La resistencia patagónica complica al Gobierno - Política y Medios
27-07-2024 - Edición Nº6021

EL OJO PARLAMENTARIO

La resistencia patagónica complica al Gobierno

Se aprobaron la ley ómnibus y la reforma fiscal, pero no tendrá un tránsito fácil en el Senado. Una rebelión patagónica y una resistencia de los jugadores libres a ser aliados rasos complican al Gobierno. Los lobbys mineros y de las tabacaleras entraron en el debate. Mientras tanto, la pelea por los fondos universitarios entró un impasse.

Leyes aprobadas

Javier Milei perdió el invicto negativo en el Congreso y logró que la Cámara de Diputados aprobara los dos proyectos que quiere tener sancionados antes del 25 de mayo: la ley bases y puntos de partida y la reforma fiscal. Ambas fueron avaladas en su totalidad, sin ningún artículo caído en la votación en particular, a partir de las pacientes gestiones del ministro del Interior, Guillermo Francos.

El expresidente del Banco Provincia logro acordar con la mayoría de los gobernadores, selló la paz con la CGT -que no salió a las calles a protestar por la reforma laboral- y consiguió un diálogo fructífero con referentes de la oposición dialoguista que pusieron el cuerpo a los proyectos.

Sólo la eliminación de la moratoria previsional, que se completa con un sistema de prestación proporcional a los aportes, no reunió la cantidad de votos necesaria para una mayoría simple, pero aún así se aprobó por las ausencias de opositores que prefirieron no estorbar.

Ganancias, afuera

El desafío más grande del Gobierno en el Senado es aprobar el capítulo V de la reforma fiscal, que es la reversión del impuesto a las Ganancias, como se conoce a la reducción del mínimo no imponible a los valores de septiembre, cuando fueron elevados por decisión del entonces candidato presidencial, Sergio Massa.

El Gobierno ignoró el reclamo histórico de la Patagonia, que reclama una suba del 22% por zona desfavorable. En la Rosada estiman que no corresponde, porque con la suba escalonada de las alícuotas el impacto será mínimo.

Pero los gobernadores patagónicos hacen otras cuentas. No encuentran el negocio de gravar petroleros yesqueros de la zona, aunque sea con un solo peso. Se lo advirtieron a Francos y sus diputados votaron en contra del capítulo.

Sin los votos patagónicos en el Senado no hay margen para que este capítulo sea sancionado y la reforma fiscal, de esta manera, debería volver a ser tratada en la Cámara baja.

Jugadores libres

La ley ómnibus tiene respaldo de la mayoría de los gobernadores de partidos provinciales, UCR y PRO, y hasta de algunos peronistas interesados en beneficiarse del ingreso de divisas, pero por ahora no tiene el filtro del Senado, porque los partidos provinciales y los outsiders se hacen valer.

Entre estos últimos se destacan el entrerriano Edgardo Kueider y el correntino Carlos Espínola, quienes comparten el bloque Unidad Federal con la cordobesa Alejandra Vigo. No tienen gobernadores de jefe y les interesa mirar los proyectos con lupa. De mínima, no aprobarán la reversión de Ganancias que forma parte de la reforma fiscal.

Los partidos locales acordaron con el Gobierno la letra chica de las iniciativas, pero sus referentes en la Cámara alta se resisten a aprobarlas a libro cerrado y al menos quieren garantizar que haya un retorno de los proyectos a Diputados

Mineras y tabacaleras

Las empresas mineras presionaron fuerte para que se apruebe la ley bases, porque uno de sus capítulos garantiza beneficios fiscales, cambiarios y aduaneros. Se trata del Registro de Grandes Inversiones, el Rigi, que fue aprobado con votos de diputados de UP de San Juan y Catamarca, provincias donde esta actividad tiene mucho peso.

El otro lobby fuerte que se coló en la sesión fue el del tabaco, a partir de la decisión del Gobierno de excluir de la versión definitiva un impuesto al sector, que perjudicaba a la tabacalera Sarandí, propiedad de Pablo Otero.

El texto finalmente fue incluido por una decisión de la UCR, Hacemos Coalición Federal y un sector de Unión por la Patria, que resultó decisivo. El PRO peleó para defender a Otero y chocó con una derrota que podría complicar el tratamiento del proyecto en el Senado.

Universidades, a negociar

El secretario de Políticas Universitarias, Alejandro “Galleguito” Álvarez logró que la Cámara de Diputados demore al menos unas semanas el dictamen de un proyecto para actualizar las partidas para las casas de estudios superiores con la inflación. Hay iniciativas de la UCR, los partidos provinciales y la Izquierda, pero aun así el PRO logró que el debate en la Comisión de Educación se demore al menos hasta mediados de mes.

Fue parte de la negociación de Álvarez con los rectores por aumentar el presupuesto, que podría detenerse si se aprueba un proyecto incómodo para la Rosada. Los tiempos se plancharon porque ni siquiera tiene fecha la reunión de la Comisión de Presupuesto, que también debería tratar estos proyectos para que lleguen al recinto. 

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