Desde diciembre a marzo, unas 275.000 cuentas sueldo del sistema financiero no registraron actividad, según un informe de Entidades Financieras publicado por el Banco Central que expone el desplome de la actividad económica.
La cifra representa entre el 2% y el 3% del total de cuentas bancarias destinadas al cobro de salarios, y pone de relieve cómo la recesión comienza a afectar severamente al trabajo formal.
El desplome del poder adquisitivo experimentado como consecuencia de la devaluación, la liberación de precios y el retiro de subsidios fue empujando a las clases trabajadoras a una economía de subsistencia y repercutió en un derrumbe de la actividad económica, que ya se traduce en despidos y suspensiones.
Así, al ritmo del derrumbe de los índices de actividades económicas como el comercio, la industria y la construcción, comienzan a engrosarse las filas del desempleo o el empleo informal a costa de la desaparición de puestos de trabajo registrados en relación de dependencia registrados.
En detalle, la información oficial precisa que 274.311 cuentas sueldo dejaron de percibir ingresos en el primer trimestre, sumando bancos estatales y privados. Del total, entre 40 y 50 mil cesados son explicados por los despidos impulsados por Javier Milei en la administración pública nacional.
En contraste, en los últimos meses del año pasado el número de cuentas sueldo con movimientos venía en alza.
El trabajo formal cayó en el mes de febrero por tercer mes consecutivo, bajando 0,3% en comparación con enero, según reportó la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que publicó el jueves de la semana pasada por la Secretaría de Trabajo. La caída fue la mayor en el segundo mes del año desde 2002.
En suma, entre noviembre de 2023 y febrero 2024 el desplome suma un 0,9%, aunque conserva un 0,1% de suba interanual, como consecuencia del crecimiento de 1% registrado entre febrero y noviembre del año pasado.
En el segundo mes del año corriente, todas las ramas de la actividad económica decrecieron, siendo la construcción el rubro más afectado en términos laborales, con una caída mensual del 1,3% e interanual del 11,2%. El resto de los sectores también descendió mensualmente, aunque de manera más moderada y sosteniendo un aumento interanual.
Las empresas de diversos tamaños reportaron retracciones en la cantidad de empleados que oscilan entre el 0,2% y 0,4%. Al respecto, las más afectadas son las denominadas ‘mipymes’, que cuentan con entre 50 y 199 empleados de los cuales redujeron el 0,4%.
Las tasas de nuevo empleo se vieron notablemente afectadas y se comparan con los mismos períodos en época de pandemia (2020 y 2021).
El informe remarca que “este comportamiento resulta habitual en contextos de caída de la actividad económica”, concluyendo: “El nivel de empleo se ajusta principalmente a partir de la reducción de las incorporaciones de personal y no tanto por el aumento de las desvinculaciones, ya sean decididas por las personas o por las empresas”.