fuerte aumento de la brecha cambiaria en los últimos 45 días y es inconsistente con los objetivos cambiarios e inflacionarios del Gobierno”.
Sobre esta situación, consideró que el cepo es uno de los obstáculos de la actualidad económica, ya que “genera un gran perjuicio para la recuperación de la economía. Para ir a una unificación, habrá que sacar el exceso de emisión que gestó la última baja de tasas, depreciando el peso, y achicar la brecha”.
El ex viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, por su parte, consideró un “mérito enorme” el ajuste fiscal, aunque destacó que hubo un exceso de oferta de Base Monetaria en los últimos 60 días; estimado en unos $3 billones de pesos, equivalente al 25% de la Base total. Este exceso, según el funcionario, provocó una demanda excesiva de dólares y bienes, explicando en parte el aumento del dólar contado con liquidación (CCL).